domingo, 26 de junio de 2011

Empieza a prepararte como soldado, atleta y agricultor

26/06/11
Predicador: Edinson Pinedo

2 Timoteo 2:4-6
El libro de Timoteo fue escrito en un tiempo muy crucial en la vida de Pablo, mientras esperaba el martirio.
Pablo había sido encarcelado por predicar el evangelio, pero en esta ocasión estaba preso por ser acusado de mandar a incendiar Roma. Pero en realidad había sido el emperador desposta de Nerón, con el propósito de reconstruir Roma.
Pablo en esta circunstancia escribe 2 Timoteo, y le dice a Timoteo que esperaba la muerte en la cárcel. Y le da una serie de instrucciones a su discípulo Timoteo. Antes de ello, lo elogia y alienta para que cuidara su propia vida.
Ningún soldado que quiere agradar a su superior se enreda en las cosas civiles, es decir en los negocios de la vida.
La palabra “ecletaia” significa “el trabajo que tienes que hacer en este momento no sea impedimento para servir al Señor, tu Dios;” porque lo que ha puesto en tus manos también es de Dios, y también te dará la capacidad para no dejar de servir al Señor.
El soldado está subordinado a escuchar la voz del jefe y listo para luchar.
Los negocios de la vida, de alguna u otra forma te esclavizan. Es decir que tus quehaceres diarios no ocupen todo tu tiempo. Y Dios que conoce los corazones, acomodará los tiempos para que no dejes de servir a Quién te ha llamado.
Un soldado de Cristo está vestido con la armadura de Dios para cumplir con firmeza, diciendo la verdad. Por lo que no habrá necesidad de defender tu vida porque la bendición está contigo.
Efesios 6:13
El hombre que tiene a Dios ha sido justificado y camina en justicia para no romper reglas, porque Dios dirige tu vida.
Disposición de llevar el mensaje de Jesús, caminando y siendo apresto, es decir rápido, más aún cuando el evangelio se ha distorsionado. Pero el Señor si sabe quién es quien. Por lo tanto irradiarás gozo y no defraudarás con tu testimonio, entre quienes vean tu testimonio de lo que ha hecho Dios en tu vida.
El soldado tiene el escudo de la fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Con la fe tú verás resucitar muertos, y cuando te encuentres en situaciones difíciles, Dios es Quién te sacará.
Los hijos de tus lágrimas no pueden perderse, porque nació en tu corazón con el clamor, y además ha sido concebido en tu corazón.
Tienes que crecer en medio de situaciones difíciles, y allí Dios estará contigo. Porque una vez pasada las pruebas, estas maduran tu carácter; y una palabra que sueltes provocará un milagro.
A ti no llegarán los dardos del enemigo, porque ante ti está el escudo de la fe. Hay oportunidades que se presentan en la vida, en las que habrá que tener discernimiento si es de Dios o no.
El casco de la salvación: tú tienes que saber que eres salvo y debes caminar sabiendo que Dios te salvó para cosas grandes en la tierra, además de llevar el mensaje de la salvación. El casco se llama salvación. El caso protege tu mente por la Gracia de Dios. Y ahora tienes la mente de Cristo. Porque Dios la cambió cuando recibiste a Jesús en tu corazón, y ahora tienes la mente de Cristo. No es que te lavaron la cabeza en la Iglesia, si no ha sido el poder de Dios que cambió tu forma de pensar, teniendo ahora anhelos nuevos, una forma diferente de vida, ya no pidiendo prestado para tus gastos de fin de mes, sino que ahora ahorras.
Si Dios cambia tu mente, aprenderás a administrar los recursos que están tus manos y a gastar de manera diligente tu dinero.
La Espada del espíritu, que es la Palabra de Dios. Sirve no solamente para tu propia vida, sino para los demás. Porque la Palabra de Dios cambia tu vida, es lámpara que alumbra tu camino.
Camina sobre la Palabra de Jesús, porque eso agrada a Dios. Y como consecuencia de ello, caminarás por un puente espiritual.
Cuando tienes miedo, es porque sacas la mirada de Jesús y te hundirás como le pasó a Pedro. Cuando se presenta Jesús en la barca, los discípulos dijeron que era un fantasma. Sin embargo Jesús dijo que era él. Entonces Pedro anhelo ir hasta Jesús si lo llamaba. A lo que Jesús le dijo que fuera. Pedro comenzó a caminar en la Palabra sobre las aguas. Pero cuando sacó la mirada de Jesús, se hundió.
La Palabra de Dios tiene que ser nuestra guía por dónde debemos caminar.
Oren en todo tiempo, manténganse alertas en oración. El soldado es un subordinado de Dios.
2 Pedro 2:20
Tu casa es la casa donde habita Dios. Cuando tú no permitas habitar a Dios en tu vida, se irá, y como consecuencia de ello vendrán a tu vida siete espíritus peores que no estaban antes de que conocieras y recibieras a Jesús en tu vida.
1 Timoteo 4:1 ; 2 Pedro 2:10
El Espíritu Santo dice que en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe, despreciando la autoridad de Dios, para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas propias del adversario.
La Biblia en 2 Timoteo 2:4 habla del atleta que no gana si no cumple las reglas de la competencia. Estas reglas son el dominio propio, mansedumbre, disciplina, amor y sumisión.
1 Corintios 9:25
Entrena con mucha disciplina para obtener un premio que dura para siempre. No vaya a suceder que luego de haber predicado a otros, tú te encuentres en la cuerda floja. El dominio propio te ayudará a no caer a la tentación del enemigo. La tentación es linda porque si no fuese así, nadie caería. Solo no puedes, sino con el dominio propio que viene por Su palabra.
Gálatas 2:20
Crucifica tu “yo” y los anhelos que a Dios no le son de agrado. Pregunta a Dios antes de ir a un lugar: “¿Es bueno al lugar que voy? ¿Estás allí Señor, al lugar que voy? ¿Qué le contestarías tú Señor a esta persona que me ha ofendido?”
2 Corintios 6:6
Se debe servir siendo manso y con humildad en el espíritu. Así se debe servir, con la bondad que Dios ha puesto en tu corazón, en tu casa, en el trabajo. Tienes que tener amor para poder amar a tu prójimo y para ganarlo para Cristo.
Efesios 4:2
Así tiene que ser el creyente. ¿Usted es paciente, tolerante, amable en amor con otros que no sean su familia?
Sin amor no podrás ayudar a nadie, ni ser de bendición. El que no ama a la gente, es porque no ha conocido a Dios. Ama a la gente para que tú puedas ayudar, predicar, para que los ganes para Cristo.
Dios te ha capacitado de amor para que prediques, no viendo las dificultades en el otro, sino más bien las posibilidades.
Tu vecino es una gran solución a muchas necesidades. Practica la sumisión para llegar a la meta, para conducirte bien en la vida. ¿A quién estás dejando legado? ¿A quién estás sirviendo a tu lado? Ora por un Timoteo para que reciba a Jesús en su corazón como salvador y Señor personal.
Efesios 5:21; Colosenses 3:12-15
El agricultor trabaja arduamente. Por lo que tiene derecho a recibir parte de la cosecha. Lo que habla aquí es que disfrutes de la vida, de lo que Dios ha puesto en tus manos. Habla de administración, de disfrutar el fruto de tu trabajo, porque hay gente que no lo disfruta, porque trabaja y trabaja para pagar impuestos y deudas.
Si trabajas y amas a Dios, disfrutarás de la bendición puesto los ojos en Jesús.
1 Corintios 3:9
Entonces la recompensa, como colaboradores del servicio a Dios, es la elevación de la vida espiritual. Si Dios está en primer lugar en tu vida, aprenderás a caminar y no tendrás necesidad de economía, porque Dios es tu prioridad.
Camina como hijo de Luz, buscando a Dios en el primer paso que das al entrar en tu trabajo. Declara bendición y Dios tomará las riendas de tu trabajo. Y las cosas serán diferentes porque Dios toma el control de tu familia, de tu vida espiritual y de tu trabajo. Dios tiene que estar en el primer lugar y las puertas de bendición se abrirán. Y como consecuencia de ello, Dios subirá el nivel de tu vida espiritual.
Mientras estés en desgracia, renegarás, te quejarás. Nunca hagas algo para que Dios te dé algo a cambio. Sino más bien, haz algo en adoración, glorificando a Dios, y la bendición llegará a tu vida.
Empieza a prepararte como soldado, atleta y agricultor. Dios necesita corazones listos que no renieguen, porque el Reino de Los Cielos ha descendido; está aquí en la tierra y eres un hijo de Reino. Dios no nos escogió para el fracaso, sino para el triunfo.

domingo, 19 de junio de 2011

Responsabilidades de la familia cristiana

19/06/11
Predicador: Edinson Pinedo

Josue 1:8
Lo que usted debe disfrutar más de la vida cristiana son las pruebas. Disfrutar es tener la expectativa de cómo Dios obrará.
Una responsabilidad es la capacidad de responder a las necesidades básicas de la familia, con el fin de obtener una armonía y crecer en la relación con Dios. Porque ante una necesidad, en lugar de buscar la presencia de Dios, renegamos. Cuando no hay dinero, es cuando surgen los problemas en la familia. Hay que presentar las necesidades de la familia para buscar la dirección de Dios. Tienes que ser controlado por el Espíritu Santo para que no tomes decisiones malas, sino más bien controladas por la presencia de Dios. De esta manera tendremos una mejor relación con Dios y la sociedad.
De las familias depende un país. Cuanta más familias reciban a Jesús, tendremos una mejor sociedad. Aprende a provocar cambios.
El meditar de día y de noche en la Palabra de Dios, es la misma actividad que realizó Esdras, al preparar su corazón, indagar, meditarla, cumplirla (es decir ponerla en acción) con todo lo que está escrito.
Una persona de éxito es la que ama a Dios, que no ve los momentos difíciles como un problema, sino una oportunidad para crecer y seguir conquistando tus sueños.
Tu carácter se afianza mediante los problemas, con las pruebas.
Dios sabe hacer las cosas porque nosotros queremos ya las cosas, sin crecer y madurar.
Si lloras en los momentos difíciles es porque hay algo que te hace daño, y eso se llama ira; y todavía no ha sido puesto en la cruz.
Hay cinco responsabilidades fundamentales para que tu familia ame a Dios y viva días buenos.
Primero: darle el lugar que corresponde a Dios en tu familia todos los días.
Salmo 127:1-3
La jornada laboral es de 8 horas. Entonces ¿para qué le metes hasta la 1 de la mañana? En 3 años estarás viejo; y esto es pan de fatiga. ¿Por qué te fatigas y no disfrutas la bendición de Dios? La repuesta es fácil. Sencillamente porque Dios no está en el primer lugar, y estás fatigado porque trabajas para la AFIP y los impuestos.
Tú eres un albañil y quieres construir y vivir a tu manera. En vano te esfuerzas, porque es necesario buscar a Dios y Su justicia.
Salmo 100:3
Tú estás bajo el cuidad y la mirada de Dios. ¿Podrás tú esconderte de Su presencia?
Mateo 6:2-37
Cuando des al necesitado, no lo hagas en público para que no te vea la gente, sino en secretamente para que Dios te recompense, dice la Escritura. De igual manera, aparta un tiempo y un lugar para orar, porque Dios está en lo secreto. Cuando ores, no hables oraciones armadas porque el Señor sabe lo que tú necesitas antes de que lo presentes en oración. Y Jesús enseña el modelo, pero no para que sea repetido como loro, sino como instancias o etapas. De igual manera, cuando ayunes no lo hagas evidente para que te veas, más bien solo ante tu Padre. Acumula tesoros celestiales donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. Entre tantos tesoros se encuentran: la verdad (juicio o proposición que no se puede negar racionalmente), lo respetable (consideración, deferencia, muestra de respeto, cortesía), la justicia (derecho, razón, equidad), lo puro, es decir sin mezclas; la amabilidad (lo digno de ser amado), lo digno de admiración (lo que causa sorpresa a la vista o algo extraordinario o inesperado o considerado con estima o agrado especiales a alguien o algo que llaman la atención por cualidades juzgadas como extraordinarias), y la excelencia (es decir superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación algo).
No pongas tu afán en los problemas, más bien busca el Reino de Dios que es justicia, gozo y paz; y como consecuencia de ello Dios se encargará de tus problemas y proveerá lo que tú necesitas. Porque Dios sabe cuáles son tus necesidades.
Reconoce a Dios, reconoce a Jesús como el Hijo de Dios, busca Su presencia y ora por ti mismo, por tu cónyuge, por tus hijos, los nietos, los hermanos de la Iglesia.
Segundo: Mantenerse en unidad.
Efesios 4:1-6
Es normal que las personas nos enojemos, pero no es normal que el enojo permanezca y nos aparte de la Iglesia, de la comunión con Dios por medio de la paz. Lo normal en un hijo de Dios es acercarse a pedir perdón, porque ha experimentado el perdón de Jesús. Y ha sucedido porque la persona nació de nuevo.
Evalúa tu vida. ¿Tanto rencor tienes que el Espíritu Santo no puede gobernar esa área de tu vida?
La acumulación de enojos, produce ira en el corazón. Como consecuencia de la ira, la persona buscará venganza, haciendo lo mismo que le hicieron a ella o a él mismo.
La gente con ira en el corazón no perdona fácilmente, sino que perdona por conveniencia.
Buscá a Dios y nacé de nuevo, porque esto traerá sanidad a tus hijos, nietos y bisnietos.
Filipenses 2:1-4; 1Corintios 7:5; Filipenses 4:8-9
¿Cuando tú podrás responder a las necesidades de tu familia? Cuando le des a Dios el primer lugar, manteniendo la comunión y pidiendo perdón.
La ira seca los huesos.
Tercero: Presentar y consagrar los hijos a Dios.
Lucas 2:22-23 
Lo que encierra la presentación de los hijos ante Dios es algo importante, que indica que serían guardados por sus padres y guiados por Dios. Esto es lo que hay que hacer como hijos de Luz; leyendo juntamente con tus hijos, orando con ellos y presentándolos a Dios.
Cuando esto sucede, usted estará feliz porque la bendición estará.
Dios usará tu familia para que crezcas, porque sin amor no podrás ganar a otras familias para Cristo. Porque Cristo es el vínculo de la paz.
Cuarto: Educar y criar os hijos para Dios.
Tus hijos no son para ti, sino para Dios.
Deuteronomio 6:5-7
Inculca a tus hijos en la Palabra de Dios para que amen a Dios. Ellos aprenderán lo que tú hagas. Si reniegas para venir a la Iglesia, tus hijos también lo harán. Si te acostumbras a vicios, tus hijos también serán viciosos. El hombre ha perdido autoridad por las cosas malas que hace. Nunca pierdas la autoridad ante tus hijos.
Proverbios 22:6
Tus hijos no abandonarán de grande el camino que fueron instruidos por los padres. Y cuando sean viejos, tus hijos no te abandonarán.
Efesios 6:4
Quinto: Conocer quién es el adversario de la familia.
Efesios 6:11-17
¿De dónde viene tu bendición? Del Cielo y las huestes espirituales de maldad de las regiones celestes impedirán que llegue la bendición.
El enemigo utiliza la gente para ponerte mal a ti.
Santiago 4:7; Juan 10:10; Lucas 10:19; Romanos 8:35-39



domingo, 12 de junio de 2011

Camina con el Señor tomado de Su mano

12/06/11
Predicador: Diego Flores

Un día declaré que predicaría, y hoy se cumple.
El Señor habló a mi corazón esta Palabra de Dios.
A veces nosotros llevamos a Jesús de la mano.
Génesis 6:5-14
Todos tenemos que estar preparados para compartir la Palabra de Dios.
Noé era justo, perfecto y caminó con Dios. Tomó la mano del Señor y nunca dudó.
Proverbios 10:9
Debemos ser íntegros para andar confiado.
Isaías 2:5
El que viene a la Iglesia andará en Luz.
Zacarías 10:12
Jehová dice que nos fortalecerá.
Estas tres condiciones tuvo Noé.
Para caminar con Dios, hay que obedecerle. Pero para ello hay que conocerlo; saber Quién es Él. Conozco a Dios por medio de Su palabra. La Biblia es Su regalo para nosotros.
Noé oraba a Dios para comunicarse, para buscar Su guía, porque Dios quiere ayudarnos.
Quién quiere que Le obedezcamos tiene Sus propias reglas, que son Sus mandamientos.
Noé tuvo en cuenta muchas cosas para poder caminar con Dios y cumplir con lo que le ordenaba.
Esta es la línea de largada para caminar con Dios.
Noé se esforzó para dar lo mejor de sí. Dios no nos lleva de Su mano a la rastra, sino con cuidado. Y esto debe ser mutuo. Para esforzarse hay que estar marchando, siendo diligente, trabajando motivado y con los demás hermanos.
Nuestro esfuerzo debe ser regular. No solamente los domingos, sino que todos los días estemos alimentándonos con Su palabra.
Lo más importante del esfuerzo, no es realizarlo con nuestras propias fuerzas, sino con la guía del Espíritu Santo que nos guiará a toda verdad; y además nos permitirá discernir lo que hicimos mal para cambiar.
Al obedecer a Dios, camino con la guía del Espíritu Santo. Y Dios comienza abrir puertas y tú ves la bendición en salud, en la economía, en la familia. Todo porque caminamos creyendo en un Dios grande.
Cuando Dios abre una puerta, abre una oportunidad.
La carne corrompe todo camino, dando la espalda a Dios.
Debemos estar preparados para la prueba, para no corromper el camino del Señor.
¿Usted cree que a Dios le agrada que una oveja se aparte de Su camino? Dios se pone triste.
El camino del Señor es perfecto.
En cuanto a las pruebas, Él sabe que podemos atravesar el desierto tomados de Él.
El Señor nos dio una armadura para batallar; un casco, una coraza, cinto, calzado y Espada.
Dios nos da toda la fortaleza. Entones; ¿quién podrá contra nosotros?
Es importante estar preparado para la prueba con la armadura puesta, para caminar en fe y triunfar.
Trabaja siempre con la Espada en una mano. El Señor dice que siempre debes estar en alerta, comunicándote con Él para que tú digas lo justo y cuándo decirlo. Debemos estar atentos a lo que nos dice.
A veces tienes una prueba y de inmediato quieres una Palabra, pero para ello deberás estar atento.
A veces queremos ya la bendición, en lugar de esperar pacientemente en Él, porque la prueba lleva un proceso y hay cosas arraigadas en nosotros. Pregúntale al Señor: “para qué”, búscalo en ayuno porque Dios quiere que camines de la mano de Él.
Debemos creer en Su palabra con fe, y que Su promesa se cumplirá. Tienes que tomar la Palabra de Dios y guardarla en el corazón.
Recordemos las tres condiciones que tuvo Noé: “obediente, esforzado y preparado para la prueba.”
Noé obedeció a Dios y construyó el arca. Caminó con Dios, no dudó, ni maldijo, no dijo: “por qué a mi”; y además estuvo firme en la fe.
Noé se esforzó en la construcción del arca y obedeció a Dios en cuanto a los materiales a utilizar, las características y a los animales que pondría en ella.
Noé obedeció y caminó en el Señor, pero para ello tuvo que obedecer y hablar con Él.
Noé estaba preparado cuando llegó el diluvio. Estaba preparado para la prueba creyendo con fe en Su palabra.
La prueba es para que tu espíritu se llene de Su presencia, porque la carne no quiere entender.
Tu mirada debe estar siempre en Jesús, declarando bendición, declarando victoria, declarando que sin Él no puedes caminar.
Cuando saltas obstáculos, llega la bendición.
El Señor quiere que seas esforzado y valiente, porque a veces no entendemos a Dios. Pero Él nos da discernimiento (de lo que es bueno y de lo que es malo. Hebreos 5:14).
Tu pensamiento debe declarar bendición. La bendición es el resultado de la prueba, de haber caminado tomado de la mano del Señor. La bendición está en el Cielo y la fe es el brazo para tomarla.
La bendición es el resultado de haber caminado con el Señor, tomado de su mano.
Siempre hay que dar gracias al Señor. Muchas veces hubo problemas en la familia e incluso de comida. Pero el Señor nos levanta y por ello hay que dar gracias, porque si no hubiera conocido al Señor, hubiera corrompido el camino.
El Señor siempre llega a tiempo y nos hace victorioso.
Por la bendición que recibes, hay que darle gracias a Dios.
La bendición que recibes es para que anheles más. Hay otra bendición que te espera. La bendición que recibes no es para que te estanques. Tu mente tiene que ser de crecimiento y de continuo avance, caminando con Dios.
La bendición que recibes tiene que servir para bendecir a otros, para que aprendan de ti de que hay un Dios grande que ayuda al deprimido, al que está solo.
A cada uno de nosotros el Señor nos habló y se enciende la llama del avivamiento del Espíritu Santo.
La bendición tiene que ser un estímulo para crecer permanentemente en economía, en las relaciones familiares, para motivar en otros de que hay un Dios grande en tu vida.
Dios no es una religión, sino un estilo de vida.
Que en esta mañana podamos determinarnos en caminar tomado de la mano con Él desde la mañana. El Señor dice: “Tómate de Mi mano hijo mío y caminemos”.

domingo, 5 de junio de 2011

Que tu motivación siempre sea la esperanza puesta en Dios, a pesar de las circunstancias

03/06/11
Predicador: Rubén López

Eclesiastés 12:1
No digas que no tienes contentamiento o alegría en los días malos. Más bien acuérdate de Dios para cumplir el propósito de Dios en tu vida. Que no lleguemos a la vejez diciendo que no tenemos contentamiento.
Jueces 10:10-14
Aquí vemos que los hijos de Israel se apartaron de los caminos de Dios, en pos de ídolos. Como consecuencia de ello, Dios los entregó a los filisteos por 18 años. Pero a Dios le dolió esta decisión a causa de la aflicción del pueblo.
Jueces 10:15-18
Todo pecado tiene su consecuencia. Sin embargo el pueblo reconoció el pecado y los ancianos de Galaad se reunieron para escoger al caudillo del pueblo y al jefe del ejército que  luchase contra los amonitas. Pensaron en Jefté porque Dios le dijo que él era un varón esforzado, valiente y temeroso de Dios.
El Señor siempre tiene un instrumento para reconciliarnos con Él.
Jueces 11:1-3
Jefté era hijo de una prostituta y su padre era el mismo Galaad y los medios hermanos cuando crecieron, entró la codicia y la maldad en sus vidas, lo echaron para que no heredase nada de Galaad.
¿Qué hubieras hecho tú en lugar de Jefté, si te tratan mal y te corren de tu casa?
Jefté se fue a otra tierra y se juntaron con él, varones ociosos. Ocioso es aquél que no hace nada, que no tiene trabajo o sin hacer algo o que no tiene uso, ni ejercicio de aquello a que está destinado. (Es decir que vinieron a Jefté hombres ociosos para hacer algo. Recuerda que Jefté era temeroso de Dios, esforzado y valiente en buscar la dirección de Dios. Jefté les predicó, les habló de Dios y el Espíritu Santo obró en esas vidas, porque Dios dá vida a los muertos.)
Lo principal de esta historia es que tú tienes que saber cuál es el propósito de Dios en tu vida para que no digas en tu vejez que no tienes alegría.
Jefté tenía un propósito a pesar de que fue despreciado por sus hermanos. Jefté se juntó con otros varones que estaban ociosos, es decir con vagos que no hacían nada, que no les importaba nada. Y esto aconteció porque Jefté había recibido una palabra mala de parte de su familia.
Regresemos a los versículos 4-5. Dice que volvió la guerra al pueblo de Israel, y los ancianos mandaron a buscar a Jefté para que sea capitán y combata contra los amonitas. El propósito de Jefté era cuidar el pueblo de Israel.
Así como Jefté, tú tendrás pruebas pero confía en Jesús que ha vencido al mundo. Jesús ha prometido estar contigo todos los días de tu vida, hasta el fin del mundo (Juan 16:33).
Jefté no se quedó con la palabra sembrada por sus hermanos. Pero si supo perdonar, al dejar los problemas en Cristo para no arrastrarlos. Jefté reconoció que era útil para sus hermanos.
vv6 Dios premió a Jefté por humillarse en Su presencia y por ser humilde. Muchas veces tu familia se enoja porque vienes a la Iglesia a alabar a Dios y a escuchar Su palabra. Sin embargo serán los primeros que pidan que ores por un trabajo, por la salud de algún integrante. Pero recuerda que la gloria es siempre para Jesús.
vv7-8 Los ancianos trajeron a Jefté, y Dios lo premió para que sea jefe del ejército.
Juan 10:10
Cuando Jesús habla y te dice que él ha venido para que tú tengas abundancia, se refiere que es en gran cantidad y plenitud. Que nadie y nada robe tus sueños, ni te desvíe de los propósitos en Cristo.
Juan 16:33
En Jesucristo tienes paz para tu vida.
Hebreos 11
Que lindo es leer en la Biblia los nombres de los héroes de la fe y que aparezca tu nombre.
La abundancia está en Cristo, no en ti. Recuerda en motivarte en Dios.
Jefté fue de bendición para una generación.
Lo que tú no ves posible, si lo es en las manos de Dios.
Jefté tenía una condición que agradó el corazón de Dios.
vv9 Puso a Dios en primer lugar. Cuando los ancianos lo mandan a llamar, Jefté les pone una condición porque él dice que si Jehová entregare delante de él sus enemigos, ¿me pondrían como jefe del ejército? Esta era la condición, que Dios estuviese en el asunto.
Jefté no tuvo la culpa de nacer en la condición de una mujer prostituta.
Nuestra motivación debe ser permanente en Dios, a pesar de las pruebas.
1 Pedro 1:3
Tu esperanza tiene que estar puesta siempre en Jesús, a pesar de las pruebas.
¿Por cuánto tiempo a veces tu vida es desalentada? Solamente por un tiempo para que tú veas cómo está tu corazón delante de Dios. La prueba no es nada alentador,a pero tu motivación es Cristo. Tienes que saber que cuando hay motivos en tu vida, el enemigo se levantará para desalentarte y matar tus sueños. Pero Dios te motivará.
Si hay alguien que conoce tu corazón, ese es Dios.
Aquellos que desecharon a Jefté fueron quienes lo restauraron. Pero había una condición: “Si o si Jehová esté en el asunto”.
Tuya es la misericordia, Dios. Tú me llamaste para glorificar Tu nombre. Tú dices que es necesario que yo pase por pruebas para que la crezca en Jesús.
Tu mochila de problemas tienes que entregarla a Dios para que restaure todo lo que ha acontecido y te haya hecho desmayar.
Que lo que confiese tu boca no sea una emoción, sino en Jesús.
El Señor comenzó una obra en ti para que seas lleno de Su plenitud.
Si hay tiempos de angustia, dejalo en los pies de Jesús.
Si has hecho este acto de fe, confiésate diferente. Las cosas que acontecieron en tu vida fueron como aguas que pasaron.
Declárate lleno de Su presencia, levanta tus manos y adora Su presencia.