domingo, 24 de abril de 2011

Dios enaltece a Sus hijos que Le aman de todo corazón

24/04/11
Predicador: Edinson Pinedo

Cuando Dios crea al mundo lo hace en seis etapas, no en seis días humanos.
Para el humano cada día lo marca la salida y entrada del sol. Pero el sol fue creado en el cuarto día.
Génesis 1:14-19
Dios llama a la luz día, y a la oscuridad noche. Para Dios un día es como mil años, es decir un día de Dios no es igual que un día humano.
Dios creó al mundo en etapas. Dios no vive en el tiempo, por lo que Él es eterno porque no tiene principio ni fin.
Dios luego de la creación, la revisó y como vió que era bueno, descanzó lo que había hecho. Su obra recién la puso en ejecuición al octavo día de su creación.
Cuando el hombre pecó, Dios pensó en una solución, la de que viniese Su único hijo para morir y resucitar al tercer día.
Hechos 20:7
El domingo es el primer día de la semana. Cuando tú vienes a la Iglesia, tienes que hacerlo preparado con una cultura de conciencia de Dios para separar el día, adorando a Dios.
Jesús al morir estuvo tres días entre los muertos y resucitó al octavo día.
Jesús no vino al mundo a guardar el sábado, sino a cumplir la Ley. Jesucristo al cumplir la Ley, se hace responsable de toda la Ley. Es por ello que nosotros como cristianos podemos disfrutar de la bendición, porque Cristo cumplió la Ley por ti. Y es por ello que hacemos todos los días, el día de Jesús.
Ester 6:1-11
Cuando el rey Asuero no podía dormir, mandó a sus servidores que trajeran el libro de las crónicas de la vida del rey. Entre esas crónicas se encontraba el nombre de Mardoqueo que había salvado a Asuero, al delatar a los eunucos del rey que tramaban asesinarlo.
La resurrección de Cristo trajo una bendición para quienes le creen; abre las puertas de bendición, trae la victoria en la cruz. Cuando Cristo resucita, una de las Marías se dirige a la tumba a buscar a Jesús. Y cuando se da cuenta ve a Jesús y le quiso tocar, pero le pidió que no lo hiciera porque aún no había ascendido a darle la primicia al Padre.
El enemigo fue pisado en la cabeza cuando Jesús resucitó. Cuando Jesús asciende, le habrá dicho al Padre: “Padre la obra está completa, y todo aquél que crea en mi será salvo y yo seré su Pastor.”
Cuando la obra está completa, vendrá la bendición. Cristo derramó su sangre por ti, esto es la redención para que quede en manos del dueño.
Jesús te rescató de las manos ajenas del enemigo. Cristo te rescató y te trajo a su luz admirable para que disfrutes de todo lo que Dios ha preparado.
La salvación es para que escapes del infierno ardiente, para que hoy disfrutes de las bendiciones del Reino Celestial.
Si usted solo viene a la Iglesia por las bendiciones, le digo que usted está equivocadp. La bendición es una consecuencia de la salvación al recibir a Jesús como Señor y salvador personal.
La persona que ama a Dios, ha disfrutado de la salvación y es la que ora por aquél que sufre sin Cristo.
Cristo resucitó y está en nosotros, y nosotros en él. La salvación es gratuita, no es por mérito de obras.
Efesios 2:8
La salvación es por gracia, y no por obras, porque estas no cuenta sino tu genuino arrepentimiento por fe, porque has decidido amar a Dios.
Dios te llamó con un propósito, el de ir y predicar el evangelio por todo el mundo. Usted no ha sido salvo por gusto, sino para cumplir el propósito de Dios. Llevas el mensaje cuando caminas, cuando trabajas, con tus acciones, con tus responsabilidades.
El libro de Ester muestra al pueblo de Dios subyugado al pecado. El pecado es sutíl y te aleja de los planes de Dios. Y en algún momento te darás cuenta que estás afuera de los propósitos de Dios.
En lo que has infringido, en algún momento tendrás que pagarlo. Dios trae la bendición para aquellos que hacen lo correcto.
Hay gente que tiene la oportunidad de regresar a Dios. Sin embargo no regresan porque aman a Egipto.
Toda división causa debilitamiento en el poder.
Estando el rey en un banquete para hombres, se le ocurre pedirle a la reyna Vasti para que modelara delante de él. Pero la reina no lo hizo porque no era lo correcto.
Hay veces que por pudor no conviene hacer ciertas cosas, porque se ofende la presencia de Dios. A Vasti siempre la consideraron una mujer engreída, pero prefirió perder su corona antes que presentarse desnuda en un banquete para hombres.
Cuando el rey Asuero destronó a Vasti, realiza un certamen para elegir una nueva reina, y lo gana Ester, una mujer que sería utilizada por Dios.
Los eunucos del rey quisieron complotar y matar al rey, pero Mardoqueo, el primo de Ester, le dice al rey lo que estaban tramando hacer sus servidores.
Mardoqueo no fue chismozo, porque Dios mismo lo respaldó porque era legítimo.
Pasaron los años y el principal del rey, llamado Amán abligaba a Mardoque a que lo adorara en público. Mardoqueo era la piedra en el zapato de Amán, quién a causa de esto mandó a preparar una horca. (Ester 5:14)
Pero como el Señor es grande y además guarda el pacto con Sus hijos que Le aman de todo corazón, de que estaría con ellos todos los días hasta el fin del mundo.
Aquella misma noche (vv6) el rey Asuero no podía dormir porque estaba preocupado, y pidió que le trajeran el libro de las memorias, las historias que habían pasado en la vida del rey.
Cuando el enemigo prepara una horca para ti, Dios en cambio prepara algo para ponerte en alto.
Cristo resucitó para que nosotros tengamos la victoria. Este es el tiempo de bendición.
Los libros se abrirán y no envano has buscado al Señor en ayuno, orando. Dios te recompensará porque tú eres especial.

domingo, 17 de abril de 2011

Necesitas nacer de nuevo para que vivas ahora en el Reino de Dios

17/04/11
Predicador: Jerry Haas

Juan 3:1-21
Nicodemo era un fariseo, un hombre que ocupaba un cargo importante al impartir justicia, como si estuviese en nuestros días, en la Corte Suprema.
Escudriñaba las leyes porque era un juez del pueblo de Israel. Pensaba y pasaba el tiempo sumergido en las Escrituras, para tener la certeza de aplicar bien la ley. Una noche el Espíritu Santo lo lleva a buscar a Jesús, y se dirige a él y le llama raví, es decir reconoce a Jesús como maestro.
Jesucristo era un trabajador y Nicodemo, como hombre distinguido, sabía que Jesús tiene un conocimiento específico. Lo segundo que hace Nicodemo es declarar que Jesùs viene de parte de Dios.
Ahora piensen esto: Nicodemo reconoce a Jesús como su maestro, y está dispuesto a ser su alumno.
Cuando recibismos un cumplido por parte de alguien, lo que hacemos es minimizarlo. Pero Jesús tenía un propósito, la que Nicodemo naciera de nuevo para que vea el Reino de Dios.
¿Qué es el reino de Dios? Lo descubrimos en Romanos 14:17 El Reino de Dios es paz, alegría y justicia. Es lo opuesto a lo que hay en el mundo. Estas cosas son de Dios, y sucede cuando la relación entre el hombre y Dios es restaurada.
Jesucristo le dice a Nicodemo que no puede obtener gozo, paz y justicia si no es restaurado. Pero Nicodemo no entendía, y es por ello que pregunta por el nacimiento físico y no por el espiritual. Esa fue su pregunta natural.
Jesucristo le aclara por segunda vez, tratando de que entendiese lo que él decía: que Nicodemo tenía que nacer de espìritu y agua.
No te sorprendas que tú tienes que nacer de nuevo, porque tu espíritu tiene que nacer del Reino de Dios.
Todos hemos nacido físicamente en un tiempo. Nicodemo no entendía, y por ello Jesucristo ilustra cómo es el nacimiento espiritual. El nacimiento espiritual es como el viento. No puedes ver al viento, así es el que nace del espíritu, y sin embargo tú podrás ver el efecto del viento. Así pasa con el nacimiento espiritual. Y este cambio lo podemos ver cuando nos arrepentimos y somos hijos y coherederos del Dios altísimo.
Nicodemo estaba separado de Dios y su próxima repuesta fue un apregunta: ¿cómo pueden ser estas cosas?
Nicodemo no entendía la verdad de las Escrituras porque era un religioso.
Así como Nicodemo, Dios pondrá gente delante de ti para que tú le digas la verdad con el propósito de que entienda el naciemiento en Dios.
A esta pregunta de Nicodemo, Jesús le responde lo siguiente: Siendo vos el maestro de matemáticas, ¿no sabes sumar? ¿Qué le estás enseñando a la gente?
Jesús comienza a explicar que a toda persona que le cree, tendrá vida eterna. (Juan 3:16-17). Porque Jesús vino para que el mundo sea salvado, no condenado.
Nicodemo necesitaba un cambio y Jesús lo haría. Ese cambio era que creyese en Jesús para que no sea condenado, porque el que no cree ya está condenado.
¿Hay una razón para no aceptar a Jesús? Jesús lo hace muy sencillo.
¿Por qué hay personas que rechazan el evangelio, el gozo, la paz, la justicia y una relación con Dios y con el Espíritu Santo?
La razón por la que rechazan a Jesús es porque odian la luz y no quieren que sus obras no se expongan para seguir disfrutando de sus pecados. Pero por ello hay un castigo, la separación de Dios por la vida eterna.
Luego de la explicación de Jesús, vino un tiempo en que el Mesías fue condenado a muerte, pero hubo una persona que se levantó en contra de los fariseos y preguntó que cómo sería condenado si no han escuchado al sentenciado, ni han explicado las razones para crucificarlo.
Nicodemo fue en contra de la religión y se paró en medio de sus compañeros.
Cuando Jesucristo muere en la cruz, Nicodemo fue a tomarlo para llevarlo a la tumba. Luego de unos días, Nicodemo sabía que Jesucristo había muerto, pero se enteró de que el sepulcro estaba vacío.
Como Pastor, mi motivación es que si no naciste de nuevo, necsitas nacer de nuevo independientemente de la situación económica.
La Gloria de Dios es Su presencia en nuestras vidas, y cuando pecamos la relación se rompe. Cuando la Biblia habla de la muerte, no sólo se refiere a la física sino también de la espiritual, porque la paga del pecado es la muerte, la separación de Dios.
El regalo de parte de Dios para ti es la vida eterna. Pero será regalo cuando lo aceptes y nunca más vuelvas a reclamar el regalo. Porque de ser así la vida eterna no sería un regalo, sino más bien un préstamo.
El amor de Dios nunca se minimiza porque Él respeta tu decisión, y es por ello que tendrás que arrepentirte para volver a Jesús y reconocerlo como el Señor de tu vida.
Jesús se levantó de entre los muertos, por lo que también te podrá dar vida eterna. La decisión es tuya.
Cuando Nicodemo fue a ver a Jesús, nunca imaginó que la repuesta que buscaba era que se arrepintiera.
La responsabilidad de dar a conocer esta verdad es tuya.
Pídele a Dios que te diga si hubo un día específico cuando te arrepentiste y reconoiste a Jesús en tu vida.
¿Puedes recordar ese día en tu vida? ¿Estabas solo? ¿Estabas caminando cuando necesitabas de Jesús?

sábado, 16 de abril de 2011

Jesús explica el valor de una vida por medio de parábolas para que tú lo entiendas

16/04/11
Predicador: Jerry Haas

Si como cristianos creyéramos como ve Jesús, veríamos como Jesús quien enseñaba por medio de parábolas.
Lucas 15:1-24
Entendemos por medio del evangelio que Jesús pasaba tiempo entre la gente, y no con los líderes religiosos, debido a que la gente necesitaba de su mensaje.
Pero un día hubo líderes religiosos entre la gente. Jesús se reunía con aquellos que necesitaban de su ayuda para ser enseñados. Y en esas circunstancias, Jesús contó tres parábolas, porque las almas perdidas les interesa a Jesús.
En cada parábola hubo de gran valor que se había perdido.
En términos económicos, en la primer parábola, la oveja reproduce a otras ovejas, y estas a otras, y así sucesivamente para que el pastor vendiera ovejas y sustentara a su familia; porque estas ovejas eran de gran valor.
En la segunda parábola, la mujer buscaba el décimo de su herencia. Para ella era lo que sustentaría su vida. Además representaba algo de valor, es por ello que no espero hasta que amaneciera para comenzar la búsqueda, sino que inmediatamente encendió una lámpara, barrió mirando con sumo cuidado el piso.
En la tercer parábola, uno de los tres hijos reclamó la parte de su herencia al padre. El padre accedió, y el hijo decidió irse para vivir una vida depravada. ¿Cuál era el valor para el padre de que volviera a su casa sin nada? La relación padre – hijo era de gran valor, y no era opción del padre la de restaurar la relación. El padre observaba diligentemente y a lo lejos, con la esperanza de que su hijo regresara.
En cada parábola vemos que Jesús relata que algo de gran valor se había perdido, y necesitaba una búsqueda detallada hasta encontrarla.
Lo tercero que vemos es que cuando se encontró lo que se había perdido, hubo fiesta, celebración.
En la primer parábola, el pastor llamó a todos sus amigos para que se regocijaran junto a él. Luego Jesús dijo que de igual manera que el pastor, hay mayor gozo en Los Cielos por un pecador que se arrepiente, más que por 99 justos.
Cuando la mujer encontró la moneda, reunió a sus vecinas y amigas para que se regocijaran junto a ella.
Toda la celebración que podemos imaginar al leer el relato del regreso del hijo pródigo, comienza cuando el padre lo divisa en el horizonte, que a pesar que el relato no describe en que condiciones regresaba; debe haber estado delgado, con la vestimenta rota y sucia. Sin embargo el padre corrió hacia su encuentro y cayó al piso postrado a los pies. El padre restauró el lugar que ocupaba el hijo dentro de la familia. Pero al hijo mayor no le gustó lo que hizo el padre, quién le explica las razones (vv31-32). El padre no podía ocultar el gozo porque el hijo estaba muerto en sus pecados, y hoy lo encontró vivo nuevamente.
Jesús dice que hay una verdad y que es la que él vino a buscar a los perdidos en la Iglesia. Pero tantas veces fallamos en este intento de buscar al perdido porque no comprendemos el valor de un alma.
Jesús fue golpeado, azotado por los soldados romanos, desgarra su piel, y una gran corona de espinas fue puesta en su cabeza. Como si no fuese suficiente, le obligaron a caminar con una cruz pesada y le pusieron clavos en sus pies y manos. Jesús estaba desnudo en la cruz para que sea visto por todos.
La muerte en la cruz fue una muerte perversa. Si el sentenciado no se moría rápido, los soldados romanos le pegaban en las rodillas, porque por medio de ellas hacían fuerza para no ahogarse con sangre, al apoyarse en sus brazos.
¿Qué padre permitiría una muerte de un hijo? Es para que veamos el valor de un alma.
Jesús no tuvo miedo de ir a la cruz por ti. ¿Tú lo cuentas afuera?
¿Qué tan avergonzado estarías tú, si nadie te amara suficiente para hablar de Jesús?
Cuando no compartes de Jesús a otros, es porque eres egoista al no importarte por los demás, ya que pensarás que Jesús murió solo por ti y por ti.
Pero Jesús quiere decirnos, por medio de estas parábolas, la importancia de un alma para que tú busques al perdido de igual manera cómo cada uno de los protagonistas de las parábolas.
Este trabajo es tuyo porque es tu gran comisión y tu responsabilidad ser un modelo de Jesús, entender tu responsabilidad y ser diligente en buscar al alma perdida sin quejas.
Jesús no vino a construir Iglesias, sino a buscar y salvar los perdidos. Cuando tú recibiste al Señor hubo fiesta en Los Cielos.
El Espíritu Santo buscó, rastreó a Jerry y se gozó. Jerry sabe lo que es estar lejos de Dios. Te imploro para que tú entiendas lo importante que es el valor del alma perdida.
A veces jugamos con el evangelio porque a veces tenemos la oportunidad de hablar al perdido y no lo hacemos porque nos olvidamos del alma perdida.
Tú debes ser una luz para todas las clases sociales y para todas las edades, sean estos niños, jóvenes, ancianos, pobres o ricos. Tienes que ocuparte de los negocios de Dios.
Una persona perdida es un alma que no ha puesto su fe en Jesús. Para ello hay que arrepentirse. Arrepentirse es cambiar la dirección de los pecados espirituales, y comenzar a confiar a Jesús nuestras vidas; y tomar este trabajo como tu prioridad en tu vida, y creer en las buenas noticias de Jesús.
Pídele a Dios que abra tu corazón. Cree que Jesús murió por ti.

viernes, 15 de abril de 2011

El matrimonio como el fundamento de la familia

15/04/11
Predicador: Jerry Haas

Aconsejo a la Iglesia que oren por sus Pastores porque el malvado siempre ataca a los líderes. Oren para que cada día Edinson se ponga toda la armadura de Dios.
Hoy les quiero hablar sobre la familia.
En nuestros días el mundo dice que el matrimonio no es necesario, por lo que cohabitan para experimentar como funciona la relación para recién tomar la responsabilidad. También el hombre intenta legislar la unión entre personas del mismo sexo. Es decir el hombre trata de redefinir el concepto del matrimonio.
Génesis 2:15-24
Cuando Dios creó a Adán lo puso en el Edén y le dió toda autoridad. Pero le faltaba la ayuda idónea.
Luego que Adán le pusiera nombre a todos los animales, Dios hizo que entrara en un sueño profundo. Por esto el hombre deja a su padre y madre para unirse a su mujer y ser una sola carne.
Para Adán no había padre ni madre, pero Dios sabía que habría un progreso natural de la especie humana. Este progreso se daría en la familia, un padre y una madre.
Es decir el hombre se unió a su mujer, no a sus mujeres. Este es el plan de Dios, es decir un hombre y una mujer unidos en matrimonio.
En la cultura del mundo de hoy está bien que haya matrimonios homogéneos, quitando el propósito de Dios de que el humano se multiplique en la tierra.
Pero también existe la figura del concubinato, antes de comprometerse con el matrimonio.
Pero Dios ordena el matrimonio entre hombre y mujer que sea para toda la vida.
Éxodo 20:14
Dios le dice a Moisés para que ordenase al pueblo de que “no cometan adulterio”. Ello significa que había adulterio por entonces. El adulterio se define como las relaciones sexuales fuera del vínculo matrimonial.
El vv17 dice “no codicies la mujer de tu prójimo”. Este mandato nos vuelve a la relación original del matrimonio como institución.
Lo sobrenatural del matrimonio es que somos una sola carne. Pero nosotros no vivimos en un mundo perfecto, sino en un mundo en el que la relación matrimonial se rompe. Dios sabe esto.
Hay muchas presiones en el matrimonio pero la más grande es el dinero por el cual ambos trabajan, y además genera que los cónyuges no se vean todo el día. Pero que ambos cónyuges trabajen es una opción.
Tú como esposo y tu esposa tienen que tomar una decisión en relación a sus hijos: la de criarlos.
Dios tiene un rol específico para cada integrante del matrimonio, y esto depende de cuánto creemos en Dios, de reducir gastos innecesario, y de determinar si los dos tienen que trabajar.
Como pareja tienen que decidir como será su relación en el hogar.
El enemigo pone en el trabajo presiones y distracciones en ambos cónyuges, y más aún si tienen hijos. Cuando acontece estas presiones y distracciones, el hombre busca a otra mujer para contarle sus problemas. Y de igual manera la mujer. Esto indeclinablemente lleva al adulterio, a la ruptura del matrimonio y como consecuencia de ello, también la familia misma. De esta manera el matrimonio se destruye y el testimonio, más aún de un matrimonio creyente, se arruina para la comunidad.
El testimonio depende de las decisiones que tomamos. Los motivo que como esposos, nada debe separarlos, porque Dios los ha unido.
Ni que sus trabajos, ni sus hijos sean la prioridad, sino Dios. La prioridad del matrimonio debe ser Dios para que ustedes sean los líderes espirituales del hogar, para que involucren a sus hijos en la Iglesia, dentro de la relación familiar y entre los esposos mismos.
Efesios 5:15-20
En este pasaje Dios habla como quiere que tengamos relaciones con los diferentes vínculos.
Debemos ser sabios en nuestros vínculos, sabios, no necios.
No serán necios porque Dios nos sella con el Espíritu Santo, y nos llena, y nos guía, y habilita a caminar en la verdad.
Efesios 5:22-23
La sumisión y el respeto de los esposos supone el sacrificio en amor, a lo que llamo “amor sacrificial”.
El amor sacrificial puede ser definido cuando tus necesidades son acomodadas a las necesidades de tu esposa, pero no así los caprichos.
Es necesario que ambos cónyuges pasen un tiempo juntos, y pregúntale a tu esposa cuales son sus necesidades. ¿Será que sea valorada, respetada, amada, o sentir seguridad en la familia?
Tu responsabilidad como hombre es atender las necesidades de tu esposa. Pero no me refiero a las relaciones sexuales.
Tú como esposa necesitas expresar tus sentimientos a tu marido para que él pueda amarte sacrificialmente.
Una de las cosas que tu esposo necesita es que lo motives. Es más fácil quejarse en el matrimonio, pero no reconocemos cuando un cónyuge hace algo bien, porque ambos necesitan ser aprobados por el otro. Si tú no descubres la necesidad de tu esposa, ella buscará a alguien que si la comprenda.
Esposas, necesitan saber que él necesita reconocimiento para que te ame sacrificialmente.
Otra cosa que él necesita es el sexo, cumplir con los votos matrimoniales. Tú como esposo necesitas saber que no puedes motivar a tu esposa simplemente tomándola, sino que tienes que darle afecto por fuera de la relación sexual.
La relación sexual tiene que ser disfrutable dentro de los límites del amor que Dios nos instruye.
Si tienen hijos, estos traen a la familia una dinámica particular porque la relación se restringe entre las esposas.
En referencia a la relación padres e hijos vamos a leer el siguiente pasaje de las Escrituras.
Efesios 6:1-4
Acuérdate lo que les dijo el Señor a los hijos: honren a sus padres. La relación con sus padres no se termina cuando nos casamos. Es muy probable que no tengas buenas relaciones con los padres, pero Dios no nos da ninguna excusa, a pesar de las circunstancias.
Tus hijos observan más las cosas que haces, más que lo que decidís.
¿Cómo disciplinar en el Señor?
El Señor es claro en Su palabra, porque dice padre, no dice madre. Tú como padre tienes la obligación de ser el líder espiritual del hogar para que tus hijos sean hombres y mujeres de Dios, y además necesitan ser rodeados por hombres y mujeres de Dios.
Tu liderazgo necesita ser entrenado y además necesitas ser afectuoso con tus hijos.
La buena conducta acarrea buenas consecuencias. De igual manera lo malo.
Es una opción decirle a los hijos las consecuencias que acarrea una mala conducta, pero aunque cueste, ellos deberían entender las consecuencias.
Tú como padre no necesitas exasperar ni irritar a tus hijos, sino entrenarlos, moldearlos con ejemplos, viviendo la Palabra por medio del poder transformador de Jesucristo, aquí en su Jerusalén.
Ahora si tú no eres el líder espiritual de tu hogar, yo te pregunto: ¿por qué?

jueves, 14 de abril de 2011

Dios quiere sacarnos del analfetismo del conocimiento de Su Palabra

14/04/11
Predicador: Jerry Haas

Hechos 17:10-13
Dios me trajo a este pasaje de la Biblia y llamo mi atención que la gente de Berea examinaba constantemente las Escrituras. Pero ¿cómo lo hacían?
Esto me llevó a una búsqueda de estudiar constantemente la Biblia. Empecé a buscar libros que me enseñaran reglas de interpretación hasta inquirir en el evangelismo, misiones, discipulados. Y todo durante este tiempo me rodeé de gente sabia.
Obtuve como conclusión de ese tiempo, que la gente en Estados Unidos no examinaban las escrituras; porque ni siquiera serían abiertas hasta el fin de semana siguiente en el que asisitirían a la Iglesia.
Y esto sucedía porque los cristianos no estaban preparados, es decir había analfetismo bíblico. De no ser así, la gente no vivirían vidas terribles. Entonces le pregunte al Señor que por qué me mostraba este pasaje bíblico.
Luego de esto, un hermano en la fe fue a mi trabajo para entrenar líderes de pastores y me dijo: “tú sabes que hay un problema, ¿y qué vas hacer con ello?”
Entendí que el Señor me estaba mostrando que debía establecer institutos bíblicos para aplicar la Palabra de Dios a las vidas de la gente y a las vidas de quienes enseñarían.
Cuando leí la Palabra de Dios en Hechos 17:10-13, Dios me estaba mostrando este pasaje para que lo aplicara a mi vida, para que examine las Escrituras día y noche.
Cada uno de ustedes, como miembros del Instituto Bíblico, son diferentes porque estudian la Biblia.
Hechos 1:8
Jesús lo que estaba diciendo a la Iglesia, era que cada uno de ustedes serán los testigos de Jesús en donde vivan ahora. Esa es tu Jerusalén. Pero lo que hizzo el publo de Dios por entonces, fue lo contrario. Lo vemos en Hechos 8:1
Por ello Dios permitió una gran persecución. Ese es el peligro, quedarnos cómodos y no hacemos lo que nos encomendó Jesús, ser sus testigos.
Mateo 28:16-20
Jesús nos dió una comisión de ir y hacer discípulos, enseñando todo lo que Dios nos mandó a obedecer.
Si no lo estás haciendo, allí está el peligro de no ser un discípulo de Dios verdadero, un testigo de Jesús, de tener el corazón para Dios.
No esperes a la persecución para recién moverte en los caminos de Dios.
Dios sabe quien eres tú, te ha dado talento y Su espíritu para que seas usado por Dios.
Mi motivación como Pastor es que tú seas como el pueblo de Berea estudiando la Biblia, que obedezcas a Jesús, haciendo discípulos y enseñando todo lo que Dios te mandó hacer.
Dios te usará como una luz para superar la oscuridad.
Pero ¿cómo puedes confiar en la Biblia teniendo muchos escritores y un solo Autor?
La primera evidencia es la evidencia del Manuscrito que nos muestra que es confiable.
La segunda evidencia es arqueológica. Nunca hubo un hallazgo que contradijiera lo que mencionan las Escrituras. Por ejemplo la ciudad de Tiro fue desvastada por Dios y hoy no existe más que desolación en esa geografía.
La tercer evidencia son las profecías cumplidas.
La cuarta evidencia son las probabilidades estadísticas de las profecías de Jesús.

domingo, 10 de abril de 2011

Dios va delante de los humildes de espíritu

10/04/11
Predicadora: Iris Juárez

Dios ha dado dones y talentos para Su Iglesia en este tiempo. Estamos viviendo lo profetizado por Joel en donde los jóvenes profetizarán y los adultos tendrán sueños específicos.
Isaías 45:1-3
En este versículo escribe tu nombre, donde dice: “Así dice Jehová a su ungido, a Fernando, al cual tome por tu mano derecha.....”
Cuando Dios abre y cierra puertas, nadie las podrá cerrar y abrir.
La visita de Jerry Haas es una puerta que se abre, y Dios mismo será Él que vaya adelante enderezando los caminos para unir El Cielo y la tierra.
Dios quebrantará las puertas de bronce y los cerrojos de hierro; y estas puertas están en nuestros corazones.
Si queremos que Dios vaya delante de nosotros, tendremos que dejar a Dios que ordene la vida de cada uno de nosotros; y como consecuencia de ello Dios nos dará a cada uno de nosotros Sus tesoros.
Cuando veas los matrimonios separados, Dios te utilizará para unir, porque el Señor te revelará los secretos y te los entregará a ti.
Isaías 57:15
Esta palabra es para ti porque Dios quiere que tú cambies primero.
El Dios que tú tienes es Santo y habita con el humilde de espíritu para hacer vivir a los humildes y unificar el corazón de los quebrantados. ¿Sabes por qué?
Porque el espíritu de los humildes están muertos y Dios quiere que vuelvan a tener vida. Dios quiere hacer vivir tu vida, porque quiere que seas humilde y santo.
2 Timoteo 3:1-9
Acá dice el Señor que hoy estamos viniendo tiempos peligrosos porque hay hombres y mujeres amadores de sí mismos, ávaros, vanagloriosos, soberbios, desobedientes a los padres, impíos, sin afecto natural, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados y amadores de los deleites màs que de Dios.
Todos estos tipos de personas que describe 2 Timoteo están aquí en la Iglesia.
Pero Dios vino a enderezar lo torcido. Si tú analizas esta porción de las Escrituras, sabrás que tienes algo de toda esta lista.
Es así que esta clase de personas van adelante y Dios detrás. Pero Dios por medio de Su Palabra lo quiere enderezar.
El amador de sí mismo. Es la persona en cuya boca siempre está el yo. Y cuando un cristiano pone el yo significa que Dios va atrás. Esta persona es la que cree, decide y haces según sus impulsos. Esa es la persona amadora de sí misma. Es la persona autodependiente y que tiene autoconfianza al decir: “yo lo voy hacer”. El autoestima del amador de sí mismo es bajo porque no tiene rumbo y entra en estado depresivo porque no se acepta así mismo. Es el que tiene enfermedades psicosomáticas, es una persona resentida, ansiosa, critica a los demás, vive del pasado pero no vive el hoy.
La persona que tiene el autoestima alto es el que solo lo puede hacer todo. Cuando eres amador de sí mismo, lo que haces es ponerte a la misma altura de Dios.
El que tiene la autoestima baja tiene miedo.
El ávaro. Es la persona que mezquina y que tiene el cocodrilo en el bolsillo. Es una persona que vive limitada para ahorrar y tener más; es la que ama más las posesiones que su familia. La persona que vive con el ávaro, vive una vida aburrida y monótona. El ávaro es una persona mezquina porque dice: “es para mi, para mi y para mi”. ¿Y dónde está Dios ante el ávaro? Atrás.
El vanaglorioso. Es la persona que se jacta de las cosas que hace. No se da cuenta que lo lindo se lo tiene que decir a Dios.
El soberbio. Es la persona que busca constantemente ser reconocido, manifiesta que siempre quiere ser vanidoso. Siente que nunca se equivoca. Es el perfeccionista que se siente perseguido y produce complot con aquellos que no aceptan sus ideas. Detrás de este tipo de personas se encuentra el miedo a ser rechazadas. El soberbio es el altanero, el que aparece por encima de los demás.
El blasfemo. Es una persona que dice injurias a otros, con la Iglesia y contra las Escrituras.
El desobediente a los padres. Dios tiene que enderezar lo torcido para que seas obediente a los padres. (Efesios 6:1) Tienes que honrar a tus padres, y no solamente a uno, te guste o no te guste. Honrar es amar y respetar a los padres. A causa de la desobediencia hay asesinatos entre hijos y padres, hijos que consumen drogas, hijos que se van de la casa. Pero ¿qué es obedecer? Obedecer es oír y poner por obra lo que me dicen mis padres, porque eso agrada a Dios.
El ingrato. Es la persona que no reconoce un beneficio, como por ejemplo la madre que ayudó, que se desveló. El ingrato es la que dice: “no me ayudó, me dejó, me abandonó”. Y sucedió así porque Dios estuvo atrás. El ingrato se olvida lo que hicieron los padres por él o ella. Dios ha elegido tus padres y quiere que los honres.
Díle al Señor: “Padre en el nombre de Jesús te pido que me ayudes a cambiar. Reconozco que en mi hay cosas torcidas y que tú dices palabras que no he hecho caso. Pero ayúdame a caminar y por ello te pido que el Espíritu Santo obre en mi vida para caminar en la verdad. Gracias por la libertad de tu Espíritu.
El impío es el incrédulo que no tiene fe en Dios. Su fe está puesta en la idolatría, es decir todo aquello que ocupa el lugar de Dios.
El sin afecto natural. Son las personas que se matan entre familiares, hermanos, padres e hijos, y no solamente sucede afuera sino también en la Iglesia. Dios no quiere esto. El sin afecto natural es el implacable, es el que tiene el corazón duro, sin piedad, sin remordimientos; es el que no perdona, es el que dice: “me la hizo y la va a pagar”.
El calumniador es el que acusa falsamente con la intención de hacer daño. Es el murmurador, es el mentiroso, difamador, impostor. Es la persona que no habla de frente sino que lo hace despacio y cuando la otra persona está ausente. Es el quejoso. Pero cuando tú te quejas, seguidamente viene la murmuración. Recuerda que la palabra calumniador viene del griego “diabolo” que significa murmurador. Esto es una trampa que pone el enemigo para murmurar y buscar a otro para murmurar y limpiarte. Cuando quieras hablar de la otra persona recuerda la palabra “diabolo”, porque allí está el enemigo. Usa tu boca para bendición o ¿quieres tener el carácter del enemigo?
El intemperante es al que le falta tolerancia y se increspa, no es paciente para esperar. Es el que dice: “¿Cuándo llega? ¡Cuándo me pagan!”
El cruel es la persona que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos ajenos.
El aborrecedor de lo bueno es el que saca a Dios de su vida y hace lo que le da las ganas.
El traidor es la persona que es deleal, infiel, tiene un sentir ingrato.
El impetuoso es la persona que se pone furiosa, violenta, efusiva.
El infatuado es la persona engreida, falto de razón o de entendimiento, lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula. Es la persona que presume, fanfarronea.
El amador de los deleites màs que de Dios es la persona que busca recrearse, complacerse, seducirse y se encanta a sí mismo. Disfruta y luego paga un precio.
Apocalípsis 2:4
Has perdido tu primer amor porque has cambiado a Dios por el “yoismo”.
Si permites que Dios ponga derechos tus caminos, Él irá delante de ti. Díle: “Señor yo lo quiere”.
Todas estas personas no son humildes porque primero se han puesto primero antes que el Señor.