domingo, 10 de enero de 2010

¿Sabes cuál es tu propósito y llamado en la vida, aquí en la tierra?

10/01/10
Predicadora: Iris Juárez

Usted se habrá dado cuenta, por medio de los testimonios de los hermanos, que pasan situaciones adversas de enfermedad, económicas, interpersonales, y la repuesta que encontramos es que “todo ayuda para bien.” Pero a esta repuesta le falta una parte del texto: “a los que aman a Dios”, y que con un propósito son llamados.
Cada uno de nosotros tenemos un propósito aquí en la tierra y un llamado.
El Señor dice que el plan sobre tu vida es de paz y no de desánimo, bendición y no de maldición.
La palabra “propósito” viene del griego “prótesis”, y significa plan anticipado que tiene Dios para tu vida. Veamos con un ejemplo para aclarar el concepto. ¿Cuál era el propósito de José? Que fuera gobernador de Egipto. Dios trabajó en la vida de José con sus hermanos, con los mercaderes, y todo lo que había en su camino. Pasó por problemas carnales al ser seducido, ni esto detuvo el propósito de su vida. Todas estas situaciones lo llevarían al cumplimiento del propósito. Y Dios cumplió Su propósito.
¿Cuál era el propósito de Moisés? Librar el pueblo de Israel de Egipto. A los 3 años lo quisieron matar, sin embargo lo adoptó la princesa y tuvo que vivir en el palacio de Faraón como príncipe. También tuvo que vivir en el desierto con su suegro Jetro, apacentando ovejas durante 40 años.
¿Cuál era el propósito de David? Ser rey de Israel. Dios lo preparó para que fuera un guerrero al luchar con osos y leones.
¿Cuál era el propósito de Jesús? Salvar la humanidad.
Hay una gran variedad de llamamientos, y tendremos paz en el corazón si cumplimos el llamamiento en el tiempo del Señor. No debes ni apurarte ni demorarte en el llamamiento.
La Palabra dice: “Mis planes no son de mal sino de paz”.
Isaías 58:8 - Jeremías 1:7 
Lo que importa es el corazón puro y rendido a Dios para ejercer fe y para que Dios nos revele Sus planes.
Del llamamiento al propósito hay una preparación a cargo del Espíritu Santo, para que tú cumplas el propósito de Dios, para que Dios te promueva y te pase a otro lugar.
Por un lado tú tienes que saber cuál es el llamado para tu vida para no caminar sin metas. Cuando sabes tu llamado tienes que creerlo en tu corazón y caminar en ello, orando y teniendo intimidad. A continuación te vas a preparar, por ejemplo invirtiendo en libros y trabajar en esa área, y Dios te va a promover o lanzar al ministerio.
El tiempo de tu preparación va a depender de ti; y aquí entra en juego la obediencia de la Palabra del Señor, la fidelidad y el compromiso con la visión.
El requisito más importante en esta preparación es la fidelidad, la base del ministerio.
Jesús paso por todas las circunstancias para ayudarnos a nosotros y nada detuvo el propósito de Dios.
Todo lo que te pasa, Dios lo usa para Su propósito, es decir el plan anticipado, obrando en tu carácter. Dios tiene un propósito con cada persona.
Cuando aceptas a Jesús en tu corazón, hay un llamado en tu vida. El propósito siempre está al final. El llamamiento siempre está al comienzo de tu vida. La palabra “llamado” viene del griego “caleos” que significa invitar o convocar. Un llamado es una invitación para que vivamos según Su voluntad aquí en la tierra.
Todos somos llamados a ministerios. Cuando Dios nos llama nos determina la vocación, es decir la proposición. Hay vocación espiritual y otras innatas como ser doctor, maestro, administrador, profeta, abogado, empresario; y allí donde te encuentres serás un embajador de Dios. Si Le crees a Dios y lo vives, habrá un cambio de 180° en tu vida.
Un siervo fiel hace sin añadir o sin quitar lo que otro le pide y a quién se sujeta. Lo importante de tu llamamiento es tu fidelidad.
El que tiene capacidad y es infiel, desde ese instante entra en el corazón la envidia.
Los fieles aman a quienes se someten. Dios ama la madurez espiritual.
¿Cuándo una persona es madura? Una persona no es madura por las manifestaciones del poder de Dios. Usted podrá hablar en lenguas, pero eso no es signo de madurez espiritual.
Al Señor lo que más le interesa es tu madurez, más que tu ministerio porque la madurez produce ministerio. La madurez edifica ministerios. La inmadurez destruye ministerios y cancela las bendiciones de Dios.
¿Qué uso Dios cuando Moisés salió del desierto, luego de 40 años? Dios usó a su suegro Jetro para que aprendiera la sujeción a la autoridad. Moisés pudo haber sido usado por Dios a los 40 años de edad, en lugar de los 80 años. Esto fue porque uso mal el tiempo de Dios.
Una vez que Moisés entendió el llamado y el propósito de Dios, fue promovido.
Éxodo 3:10
Dios menciona la palabra “ahora” para decirle a Moisés de que ya era el tiempo para que fuera a Egipto a libertar Su pueblo. Después que Dios le habla, Moisés hace lo siguiente, se dirige a su suegro Jetro:
Éxodo 4:18 Dios le habla a Moisés e hizo lo correcto, fue a la autoridad a la que se sujetaba y le dice que volvería a Egipto para saber si sus hermanos aún permanecían vivos, y Jetro le bendijo.
Y dijo Dios a Moisés en Éxodo 4:19 que los que querían matarlo ya no están.
Este es el orden correcto de sujeción, porque así Dios puede derramar de Su gracia.
También dice la Palabra en 1 Reyes 19:19 que Elías sirve a Eliseo. Eliseo tomo la herencia espiritual por la relación padre-hijo. Cuando somos fieles, tendremos recompensa por parte del Señor.
Pero también la Biblia cuenta que apareció un ser de nombre Lucifer que no quiso servir al Señor, se reuso y descendió a la tierra con la tercera parte de los ángeles.
A Dios no le importa tu capacidad y talento, sino tu fidelidad, tu carácter dócil y paciente. La madurez no se mide por lo que tú tengas de Dios, sino tu reacción ante los
¿Qué es lo que los hace triunfar a Moisés y David? Sus espíritus sencillos y dominables. Para que Dios te use tienes que ser preparado y tratado por el Señor.
Lucas 16:10-12
Si tú no sabes ser fiel con alguien, con el lugar que Dios te ha puesto, Dios no te podrá promover a otro lugar.
Tienes que ser fiel con lo que Dios te habló. Si en las cosas de otros no eres fiel, Dios no te llevará a otro lado.
Tienes que saber a qué te ha llamado Dios para que no vivas los días de cualquier manera. Cuando sepas el llamado, tendrás que creerlo y caminar en ello. Mientras tanto hay una preparación y eso es un pagar un precio para llegar; y por otro lado deberás traer tu fidelidad bajo la autoridad que te ha puesto para que te sujetes. Sirve al hombre porque en medio del hombre está Dios. No tengas a poco la palabra que Dios suelta en este lugar porque hay una impartición que se suelta. Lo que tú estás haciendo hoy es el propósito de Dios para que tú puedas cumplir el llamamiento santo.

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