viernes, 29 de enero de 2010

Estudio Bíblico: La importancia de la comunicación en el matrimonio

29/01/10
Maestro: Edinson Pinedo

Efesios 5,2, 28
Hemos estado estudiando la comunicación y las diferencias entre el hombre y la mujer.
Estas frases típicas son maneras que las mujeres pueden llegar a fastidiar al hombre:
“Estos platos no están bien lavados”. “Tu pelo está largo”. “No dejes eso allí que se te va a perder”. “¿Cómo puedes estar así?” “¿Por qué no ordenas las cosas en su lugar?”. “¡No manejes tan rápido!”
La mujer no sabe cómo pedir apoyo, y los hombres no rechazan la solicitud, sino la forma de pedir y el tono de voz empleado.
La tarea no es criticar, ni dar consejos al hombre. La actitud del hombre es la de escuchar con atención lo que dice la mujer.
La crítica se contrarresta con oración, salmos y cánticos.
¿Cómo estimular al sexo opuesto en la vida cotidiana?
El hombre se siente estimulado cuando se lo necesita.
La mujer se siente estimulada cuando se siente apreciada.
Los matrimonios siempre están representados con la luna y las estrellas como lo hermoso.
Así el principio de Dios comienza actuar en la pareja que pueden tomar decisiones juntos, esperar la repuesta de Dios de lo que ha puesto en sus vidas.
Es una bendición nuestras respectivas esposas, nuestros esposos. El temor más profundo del hombre es no ser suficientemente bueno o ser incompetente. Pero cuando venimos a los pies de Cristo, Dios lo pone en su lugar. Los hombres tienen miedo a dar todo su esfuerzo. El hombre sin Cristo es diferente al que lo tiene porque nuestra mente es formada desde niño.
La personalidad de ella está en él y viceversa, porque las personalidades se amalgaman por medio de la intimidad sexual.
El desequilibrio de las familias se debe a que el hombre no tiene el carácter definido porque el hombre tiene relaciones con otras mujeres. Pero hay una solución a la inestabilidad y es por medio de la renuncia y reclamar al Espíritu Santo mí parte de mí ser espiritual para que vuelva. Pero si no recuerdas el nombre, puedes relacionar en lugar y lo devuelves en el nombre de Jesús, para sanar tu alma y para que tu matrimonio sea fructífero.
La personalidad de la otra vida a veces se queda adquirida por medio de las relaciones sexuales. Por ello es necesario renunciar y pedirle al Espíritu Santo para que vuelva a mí la parte que está en la otra persona.
El hombre tiene la gracia de Dios para que el cónyuge sea comprendido.
Cuando Dios toma el control de nosotros, las situaciones de la pareja cambian. Las personas expresan su amor en forma poética.
Tenemos que aprender a confiar en Dios, porque Él no es matemático. Él dice “cree solamente” No debemos ser esclavos del dinero, porque el dinero es hecho por el hombre.
El varón que comienza a creer en Dios, cree que Dios suplirá con riquezas sus necesidades.
La mujer es la ayuda idónea de su esposo, y está en el preciso momento para dar fuerzas.
Vamos a ver las repuestas del hombre:
La esposa dice: “nunca salimos”. El esposo responde: “salimos la semana pasada”.
La esposa dice: “ya no me amas, no me dices cosas lindas”. El esposo responde: “por supuesto que te amo. Por ello estoy aquí”.
La esposa dice: “quiero que seas más cariñoso”. El esposo responde: “¿Estás diciendo que no soy romántico?”
Como tarea de la semana, vamos a practicar ser románticos con la esposa.
Para que se active, tenemos que saber los principios que nos enseña Efesios 5.
Una de las principales quejas de las esposas es que no son escuchadas.
Lo que tú cultivas en tu casa, luego se verá en cualquier lugar. Para ello hay que practicar la comunicación.
El hombre ante los problemas tiende a aislarse y la mujer lo percibe y pregunta. Cuando un hombre está en silencio, la mujer imagina lo peor. Por ejemplo: cuando hay un problema, la mujer pregunta: “¿Qué pasa?” A lo que el hombre responde: “Nada, todo está bien”.
Ante una situación problemática, antes de hablar el esposo con su mujer necesita buscar la dirección de Dios para que ponga paz en su corazón y poder recién hablar con su mujer, y para que ella sea escuchada y comprendida.
Al suplir el hombre la necesidad de que su esposa de ser escuchada, ella podrá ser más independiente en su accionar, teniendo autoridad en sus decisiones.
La autoridad del hombre se manifiesta en la mujer porque es amada, escuchada y tiene el respeto.
En el matrimonio debe haber un equilibrio, cada uno cumpliendo su rol en la familia sin salirse del trabajo en equipo.
Ella necesita cuidado y él confianza y aceptación.
Ella necesita reafirmación. Por ejemplo: el domingo estamos invitados a almorzar. La palabra está dada. Pero antes de ir, la esposa necesita que le confirmen de nuevo.
El hombre necesita aprobación, y el aliento de su esposa.

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