domingo, 30 de mayo de 2010

Cambia tu actual lugar a la posición de victoria

30/05/10
Predicador: Fernando Olivera

Dios habló a Viviana Olivera (Ezequiel 37:1-14) y compartió estas palabras antes de la prédica de su esposo:
“Todo lo que Dios te ha hablado se cumplirá en tu vida. Todo lo que está seco en tu vida, las áreas que están secas Dios les dará vida.”

Romanos 8:37
Hay muchas palabras muy importantes en este versículo que si las comprendiéramos, nos cambiaría de posición.
vv31 Es una promesa muy linda de parte del Señor.
vv28 Hay un lugar precioso y de bendición para ti. Si no estás allí, tendrás que cambiar de posición. El Señor dice que hay un lugar de victoria. Hay que mudarse al lugar de la promesa. Si no la tienes, tendrás que tener al Espíritu Santo para que te guíe al lugar de victoria.
Es importante detenernos para saber si estamos en el lugar de la bendición, del triunfo; del que te habló el Señor a tu corazón.
Estos versículos nos habla de la muerte, de la vida, ángeles, potestades, del pasado y el futuro cuando dice lo alto y lo profundo.
Lo que Dios ha creado no nos podrá separar del amor de Dios, ni podrá impedir que deje de verter Su amor en ti. Es decir las cosas que vivimos acá en la tierra, en las circunstancias.
Las pruebas no son permanentes, sino necesarias y son por un poco de tiempo, porque producirá un fruto eterno. El fruto será ser sensible al Espíritu Santo para marchar al lugar de bendición. Dios tiene el control de lo que te está pasando.
Isaías 45
Dios dice que es Él quien levanta las pruebas y los problemas que vivimos. Debemos estar atentos al peso de la Gloria eterna.
Nada te podrá apartar del amor de Dios, ni las pruebas. La prueba es para que aprendas, crezcas y bendigas a otros.
Romanos 5
La prueba produce paciencia, genera un motivo para vivir el día, una esperanza para vivir el sueño que Dios quiere poner en ti.
Para los asuntos de Dios siempre hay provisión para lo que quieras hacer, porque nos quiere llevar a una vida victoriosa.
Cuando entiendas las cosas del Señor, comprenderás que de Dios vendrá el pronto socorro.
De todo esto hay un punto importante y se fundamenta en la obra de Cristo al derramar su sangre, al justificar tu vida.
Tu vida se fundamenta en que Jesús limpió tu vida para que te pares delante de Dios, al perdonar tus pecados y para que declares que Jesús te justificó.
Dios nos da la solución al justificarte cuando declaras tus pecados y abres tu corazón a Jesús. Hay una solución en la sangre de Cristo al poder buscar ayuda ante la lucha de un pecado.
Como oveja no te dejes aislar del rebaño por el lobo. Somos más que vencedor al ser sencillo y al abrir tu corazón, sin importar lo que piensan los demás.
La promesa del Señor es justificarte delante del Señor.
Si estás pasando una prueba, no es una prueba mayor que la que está pasando tu hermano, sino es exactamente la misma.
Dios da la salida. El camino del Señor es para vencer, aunque tengas que pasar por momentos difíciles. Dios te quiere guiar a que seas más que vencedor.
Hay momentos de pruebas que los tienes que pasar sólo, para que veas la mano de Dios en tu vida.
Pablo dice: “antes que todas estas cosas, somos más que vencedores,” por lo cual estoy seguro de que te va a ir bien porque estamos en Su vida, porque es Su espíritu el que te quiere guiar y para que te utilice con Su poder, porque llegará el tiempo en que se materializará la promesa , lo que Dios te habló y que veas su cumplimiento.
El que no escatimó Su único hijo, ¿cómo no te va a dar una esposa creyente? ¿Por qué pones límites a las bendiciones de Dios? No puedes poner un límite mental a “ser más que vencedor”.
Lo que Dios te da en prosperidad tiene que ver con el Reino de Dios para que no se detenga.
Tendrás que entender que estás en las manos de Dios. A donde vayas no te olvides de dar testimonio para que el Espíritu Santo haga la obra en esa vida y sea ganado para Cristo. La palabra de Dios no cambia, bendice corazones, cambia actitudes y posiciones. Lo que reina en tu vida es una vida de victoria, hay una repuesta, hay victoria en tu vida.
Es un tiempo de comienzos nuevos en el que el Espíritu Santo nos guiará.
Declara las promesas que son para tu vida: soy más que vencedor en Cristo Jesús.

domingo, 23 de mayo de 2010

Tu cuerpo es la morada del Espíritu Santo

23/05/10
Predicador: Edinson Pinedo

Ezequiel 37:1-14
Dios siempre ha querido habitar en nuestro espíritu. Él no puede habitar en nuestro alma porque haríamos con nuestra voluntad un Dios perezoso o sentimental. Es decir con nuestra mente Le haríamos a Dios un Dios alegre, llorón o colérico. Tampoco habita en nuestro cuerpo porque comeríamos cualquier cosa y caminaríamos a cualquier lado. Dios es espíritu y es por eso que hizo al hombre un ser espiritual. Por ello Dios gobierna de adentro hacia afuera. Por ello Dios cambia nuestros anhelos cuando Le buscamos, por ello nosotros somos como una casa. Es por eso que Dios hace ver a Ezequiel una visión para que viera al pueblo de Dios como huesos secos y que Él es quien habitará en medio de ellos. La connotación de la palabra “estruendo” significa que todo se reconstruye, por lo que es doloroso dejar los anhelos propios y hasta a veces renegamos en medio de la prueba. Dios usará personas para lijarte y eso generará estruendos. Tus pies se afirman con los tendones. Mientras se profetiza la gente pasa de muerte a vida. Jesús vino a traernos la verdadera vida. En el antiguo testamento había un tabernáculo, en donde Dios se manifestaba. El tabernáculo tenía tres partes: el atrio o patio, el lugar santo y el lugar santísimo, en donde una vez al año el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo para pedir perdón de los pecados del pueblo. No podía entrar de cualquier manera, tenía que prepararse y al entrar tenía campanitas en las vestiduras que si dejaban de sonar, significaba que la santidad de Dios lo había matado. En el lugar santísimo se encontraba el arca del pacto en la que estaban las tablas de la ley, la vara de Aarón y el maná. Las tablas de la ley estaban para no apartarse de los propósitos de Dios. La vara de Aarón significa la autoridad para conquistar. El maná significa la provisión.
Cuando Cristo vino reemplaza al tabernáculo, por eso dice que él es el camino, la verdad y la vida. El camino reemplaza al atrio, la verdad reemplaza al lugar santo y la vida reemplaza al lugar santísimo.
Con la muerte y resurrección de Jesús, la tela del tabernáculo que separaba el lugar santo del santísimo, se rasgó. Por lo que ahora nosotros podemos entrar al lugar santísimo, porque él está en Dios y Dios en él.
Cuando Jesús va a la tumba y resucita dice que él irá a preparar moradas para nosotros. Nosotros somos la morada y Jesús el tabernáculo. Cuando María Magdalena va al sepulcro y encuentra a Jesús quiere tocarlo, y él le dice que no lo toque porque aún no ha subido al Padre. Porque toda primicia es de Dios. Cuando Jesús se presenta ante el Padre, le dice: “tócame porque he vencido a la muerte, he resucitado y he terminado la obra.” Dios mora en él y preparará un lugar para nosotros. Está hablando en donde Dios mora. Está hablando de nuestra propia morada.
Juan 14:1-3
Lo que está diciendo Jesús sobre “preparar morada” no se trata del futuro de que tenemos que morir para recién disfrutar de la bendición. No es así; las moradas somos nosotros y Dios mora en mi camino en Cristo, formando una vida de adoración en el espíritu.
Tenemos que caminar con el Espíritu Santo para que el Espíritu te dé dirección y para que seas ministrado. En este tiempo Dios nos está metiendo en una dimensión distinta de adoración. Si Dios vive en el tabernáculo, Él dirigirá el cambio en nuestras vidas, para así dejar de cantar mecánicamente una alabanza, sin saber con discernimiento qué es lo que se canta. Nosotros somos la morada de Dios.
Juan 14:17
Dice que el Espíritu de verdad estará en nosotros. Nosotros somos la morada de Dios, y el Señor dice que no nos dejará huérfanos.
Juan 14:20
La palabra dice que Jesús se manifestará en nosotros. ¿Cómo se puede manifestar el Espíritu de Dios en nosotros? Escuchando Su voz, diciéndonos qué es lo que tenemos que hacer y decir, y qué no hacer y decir. También se manifiesta la presencia de Dios en nuestras acciones. En la obediencia a Su palabra podemos ver a Dios. Tú no estás sólo porque Dios mora en ti. Hay personas que no soportan a otras y tienen amigos exclusivos. La naturaleza de Dios cambia las personas para que podamos amar a todos porque esa es la voluntad de Dios.
Judas 1
Dice vendremos a Él y haremos morada en Él. Está hablando de nosotros. No esperes a tener morada en el Cielo, sino de lo que está hablando es para ahora que tú estás en la tierra.
La Biblia es un manual de conducta. La Biblia está escrita para ser lámpara a nuestros pies, es decir para hoy. Luego en el Cielo estarás con Dios. Entonces no será necesario la morada. Dios nunca va a poner proyectos en tus manos si el propósito no es que el Reino se ensanche. Podemos ser propiedad de Dios y no morada, porque el Espíritu Santo no podrá hacer su obra. De ti depende de que tu vida sea cambiada. Una cosa es tener propiedades y no habitar allí, porque el que habita en su habitación la limpia, la arregla.
Dios te hizo para Él y eres de Su propiedad, pero no todos hacen que sean moradas de Él.
El Pastor guía a la salvación, pone la piedra, pero al que le toca edificar es a la Iglesia. La piedra es Jesucristo.
Hageo 1:2-7
Con la palabra “camino” está hablando sobre nuestra propia casa, que está linda pero tu propia casa no está como la casa física.
Tenemos que reedificar nuestra morada para que veas cómo está la habitación. Nuestra vida es como una puerta, cuyo umbral se levanta por nuestros deseos del corazón, por eso la palabra dice “levantaos vosotros puertas eternas para que entre el Rey de Gloria”. Estos deseos del corazón serán más fluidos en Dios al buscar Su rostro y leer Su palabra. Empieza a ver tus propiedades en tus caminos, para determinar lo que Le agrada a Dios. Dios no quiere que vivas una vida religiosa, que alimentes tu espíritu con una palabra sólo los domingos. Dios no quiere que seas religioso porque tú eres una morada de Dios; que esa morada este hermoseada. Por eso Jesucristo habló de la casa edificada sobre la arena y sobre la roca. Y tu casa será probada para que veas cómo estás delante de Dios, porque Dios ya lo sabe. Los momentos críticos son para que tú veas cómo está la casa.
No puedes decir que has ganado la batalla si no has batallado para ganar.
Colosenses 3:2-4
Es decir que tenemos que buscar las cosas de arriba para que camines con la Gloria de Dios, y como consecuencia de ello Cristo se manifestará en tu vida. Tú eres un portador de la presencia de Dios, porque Cristo mora en ti.
Adán veía la Gloria de Dios en su estado de santidad, al hablar con Dios y esa gloria es el árbol de la vida. Adán comía del árbol de la vida todos los días. Pero cuando peca al desobedecer a Dios y en esa condición no podía tocar el árbol de la vida. Es por eso que Dios pone querubines para que Adán no entrara y para que la raza humana sea eternamente pecador, usando su razón, su mente e inclinarse a lo malo. Por eso un bebé lo primero que dice es “no” por la naturaleza pecaminosa.
Cuando Adán peca, le son quitadas sus vestiduras y el pecado avergüenza. Inmediatamente Dios tuvo al sustituto para la salvación del hombre, Su hijo Jesús.
Adán perdió la morada, pero Jesús la recuperó alineando el cielo con la tierra.
2 Corintios 5:1-4
“Gemimos” por medio de una profunda oración y sólo así nuestra habitación será llena de la presencia de Dios. Así podrás caminar en la tierra vestido de santidad y para que lo mortal sea comido por la vida. Cuando gimas estarás comiendo del árbol de la vida y Cristo tomando el control de tu vida; por lo que la muerte es absorbida por la vida. Es así que la gente que vivía enferma, deja de tomar fármacos y sus vidas son llenos de días viviendo más años. Cuando tú buscas de esta forma la vida la gente se sana, se llena de días y bendiciones. El maná lo puedes comer acá en la tierra y no esperar a morir para comerlo en el Cielo.
1 Pedro 5:10
Entonces Dios nos dará cielo y tierra nueva. Habla de todas las estructuras del maligno sobre nuestras vidas, por lo que el fuego consumidor de Dios eliminará la obra del enemigo para que la obra de Dios se manifieste en nosotros.

domingo, 16 de mayo de 2010

Movernos en base a nuestros sentimientos, no es justamente obedecer a Dios

16/05/10
Predicador: Cesar Viola

Éxodo 20:1-6
Dios no da lugar para que nos inclinemos a cosas que no tienen peso ante Él.
1 Samuel 8:1-3
A pesar de que Dios sacó al pueblo de la esclavitud por amor a nuestras vidas, aconteció un hecho que mostró una necesidad. Si podríamos entender, por la palabra que compartiremos, cuál es la dirección de Dios sobre este pueblo. Cuando Dios te da una dirección y obedeces, en esa obediencia algo se soltará.
Deuteronomio 14:2
Aquí vemos cuál es la voluntad de Dios sobre nuestras vidas, de que seamos un pueblo santo.
1 Samuel 8:4-9
La necesidad se manifiesta de que el pueblo le reclamaba al rey Samuel, un sucesor porque ya él era viejo. Pero no supieron cuál era la dirección de Dios. El pueblo no permitió que Dios reine sobre ellos, a pesar de que el pueblo fue sacado de esclavitud, se volvieron a dioses paganos, a revelarse en contra de los mandamientos de Dios.
Nada escapa al conocimiento de Dios. Dios le dice a Samuel que oyera al pueblo y que ponga rey sobre ellos. El pueblo tuvo un consenso para pedir un rey, para reclamar algo que no estaba en la voluntad de Dios.
1 Samuel 9:2
La elección del pueblo fue escoger a un varón joven, hermoso y alto. Así eligieron.
1 Samuel 15
Dios le da dirección a Samuel
vv7-11 Saúl derrota a los amalesita pero no hizo caso a las palabras de Dios.
vv21 El obedecer es mejor que los sacrificios. Para el corazón del hombre tal vez no haya sido grosera la actitud de Saúl al dejar vivo carneros, vacas. Sin embargo el pecado es la desobediencia.
vv23 El grado de pecado en el que Dios pone la desobediencia, es a la misma altura que la idolatría. Para Dios la desobediencia es como la idolatría.
vv24-26 El rey Saúl se inclinó a favor del pueblo, en lugar de aferrarse a la dirección de Dios. El pecado tiene sus consecuencias al desobedecer la palabra de Dios Jehová. Dios no es hombre para arrepentirse.
vv28-35 Si supiéramos la dirección de Dios, cambiaríamos nuestros actos.
1 Samuel 16:1-4
Samuel era un profeta porque tenía comunión con Dios. Dios le dice a Samuel que buscara a Isaí para que ungiera a uno de sus ocho hijos. Dios le dice que no mire el parecer de los hijos, ni su altura; porque Dios no mira lo que mira el hombre. Si tuviéramos que escoger, lo haríamos mirando la condición del hombre, su parecer. Lo que tenemos que entender es que el hombre mira lo que hay delante de sus ojos. En cambio Dios mira el corazón. Si entendiéramos esto, nos moveríamos de la manera que Dios quiere, mirando el corazón. Dios es el que pesa los corazones. Él sabe las intenciones del corazón, si una expresión es genuina. Si entendemos esto, podremos ver que si me muevo en base a mis intenciones, es justamente lo que no agrada a Dios.
vv11 Al menor de los ocho hermanos, al que apacentaba ovejas, Dios manda a Samuel para que lo ungiera.
Este es un tiempo hermoso para reflexionar que los sentimientos no es la forma de movernos, sino que depende de nuestro corazón. ¿Cuándo dices te amo? ¿Es genuino? ¿Está en tu corazón? ¿Está bien tu corazón?
Te invito a que reflexiones en la palabra del Señor para que veas cómo está tu corazón.
Si eres rey, fíjate que no haya desobediencia a Dios. ¿Cuál es tu condición?
Imagínate que eres un hombre o una mujer vestido o vestida de gala, pero debajo de ese ropaje hay impureza. Comienza a ver como has estado cuando no Le adoraste, cuando los pensamientos no han sido puros; porque nada escapa a Dios.
Dí: “Espíritu Santo muestra mi condición. Solicitamos de tu favor esta mañana porque hemos sidos confrontados con la palabra de Dios.”
La obediencia es honrar a un Rey de gloria. Si te has movido en tu dirección, pide perdón a Dios para que te perdone y restaure. Porque Dios quiere un corazón que Le alabe, que sea genuina la adoración.
“Dios yo necesito de Ti y me rindo ante Ti para caminar de una forma diferente; como a Ti te agrada, en el nombre de Cristo Jesús nuestro Señor. Amén.”

domingo, 9 de mayo de 2010

Comprendamos y aprendamos los dones del Espíritu Santo

09/05/10
Predicador: Edinson Pinedo

1 Corintios 12:1-11
Estamos en un tiempo muy hermoso por lo que vamos aprovechar nuestro tiempo en la tierra.
Estamos aquí porque tenemos un compromiso con Dios y porque será trascendente en nuestras vidas.
La palabra de Dios te renueva cada día. Una cosa son los dones del Espíritu Santo y otra cosa es el fruto del espíritu.
El fruto del espíritu es paz, gozo, templanza; y es Dios Quién los produce. El fruto es personal y nace aquí en el corazón.
Todos tenemos los dones del espíritu pero Dios los desarrolla uno más que otro. Estos dones son dados al hombre, pero están distorsionados a causa del pecado que obra en la capacidad humana.
Cuanto más crees en Dios en fe, es cuanto más Dios desarrollará los dones en ti por medio de Cristo. Como consecuencia tu mente se abre y Dios pone dones; activando dones y regenerando la mente. Efesios 2:8-9  Y es por mera gracia que Dios derrama Sus dones.
Pablo dice que no olviden que existen dones espirituales. Hablar en lenguas contribuye a tu edificación, siendo una herramienta útil para la Iglesia siempre que haya un don de interpretación. Si no hay intérprete, el don es solo para edificación propia, para esquivar al enemigo. Pablo en esta parte de la escritura está poniendo un orden ya que todos hablaban lenguas pero era para adorar al enemigo. Pablo emplea la frase “ídolos mudos” porque la gente adoraba a sus ídolos en lenguas. El hilo que separa el hablar en lenguas para adorar a Dios y a los ídolos era muy delgado.
Hay categorías de dones para la edificación de la Iglesia.
Carismático: Romanos 2:3-8; 1 Corintios 12:8-10; Efesios 4:11
Don de habla, interpretación y profecía.
Don de revelación, ciencia y conocimiento.
Don de discernimiento de espíritus, fe y sanidad (milagros).
1 Corintios 12:7
Ningún miembro de la Iglesia debería ser escaso en ningún don. En este pasaje de Corintios Dios dice que nos puso dones para que los usemos aquí en la tierra, en la vida cotidiana; porque donde vayamos la Gracia de Dios irá con nosotros.
El don puede obrar en nosotros por misericordia. Pero cuando buscas a Dios, Su corazón se hace como agua y el Padre es tocado. Y ya no talla la misericordia, sino la Gracia, la mano de Dios.
Efesios 5:18
¿Quién es una persona llena del Espíritu Santo? Una persona madura es aquella que renuncia todo lo que desagrada a Dios y es el Espíritu Santo quién llena esas áreas vacías.
Estar lleno del Espíritu Santo es la persona que toma el control de una circunstancia en la vida cotidiana. Cuando has aprendido a salir del problema y no has renegado, eso es la madurez, eso es ser lleno del Espíritu Santo.
1 Corintios 12:31
Debemos sentir el deseo de ser usado por el Espíritu Santo. Existe una categoría de dones para que los uses. Pero usarlos no te hace mejor que otra persona. Tenemos que usar el don donde haga falta. Eso es “procurad el don perfecto”.
La otra expresión que emplea Pablo es “camino más excelente”. Aquí Pablo dice que hay gente que está satisfecha por el título más que por ejercer el don.
El camino excelente es la gracia de Dios en nuestras vidas, es la presencia misma de Dios.
A veces queremos un lugar pero no estamos listos a pagar el precio, a jugarte por ello. Cuando tú buscas a Dios, pones vigor en tu vida.
No seamos ignorantes con los dones que Dios nos ha dado. Debemos ser motivados para edificar la Iglesia, al usar los dones por amor a los hermanos.
1 Corintios 13
El amor es sufrido, benigno, no busca lo suyo. Aparta un tiempo por amor a tu hermano para visitarlo. Podrás tener fe pero de nada sirve si no hay amor.
Algunas pautas para el uso de las lenguas en el don de profecía. Profecía significa articular palabras recibidas de Dios para ser lanzadas.
1 Corintios 14:31
La profecía hace tres cosas: edificar, exhortar y consolar. Edificar a los creyentes en su fe. Exhortar es entusiasmar al creyente con la Palabra, alentarlo a crecer. Consolar al creyente con palabras de ánimo.
Ningún don seguirá su curso correctamente si no amamos a la gente. Una cosa es amar tu pariente y otra cosa es amar a gente que no es tu pariente.
La Gloria de Dios te hace ordenado en la vida.

domingo, 2 de mayo de 2010

¿Cómo tener plenitud de gozo en nuestro caminar diario?

02/05/10
Predicador: Fernando Flores

Esta es una palabra que tanto usted como yo la necesitamos, y sigue siendo de mucha bendición cuando llegó por medio de un estudio bíblico. Y es por ello que quiero compartir con todos ustedes.
Efesios 3:4 - 1 Timoteo 2:5 - Romanos 10:9-10
Uno de los misterios es la importancia del gozo de Jesús en nuestras vidas.
¿Y por qué es importante el gozo del Señor?
El gozo del Señor es importante para pasar las pruebas de la vida. Sin la fortaleza y el gozo del Señor no podríamos hacerlo. El gozo del Señor nos dará la energía y la fortaleza que necesitamos. Quitará el cansancio del trabajo y removerá las cargas de nuestros corazones.
En Juan 15:11 Jesús dijo: “(…) para que mi gozo esté en vosotros, (…).” No es un gozo que viene y va. Sino que es un gozo que esta presente en los tiempos buenos y malos, noche y día, llueve o haga sol. Gozo en tiempo de alegría como en tiempo de tragedia. El gozo del Señor es gozo que perdura aún en las pérdidas. ¿Hay cosas que le salen al revés? Algo que usted necesitaba o quería ¿le ha sido quitado?
Aflicción, enfermedad, problemas; son realidades en nuestra vida. Pero también lo es el gozo.
Algunos de ustedes me dirá: “está todo bien con el gozo, pero ¿cómo puedo obtener esa clase de gozo?” Leamos en Juan 15:11 “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, (…)”
Entonces tiene sentido que veamos qué es lo que ha hablado, para poder encontrar la receta.
¿Cuáles son las cosas que Jesús ha hablado?
En el capítulo 15 de Juan, Jesús se refiere así mismo como la vid y a nosotros los pámpanos y nos dice que: “Como los pámpanos debemos permanecer en la vid.”
La palabra predominante en los siete primeros versos en Juan 15 es “permanecer” y si usted se está preguntando qué es permanecer en Jesús para tener gozo permanente y duradero, voy a mencionar algunas palabras claves y deseo que las anote.
La primera palabra es “rendición”.
Iamginemos por un momento que una persona pudiera conversar con un pámpano, y que el pámpano le dijera: “ustedes los seres humanos piensan que son tan inteligentes, pero a mi me parece que siempre están frustrados, corriendo de un lado a otro, sin llegar a ningún lado, y sin paz.”
Y la persona le responde: “bueno … tú pareces que tienes paz, ¿Cómo la obtienes?”
Pámpano: “Ahh!!.. es que he reducido todas mis preocupaciones a una sola; el permanecer en la vid. Y tan pronto hice eso, ya no tengo problemas. Cuando llegue el verano y necesite agua para beber, no tengo que preocuparme, porque ese es problema de la vid. La vid penetrará con sus raíces en la tierra y me dará el agua que mis hojas necesitan. Y cuando llegue la primavera y necesite florecer, no me preocupo dónde van aparecer mis capullos, yo permanezco unido a la vid. Y cuando llega el tiempo de la cosecha, no me preocupo acerca de las uvas, cuán grandes son o cuántas son o cuán dulces son. Ese no es mi asunto, ese es asunto de la vid. Yo me gozo en exhibir el fruto.”
Si no permanece en la vid, no tendrá gozo. ¿Y cómo permanecer? Rindiéndose completamente. ¿Alguna vez se ha rendido completamente a Cristo?
¿Cómo llegué a tener el gozo del cuál estoy hablando? Mi hábito era trabajar en la computadora y cuando llegaba a mi casa, seguía trabajando. Mi computadora era todo, allí tenía fotos, música y sobretodo trabajos. Cuando recibí a Jesús como mi Señor y salvador personal, le dije que le entregaba todas las llaves de mi vida, porque sentía la necesidad de vivir la vida cristiana. En ese instante la computadora dejó de funcionar y la llevé a distintos especialistas y el diagnóstico era el mismo: había que borrar todo la información y reinstalar el sistema operativo. Además de los dos usuarios existentes en el sistema, sólo se podía recuperar los archivos del usuario “Diego”, pero del usuario “Fernando”, no. Una mujer empresaria, para quién trabajaba por entonces, que parecía que había aprendido a vivir el gozo del Señor, le comenté lo sucedido y se comenzó a reír. Entonces pensé en mi mente que me gustaría tener ese gozo, el cuál no tenía porque sólo había aflicción y amargura en mi corazón. Ella me respondió lo siguiente: “Es muy fácil. ¿Has rendido absolutamente todo a Jesucristo?”
Le dije que claro, Le he rendido todo… bueno, en una forma general si, casi todo menos mi tiempo dedicado a mi computadora.
Ella me dijo: “Arregla ese asunto con Dios, renunciando a ello.”
Y esa noche en oración le dije: “Señor Tú eres digno en mi vida y quiero rendirlo absolutamente todo ante Ti.” Parecía como si tuviese un gran manojo de llaves que abrían las puertas del enojo, la avaricia, las malas palabras, los malos pensamientos, los malos contestos, el engaño, la autosuficiencia. “Señor aquí tienes las llaves de mi vida.” Y sentí en mi corazón lo siguiente: “¿Están todas las llaves en este manojo?” Y dije en mi pensamiento: “Todas, menos una llave pequeña que quiero conservar que se llama: trabajar, fuera de las horas de trabajo”. Y continué en mi oración y dije: “Señor si Tú eres digno de todo, te entrego esta llave pequeña”.
Luego de pasado varios días, decidí llevar la computadora al último técnico, quien me inspiraba confianza. Y delante de mis ojos pudo entrar al disco duro de la computadora, rescatar todos los archivos y reinstalar el sistema operativo.
Si el Señor es digno de todo, entonces es digno que controle todas las áreas de tu vida.
La vid y los pámpanos están conectados, por lo que hay una “dependencia”. El final del versículo 5 dice “(…) porque separados de mí nada podéis hacer.”
Es cuestión de usar el sentido común ¿Qué puede hacer el pámpano sin la vid? Nada. De hecho si no existiera la vid, no habría pámpanos. Los pámpanos dependen totalmente de la vid. Por así decirlo, los pámpanos están completamente rendidos a la vid. Y es ese estar rendido, se logra con la total dependencia del Señor.
Ahora cuando usted se cree ser algo, entonces Dios no lo es todo. Y Dios no puede ser todo hasta que usted se reconozca ser nada. Pero no se preocupe por eso, Dios se especializa en hacer algo de la nada cuando usted permanece en el Señor.
La tercer palabra que deseo que escriba es: “descanso”. Leamos Juan 15:9 “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.” Aquí la palabra permanecer significa descansar en su amor. Jesús está diciendo: "descansen en mi.”
Jesús se compromete a pasarnos todos los nutrientes que necesitamos para dar fruto, como lo hace la vid, ella no racionaliza si pasará o no savia a sus pámpanos. Eso dice Jesús, será natural nuestra relación con El, sin esfuerzo, sólo recibir la savia y esa savia está en su Palabra. Permanecer en su Palabra, es permanecer en la vid. Dios le ama, y esta es una verdad tan sólida como una piedra. Él le ama. Usted debe descansar en Su amor. Permítale que le ame y eso le dará descanso.
En Gálatas 5:22 el Señor dice: “Mas el fruto del Espíritu es gozo, (…)”. ¿Lo escucho? “Mas el fruto del Espíritu es gozo, (…)”.
Usted no puede crear ese gozo. Usted no puede cerrar su puño y con furia decir: “voy a tener gozo aunque me muera”. Permítame decirlo que no puede hacerlo.
Otra palabra que deseo que escriba es “obediencia”.
Mire el verso 10 de Juan 15 “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.”
Jesús habló de su gozo porque cumplió los mandamientos de su Padre. No hay ninguna otra forma de permanecer en el Señor que confiando y obedeciendo.
Vea lo que Jesús dijo en Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
¿Cómo Dios se va ha manifestar en usted? Será en la medida que usted mi amigo, mi amiga confíe en Él y le obedezca. Para poder confiar en una persona, usted necesita destinar tiempo. De igual manera, lo animo a que destine tiempo para conocer a Dios.
La última palabra que deseo que anote es “regocijo”.
Regresemos al verso 11 “estas cosas os he hablado (…)” Se refiere a la vid y los pámpanos “para que mi gozo este en vosotros y vuestro gozo sea cumplido.”
Yo no se los problemas que usted tenga o las desilusiones que experimenta, pero se que necesita gozo. Porque todos tenemos problemas, uno más que otros.
El Señor Jesús dijo: “No regocijéis que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos que vuestros nombres están escritos en los Cielos”.
Amigo, amiga, ¿está escrito su nombre en los Cielos? Si su nombre está escrito en los Cielos, venga lo que venga: problemas, desilusiones, lágrimas o lo que sea, caminará con Jesús.
El genuino gozo sólo se encuentra en Jesús: “para que mi gozo este en vosotros”. No un gozo como el de Jesús, sino el mismo gozo sobrenatural de Jesús.
Si usted tiene a Jesús en su corazón y no ha experimentado el gozo, pídale perdón. Dependa del Señor Jesús, descanse en el Señor Jesús, obedezca al Señor Jesús y deje que el gozo del Señor renueve su vida y como el pámpano permanezca unido al Señor.
Y si usted nunca ha recibido al Señor Jesús, como salvador personal, todo esto le será difícil hasta que dé este primer paso de fe y se regocije de que su nombre esté escrito en los Cielos. Porque cuando usted entrega su corazón a Jesucristo, Dios escribe su nombre en el libro de la Vida.
Si usted no tiene la seguridad de su salvación, ¿por qué no le ora a Jesús en este mismo momento y con sus propias palabras?
Yo voy a decir una corta oración para que le sirva de guía:
“Dios Padre celestial te reconozco como Señor de mi vida; necesito y deseo tener a Jesucristo en mi vida. Quiero saber que mis pecados son perdonados. Quiero tener comunión contigo y quiero tener el gozo que sólo tú me puedes dar. Y en mi caminar hacia el Cielo, quiero regocijarme en ti. Ven a mi corazón y toma el control de mi vida. Te agradezco por pagar por mis pecados al derramar tu preciosa sangre. Perdóname, límpiame y ven a mi vida ahora mismo en el nombre de Jesucristo y comienza hacer la clase de persona que Tú quieres que yo sea. Ayúdame, dame la fortaleza y el coraje para no avergonzarme nunca de Ti y de que no sea una vergüenza para ti. Lo pido en Tu Santo Nombre. Amén.”