domingo, 27 de junio de 2010

El poder de la cruz

27/06/10
Predicador: Edinson Pinedo

1 Corintios 1:18-21
En este pasaje podemos ver el poder de la cruz, el sacrificio que hizo Jesús para que hoy seamos libres, salvos y prósperos. Tenemos que comprender el amor de Dios que entregó a Su hijo como ofrenda.
Juan 3:16
Tenemos que entender el amor de Dios para que tú creas, para que no seas condenado sino salvo.
Veamos los beneficios que tiene la obra de Cristo para nuestras vidas:
Cuando usted vino a los pies de Cristo, Dios sanó tu vida. Como somos propiedad de Dios, el Señor te sana.
Isaías 53:4
Jesús llevó nuestras enfermedades por medio de la herida del costado de su cuerpo.
Para que haya sanidad en otra persona, tiene que haber otra que sufra dolores. Así sucede en los trasplantes. Pero la obra de Jesús va más allá. Por ejemplo, si te va atropellar un tren, Jesús se pone delante de ti y prefiere morir por ti para que tú puedas escapar.
1 Pedro 2:24
Somos sanados por las heridas de Jesús.
Salmo 22:17
Está hablando de Jesús. La herida de Jesús nos sana. Jesús tomó tu lugar para que Dios obre en nosotros.
La corona de espinas rompió la maldición de la tierra.
El varón es la cabeza de la casa. Jesús es la cabeza de la Iglesia. En la cabeza está la administración para que todo este bien, para que se sujete.
Pero hoy no es así, el hombre teme a la cucaracha y la mujer al ratón. Dios sana la tierra por medio de Jesús.
Génesis 3:16-18
Aquí vemos que la herida en la cabeza de Cristo sanó la tierra, es decir todo administración. Sana la autoridad, lo que ha querido Dios desde un principio. La bendición de Dios alcanza a los hijos que Le aman. Cristo devolvió la autoridad perdida por el hombre.
Las heridas de sus manos y pies sanaron nuestras iniquidades y malas obras.
Cristo pagó el precio para restituir lo que el pecado generó.
Isaías 53:5
Nuestro caminar diario estaba dañado pero Cristo limpió nuestros malos caminos generados por la iniquidad. La iniquidad es la raíz del pecado, y el pecado es el fruto de la iniquidad.
También la lanza que atravesó el costado del cuerpo de Jesús, tocó su corazón.
Esto trajo sanidad emocional a tu vida: sentimiento de abandono, odio, corazón dolido.
Isaías 61:1
Dios ha venido para vendar nuestros corazones abatidos. Cristo lo hizo una vez y para siempre. Hay gente que vive encarcelada en su mente y corazón. Hay gente que se siente perseguida, observada y que no se siente amada; y no confían en nadie.
Dios ha venido para que seamos libres de estas cárceles y publicar la vieja manera en que vivíamos. Deja que el Espíritu Santo comience a sanar nuestros corazones abatidos y dañados.
Juan 19:34
El corazón dolido de Jesús sana tu corazón.
Colosenses 1:13-14
Jesús nos libró de la potestad de las tinieblas.
El pecado y la desobediencia a Dios hace que las fuerzas del mal traiga depresión, enfermedades y pesadillas.
Es normal poner los problemas en las manos de Jesús. Pero el problema es que no confiamos en Dios de que nos puede ayudar en momentos críticos, por la sencilla razón de que no le creemos.
Hechos 10:38
Dios te sana de toda opresión porque Cristo está contigo.
Marcos 16:17 
Tenemos que aprender a echar demonios que están en nosotros, para recién poder echar demonios en otros. Y esto sucederá porque tienes una vida sana porque Dios te sanó con Su palabra. Dios te usará con Su poder para la sanidad y te liberará de toda maldición.
Gálatas 3:13-14 
Tenemos el Espíritu Santo en nuestras vidas y obtenemos la bendición de Abraham, la de ser padre de muchedumbres. El pecado ha hecho que no seamos libres al adorar imágenes.
Éxodo 20:3-5 
La maldición de adorar primero imágenes e ídolos antes que Dios, alcanzará a nuestras generaciones. Todo lo que ocupa el primer lugar es un ídolo. Eso trae maldición: hechicería, adorar imágenes. Para que esta maldición no siga vigente hay que renunciar para que Cristo traiga sanidad y vida en abundancia.
Deuteronomio 18:9-14 
Agoreros, hechiceros, el horóscopo son maldiciones que entran a nuestra casa. Dios quiere que sólo a Él le adoremos, y que sólo nuestros ojos, corazón y amor tengan que estar en Él. Por ello Dios separa a Su pueblo porque estos pecados traen adulterio y fornicación.
Romanos 1:18-32 
¿Quiénes son los responsables de todo esto? No todos los que practican tales pecados, sino los que lo aceptan.
El hombre se ha apartado de Dios y le ha venidos estas maldiciones. Lo que describe Romanos 1 es el tiempo de Argentina.
Estas maldiciones se rompen con un arrepentimiento genuino.
Hechos 19:17-20 
La obra de Cristo tiene el poder de limpiar toda maldición generacional. Para ello hay que arrepentirse para pasar de la maldición a la bendición.
El poder de la cruz te prospera.
2 Corintios 8:13-14 
Este pasaje habla de ser sembradores, ofrendadores y diezmadores del Señor. Es por falta de ello que la gente vive en estrechez.
Cuando hay una conciencia limpia, Dios va a mirar los corazones y sabe quién ofrenda con un corazón alegre, y es generoso delante de Dios.
Sería incompleto el mensaje de la cruz si no aprendemos a invertir para que el Reino se extienda.
Malaquías 3:8 
Cuando traes el diezmo y las ofrendas a Dios, tendrás economía, te alcanzará y serás tierra deseable, y la gente dirá: “quiero tener lo que usted tiene”.
No nos olvidemos de ser generosos delante de Dios.
El Espíritu Santo nos regenera, nos cambia y nos prospera.
Tito 3:5; 2 Corintios 5:17
La obra de la cruz ha sido perfecta.

domingo, 20 de junio de 2010

Los que heredan la tierra prometida por Dios

20/06/10
Predicador: Edinson Pinedo

Josué14:6-15
Escudriñar es indagar, inquirir la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios se renueva cada día en nuestras vidas. Por ello cada vez que leemos un mismo pasaje podemos encontrar un nuevo mensaje de parte de Dios.
Antes de que llegáramos a los pies de Cristo, Dios de ante mano preparó una tierra: es decir un ministerio en la Iglesia, un trabajo, el colegio, la universidad para cada uno de nosotros. Cuando llegamos a los pies de Cristo, Dios puso ante nuestros ojos tierras para que las conquistáramos.
Egipto es la figura del mundo de hoy, del lugar sin Cristo. Dios saca Su pueblo de la cautividad para que heredara lo que había dicho.
Los que han fracasado en la vida, es porque tuvieron la experiencia de hacer algo. El desierto que separa Egipto de Canaán es el proceso que ha puesto Dios para que tú llegues a la heredad.
En tiempo de crisis tenemos que aprender a ser más diligentes, al orar de rodillas buscando al Señor bien temprano, en lugar de reclamar a Dios algo que tú no hiciste. No puedes decirle al Señor que te bendiga, si no llegas temprano. Pero si siempre nos quedamos con lo mismo, no avanzaremos.
Tu heredad es tomar la tierra que ya Dios te ha dado para que desarrolles el plan de Dios en tu vida.
¿Quiénes son los que heredan lo de Dios?
Los que son usados por Dios herdarán la tierra. Dios usará tu salud y tus fuerzas. Tu capacidad nunca pudo hacer que tú seas una persona preparada. Dios cambia nuestra forma de pensar. Antes que ello ocurra, nuestros motivos o nuestros pensamientos son sólo para mi, y para mi. Pero ahora hay gente que alcanzar para Cristo. (Mateo 28:18) para enseñarle las cosas que Jesús nos ha enseñado.
Mientras tomamos la gran comisión, tomados del Señor, Dios ha prometido estar todos los días con nosotros y además no nos sentiremos solos.
Nuestra responsabilidad es predicar el evangelio. Dile al Señor: “Dame una persona para que pueda dar Tu palabra”.
Mientras no hacemos nada, Dios se mantendrá a distancia porque hay otro que está siendo diligente en predicar Su palabra. Tú tienes que ser de bendición para otros y no tienes que tener vergüenza al orar.
Tienes que aprender a ser usado por Dios. La gran comisión siempre tiene que estar en nuestras vidas; y la palabra de Dios tiene que ser la luz para caminar en momentos críticos.
En este pasaje de las Escrituras, vemos a un hombre de Dios que creyó en Sus promesas. Caleb no se desesperó ante las circunstancias, sino que hizo lo correcto. Caleb creyó en la palabra del Señor porque esta nunca regresa vacía, porque en algún momento germina.
Caleb esperó 45 años para heredar la tierra. Caleb tuvo la dirección del Espíritu Santo, pero la presencia en él no era permanente, sino que obraba y se marchaba. Pero gracias a Jesucristo, el Espíritu Santo vive en ti y es quién te ayudará a buscar al Señor.
El nombre Caleb significa persona impetuosa, temeraria de Dios.
¿Por qué Caleb tuvo que tomar la bendición? Porque Caleb cumplió pisando la tierra siguiendo a Jehová, porque amó y adoró a Dios en todo lo que hacía. Entonces cómo Dios no entregará la heredad que ha prometido.
Caleb fue fiel. Fiel es una persona en quién una tercera deposita confianza. A una persona fiel es la que se le dice: “haz esto”, y ella lo hace respondiendo.
La heredad de Caleb fue Hebrón. Hebrón significa unión, que llega unido al propósito de Dios.
Caleb fue enviado por Moisés a reconocer la tierra de Canaán cuando tuvo 45 años de edad. Cuando uno no va preparado para la conquista, y no solamente va por obediencia, eso no es fidelidad. Los otros espías trajeron un informe pesimista, al decir que en Canaán había gigantes que comían la tierra.
La tierra es todo lo que pone Dios en tus manos para que tú seas productivo. Dios estaba en la vida de Caleb, y la vida de Caleb estaba ligada a Dios.
Deuteronomio 1:34-36
Como la gente se quejaba en medio del desierto, fue la razón para que Dios los quitara de Su pueblo.
Caleb no miró las circunstancias, es por ello que la heredad vino a sus manos. Las personas cómodas se contentan con lo que tienen. En cambio las personas diligentes buscan de Dios y Su palabra se activa, motivando.
La gente cambiará cuando vean tus acciones y no cuando escuchen las palabras que dices.
Si no tienes nada que hacer, mantente ocupado porque la ociosidad es guarida de demonios.
Mateo 6:33
¿Fue fiel Caleb? ¡Claro! Por su fidelidad obtuvo su heredad. Pero no fue fácil, por ello dice que ahora con sus 85 años aún se siente fuerte y quiere ganar la tierra. Aplicó la palabra del Señor. Caleb tuvo la heredad porque puso a Dios en primer lugar y se movió en el tiempo de Dios, en el “kairós” que significa tiempo oportuno.
vv10 Caleb tuvo que traspirar la camiseta, tuvo que entrenar y jugar en equipo. No tenemos que desfallecer, pide la dirección de Dios: “¿Qué es Señor lo que tengo que hacer en la Iglesia?”
Hay que saber invertir para que Dios te de Hebrón. Si a Caleb Dios le dio el monte de Hebrón, entonces también te dará la tierra prometida porque Dios es el mismo el de ayer y el de hoy. ¿A caso no ha prometido estar todos los días contigo?
Si actualmente vives en desgracia es porque no buscas la presencia de Dios y porque no pones a Dios en primer lugar. Dios no es matemático, tú te mueves por medio de la razón. Si tú inviertes en el Reino de Los Cielos, Dios te devolverá el ciento por uno, pero si lo haces de corazón, con las ansias de tu corazón, y no sintiéndolo.
Cuando tú haces las cosas en el tiempo de Dios, en el tiempo oportuno, no le vas a errar. Solamente tenemos que ser fieles a Dios para que las cosas tomen sentido.
La gente que heredará la tierra es la que tiene fe, mantiene sus fuerzas y su constancia en Dios, rejuveneciéndose con Su palabra. Caleb no era codicioso, no hacía algo sin que se lo haya dicho Dios.
Hebrón te espera en este tiempo; es el lugar que Dios te dio para que la palabra de Dios haga Su efecto en las personas predicadas. Por ello el mérito no es tuyo sino del Señor.
1 Timoteo 6:12
Tienes que pelear la batalla para conquistar tus sueños en la medida que seamos fieles a Dios.
Hay razones suficientes ara caminar como Caleb en salud, en fuerzas y en conquista.
Mateo 14:14
Hay compasión cuando hay amor, y este amor es puesto por Dios, por medio de Jesús. ¿En dónde vive Jesús? En ti.
Juan 3:16
¿Qué es lo que quiere decir este pasaje? Quiere decir: “¿Puedes comprender la magnitud del amor de Dios, al entregar Su hijo por ti y por mi? ¿Sabes qué es despojarse de Su gloria y dar a Su hijo para que sea sacrificado para la remisión de lo que te separaba de Dios?
Cuando amamos a Dios, tendremos compasión por el prójimo. Lo podemos hacer porque tenemos la capacidad de hacerlo porque Su amor vive en ti y porque Jesús mora en ti. Si Jesús se despojó de su gloria, entonces tú puedes despojarte de tu saco y corbata.
Es la voluntad del Padre la gran comisión
Marcos 16:15-20
La gente de fe conquista sus sueños. Dios quiere gente arriesgada que se anime a creer en Su palabra.

domingo, 13 de junio de 2010

¿Jesús es el gobernador de tu vida?

13/06/10
Predicador: Carlos Vaca

Cuando Dios te habla por medio de Su palabra, tienes que responderle.
Ruth 1
La Biblia dice que si Jehová no edifica la casa, el esfuerzo de quién la edifica es en vano.
¿Estás edificando tu casa con Dios? Si no es así, entonces es en vano.
¿Cuántos estamos dispuestos a sujetarnos a los mandamientos de Dios?
En este pasaje de la Biblia podemos ver la historia de la familia de Elimelec y Noemí con sus dos hijos.
Todas las familias sin excepción pasamos por problemas. Internamente en la familia de Elimelec y Noemí había un problema.
Veamos el cuadro de los nombres. Elimelec significa “Dios es mi Rey”. Es decir que de este varón se esperaba que estuviera sujeto y dependiera de Dios.
El nombre Noemí significa “carácter placentero, graciosa”.
El nombre Mara significa “amargada, de carácter agrio”.
Con relación a los hijos, Quelión significa “espíritu débil, falto de ánimo”.
Mahlon significa “persona enfermiza”. Es decir que los hijos de Elimelec y Noemí uno era apático y el otro enfermizo. Pero gracias a Dios tenían una mamá agraciada.
Fuera de la familia, es decir en el ámbito externo, había una crisis. En chino la palabra crisis está conformada por dos vocablos, uno significa crisis y la otra oportunidad. La crisis que reinaba en Belén de Judá, que significa casa de pan, era hambre. Fue un castigo de Dios a su pueblo, en el cual no llovió por tres años.
Jueces 21:25
Por entonces los habitantes de Belén hacían lo que les daba la gana. Había anarquía en la sociedad. Entonces ¿de dónde salen los ladrones y asesinos? De mi casa, porque el núcleo de la sociedad es la familia y en ella se refleja la sociedad y por consecuencia la sociedad se refleja en la casa. Todo lo que pasa afuera está saliendo de mi casa. ¿Está Dios gobernando la casa? ¿Está Dios dirigiendo la casa?
El peligro de la crisis es continuar por la línea, por la que en ese momento Elimelec era un hombre débil y enfermo y afuera de su casa había hambre. Por lo tanto hay pánico y busca una pronta solución en base a las circunstancias. El líder de la casa tuvo que buscar una solución.
¿Dónde vivían Elimelec y Noemí? En Belén, que significa casa de pan. Elimelec buscó una solución sin pedir la dirección de Dios. La crisis fue la oportunidad de Elimelec para ejercer fe al levantar oración para que Dios enviara ayuda. Sino que hizo lo contrario, tomó sus cosas y se fue a Moab.
Proverbios 3:5-8
Es cuestión de hacer las cosas correctas. Elimelec pudo ejercer fe al postrarse y orar para preguntarle a Dios “¿Qué hago?”
Los que buscan a Jehová no le faltará ningún bien, dice el Salmo 34:4-5
Hebreos 2:1
Cuando quitamos los ojos del Señor nos hundimos. Fue lo que le pasó a Pedro que al ver a Jesús caminar sobre las aguas, él también quiso hacerlo. Comenzó a caminar pero al ver las circunstancias y sacar la vista en Jesús, se hundió. Pero como Pedro no decimos “Señor ayúdame” sino que por orgullo no dependemos de él en todo. Pide la dirección de Dios en todo. Si buscas una casa, pregúntale a Dios “¿Es esta la casa que quieres que compre?” “¿Cuál es Tu voluntad?” “¿Qué quieres Dios que yo haga?”
Cuando tienes hijos, te agrada que tu hijo te consulte para recibir dirección. ¿Cuánto más Dios?
Elimelec perdió la oportunidad de ejercer fe al decirle “Yo creo en ti Señor”. “Señor tienes el control de todo y no haré nada que no me digas”.
El Señor cerró los cielos en Belén por tres años y tres meses para castigar a Israel.
Cuando Dios indica, Él provee y vamos a encontrar la provisión de Dios.
El creyente no se muere de hambre porque Su palabra dice “no hay justo que quede desamparado y muera de hambre”.
Lo que hace Elimelec es irse con su familia al campo de Moab, un lugar prohibido por Dios porque no le agradaba.
Se fue a Moab por un tiempo pero se murió e hizo pecar a sus hijos al permitir que se casaran con mujeres maobitas: Orfa y Ruth.
Sus hijos eran apáticos y enfermos pero eran buenos para las mujeres.
Ante la crisis, la muerte de su esposo y la de sus hijos, Noemí cambió dejando de poner lo correcto y empieza a echarle la culpa a Dios y se amarga. Ella era una creyente porque reconoce a Dios como Todopoderoso. Por ello al entrar a Belén pide que no le llamen Noemí sino Mara (vv20). Ella conocía la Palabra, conocía al Dios Todopoderoso porque estaba en su cabeza pero no en su corazón. Ella dice que se fue de Belén llena (vv21). Había perdido al esposo y a sus dos hijos, y la culpa se la echaba a Dios.
Malas decisiones generan tragedias, por eso es importante volver los ojos a Dios.
Noemí estando en Moab se entera que había llegado el tiempo de la ciega en Belén y por eso decide volver junto a Ruth. Orfa decide volverse a su pueblo tras sus dioses paganos. En cambio Ruth permaneció junto a Noemí.
¡Qué gran bendición sería que lo bueno se pegara a una persona! Pero no sucede así sino que en las relaciones interpersonales se pega lo malo. Sin querer, sin anhelarlo lo malo se pega en la personalidad. La amargura se les pegó a Noemí y Ruth.
¡Qué bueno sería que la sabiduría se pegara en la persona! Pero a Ruth se le pegó la amargura.
Noemí había decidido regresar al lugar donde había pan. La palabra del Señor dice que quites la amargura para que puedas recibir la bendición de Dios.
Orfa regresa a su pueblo. El nombre Orfa significa “terca, obstinada”. Es la típica persona que dice: “yo soy así y nunca me van a cambiar”.
2 Corintios 5:17 Pág. 1652
¿Qué es lo que espera el Señor de nosotros? Un cambio, que te dejes gobernar, que te dejes formar el carácter de él en ti.
¿La gente puede percibir que tú eres cristiano? Allí estaba Orfa quién decide regresar a su vida antigua. A Jesús le costó morir por ti. ¿Te rendirías a él para que dejes el “yo” y seas “él”?
Gálatas 2:20
Pablo dice: “ya no vivo yo, sino Cristo vive en mi”.
Por gracia somos salvos y no por obras para que nadie se gloríe.
Día tras día pide la dirección de Dios.
La actitud de Ruth agradó a Dios y fue honrada. La hizo descendencia de Jesús. En Mateo 1 usted puede ver la mención de Ruth en la genealogía de Jesús. Dios traspasó la prohibición que había puesto al pueblo maobita.
Romanos 12:2
No te dejes moldear por este siglo, sino transfórmate por medio de la renovación de tu mente para que veas la voluntad de Dios.
¿Cuántos de ustedes quieren que Jesús sea el Señor de sus casas y de sus vidas?
¿Qué es lo que habló el Señor en este día?
Es hora de entregar tu hogar y tu vida al señorío del Señor.

viernes, 11 de junio de 2010

¿Bajo qué espejo te estás mirando?

11/06/10
Predicador: Carlos Vaca

¿Bajo qué espejo te estás mirando? Si te estás mirando en el espejo de la Palabra de Dios, tendrás la perspectiva correcta.
En un reino había un rey inteligente y la gente delante de él tenía una perspectiva también inteligente. Llegó a su reino un sastre para venderle una tela invisible. Pero como era inteligente, no hizo pregunta alguna y el sastre le confeccionó un traje al rey. Al salir de la habitación con el vestido nuevo, decidió salir al pueblo a lucirlo. En la caminata, un niño dijo: “miren al rey, está desnudo”. Sucedió así porque el rey se veía en un espejo de vanidad, e incluso quienes estaban a su alrededor. Hoy vamos a pedir que el Señor nos enseñe las maravillas de Su Ley.

Santiago 1:19-20
Lo primero que va a enseñar Santiago es que la fe se practica. Cuando dice “oír” significa “prestar atención” cuando Dios nos da instrucción. Nosotros no captamos lo que Dios nos dice, es decir no prestamos la debida atención.
Proverbios 8:31-36
Cuando desobedecemos a los padres obtenemos tristeza porque no respetamos a nuestros padres; porque Dios dice: honra a tu padre y a tu madre para que todo te vaya bien, y tus días se alarguen en la tierra.
Si prestas atención a la Palabra de Dios, la bendición vendrá. Sucede cuando caminas bajo la Palabra de Dios, cuando consideras lo que Dios te habla. ¿Le respondes a Dios cuando te habla? ¿Qué le respondes? ¿Mañana?
Mateo 8:1-4; Mateo 5,6, 7:20
La gente no respondía, sino se admiraban frente al sermón del deseo de Dios en el humano. Pero sólo hubo un impacto que no generó un cambio. Sus oídos se deleitaban pero no tenían la capacidad de recepcionar la Palabra para generara un cambio, porque maravillarnos no genera un cambio.
En Mateo 8 vemos el relato de un leproso. La lepra era una enfermedad incurable con connotación espiritual, porque tenía que aparatarse del montón y gritar “inmundo” para que la gente supiera que era leproso. Pero hubo un hombre de la muchedumbre que creyó el sermón de Mateo 5 al 7 porque bebió de Su palabra.
El leproso vio que la gente acechaba a Jesús, por lo que se postró delante de él, porque reconoció su necesidad espiritual con hambre de Dios. La humillación sucedió porque con afán buscaba a Dios en oración y ayuno.
Jesús rompió todas las estructuras de la sociedad y se acercó al leproso.
Dios es personal, así lo puedes ver en Mateo 8. No habla de la gente, sino del leproso. El leproso se acercó y se postró delante de Jesús.
A veces creemos que somos santos y nos acercamos al Señor de cualquier manera y nos olvidamos de que Él es tres veces santo. Sin santidad nadie podrá ver y escuchar a Dios. Cuando Isaías se encontró con Jehová de los ejércitos, tuvo labios inmundos pero cuando los querubines quemaron sus labios con carbón, pudo recién escuchar la voz de Dios. Por ello sin santidad no podemos escuchar la voz de Dios.
El leproso no le exigió a Jesús, sino que la actitud fue “si tu quieres, sáname”. Jesús le respondió “quiero” y luego lo toco. El leposo era un rechazado de la sociedad con heridas en el corazón, por lo que necesitaba ser restaurado. Jesús conoce lo que tú necesitas.
Jesús no solo sanó físicamente al leproso, sino que sanó el corazón. Este es el Dios que tenemos. Cuando prestamos atención a la Palabra de Dios, viene la bendición.
Uno que no prestó atención fue Moisés en el camino del desierto. Dios le dijo a Moisés que si hablara a la piedra, entonces saldría agua para que beba el pueblo y los animales. Moisés exhortó al pueblo enojado y sacó agua de la piedra, pero fue por misericordia de Dios. Pero luego Dios le habla a Moisés diciéndole que no entraría a la tierra prometida. Dios no miente en lo que afirma. Dios quiere que Le escuchemos porque esa es la voluntad de Dios; que obedezcamos Su palabra.
Tendemos a hablar y hablar sin prestar atención lo que decimos.
Realmente, ¿qué es lo que está sucediendo en nuestras vidas? ¿Todavía no prestas atención a la Palabra de Dios y no la obedeces?
Atendamos a la Voz de Dios. Que no quede con la sensación de maravillar nuestras vidas.
¿Cómo me ve Dios a mí? Porque a Dios no Le puedo engañar.
¿Qué es lo que no me está dejando desarrollar?
¿Qué fue lo que dejaste de lado de lo que te habló Dios?
¿Cómo estás delante del Señor?

domingo, 6 de junio de 2010

Dios quiere ser el Rey de tu vida

06/06/10
Predicadora: Iris Juárez

Jesús es mi Rey. Es el Señor en nuestras vidas. Esto tiene que hacer un “clic” en nuestras vidas. ¿Jesús es una visita en tu vida?
Tú eres el templo en donde Dios tiene que morar.
Efesios 1:3
Dios nos bendijo con toda bendición espiritual. ¿Qué es lo que te está faltando a ti? El Señor nos dice que nos da todas las cosas.
Marcos 1:15
En este pasaje el que está hablando es Jesucristo, que el tiempo que anunciaron los profetas se cumplió porque él está aquí.
Dependemos de un reloj para hacer nuestras actividades, pero Dios no habita en el tiempo. Para Él no hay tiempo, por ello lo sabe todo.
Hoy tienes que vivir las bendiciones del Señor. Dios quiere que descancemos en Él y además quiere gobernar tu vida. Si esto no sucede es porque tú eres el rey de tu vida.
¿Por qué no disfrutamos hoy de la bendición? Declara: “yo tomo la bendición que es para mi”.
Los Cielos no pueden contener Su gloria, pero si tú. Él vino a reinar en tu vida y no para ser un inquilino. No pueden reinar dos señores, el Señor y tú.
¿Quién reina en tu vida? ¿Jesús está de paso en tu corazón? Para que Jesús entre a tu corazón debes creerlo, y para ello tienes que ser como un niño para poder creer.
Cuando Dios es el Rey de tu vida, tienes que ser como niño para que dependas de Él. Un niño le dice a la mamá: “Mamá quiero agua”. Un niño no dice: “bueno, como no hay alimentos voy a trabajar en tal cosa”. Esto no hace un niño sino que pregunta, porque no sabe nada. El que es como niño tiene un espíritu enseñable y se deja corregir. El que es como niño se deja enseñar, es humilde pero manso.
¿Cuándo vas a ser como niño? En todo tiempo pregunta al Señor: “¿Tomo este trabajo Señor? ¿Voy o no voy a tal lugar que me han invitado?”
Hoy ya no consultamos al Señor, sino que contestamos haciendo. Cuando consultas al Señor, de una u otra manera vas a tener la repuesta.
Dios es la autoridad de tu vida porque Él es poder y autoridad. Allí en la repuesta vendrá la paz. Dios quiere que siempre vayas con la frente alta y no que el problema te someta.
Dios sopla sobre los huesos secos, el Espíritu sopla de los cuatro vientos en tu mente. Dile al Espíritu Santo: “Sopla sobre mi mente”. Tu problema está en los pensamientos. Necesitas ser renovado. Caminas cargando un contenedor de problemas, porque se los entregamos al Señor pero no le creemos. Dile: “Señor Jesús quiero que seas el Rey de mi vida”. Arrepiéntete por no creer en Dios y por creer en primer lugar en el médico ante un achaque. Hasta ahora Dios ha obrado por misericordia pero ahora tienes que creerle.
Díle al Señor: “Gracias por el pasado”, pero tienes que vivir el hoy. El enemigo te va a entretener con el pasado y el futuro porque no quiere que te goces del presente.
Te tienes que arrepentir por no creer en Dios. Si Jesús gobierna tu vida, como autoridad que es, decidirá en tu vida y te demandará.
¿Qué harás cuando Dios te pida algo que atesoras? Y cuándo te diga haz tal cosa y aquella no. Aprende a esperar en Él y arrepiéntete de ser el rey de tu vida.
Cree en Sus mandamientos, serás salvo tú y tu casa. ¿Entonces por qué dudas? Cree, declara que él o ella recibirán a Jesús en sus corazones.
Por sus llagas hemos sido sanados. Entonces le dices al Señor: “Sigo sangrando y Tú no haces nada”. Crees que el Señor es quién te sana. Declara que Sus promesas son verdaderas y cree. Cuando Le crees al Señor, hasta las oraciones son diferentes. Aprende a declarar Su palabra. Si es una necesidad de trabajo declara que lo tomas. Si es por hambre, dile al Señor: “Tú eres mi provisión”.
Si Dios no escatimó a Su hijo, ¿cuánto más te dará a ti lo que estás pidiendo o necesitando?
Cuando tu Rey es Jesús te aferras más en las cosas del Cielo que las de la tierra. Cuando el Señor es el Rey, Él es primero en todo y Su gloria se derramará sobre tu vida y verás las abundancias sobre ti. Dios no te llamó a ser escaso.
El enemigo quiere ponerte enfermo. ¿No dice la Palabra que somos más que victoriosos? Entonces no debes aceptar ni un resfrío.
Si Jesús es tu Rey, ¿por qué los bolsillos están pelados? Aprende a decirle al Señor: “Señor te consagro este dinero a ti para que Tú me digas en qué lo voy a invertir.”
Piensa; a Dios le ofreces tus problemas y tu enfermedad. ¿Y tu dinero? ¿Cuáles son las cosas que más atesoras? Dale al Señor y espera.
Dios quiere ser el Rey de tu vida y te ha escogido para que gobiernes.
Si Dios es el Rey de tu vida, ¿por qué reaccionas de mala manera? ¿Por qué te enojas? ¿Por qué no hay bendición en tu vida? ¿Por qué hay falta de economía? ¿Por qué te desesperas? ¿Por qué te conformas con vivir de la misma manera? ¿Por qué tomas decisiones sólo? Él quiere ser el Rey en tu vida. Espera a que Él obre, pero para que Dios obre tienes que despojarte. Dios no puede obrar en un corazón con orgullo y altivez.

martes, 1 de junio de 2010

El tiempo del que hablaban los profetas se ha cumplido (y hoy puedes disfrutar de las bendiciones de Jesús, al ser coheredero de la gracia de Dios)

01/06/10
Predicadora: Iris Juárez

Marcos 1:14
El tiempo que anunciaban los profetas se ha cumplido, y yo soy el presente que disfruto de las bendiciones en Cristo Jesús.
Entonces si el tiempo se ha cumplido no debe haber enfermedad ni escasez en tu vida, sino gozo. En medio de la prueba debes estar gozoso porque Jesús es quién está gobernando tu vida y debe haber provisión. Pero esto sucederá cuando realmente Jesús more en tu vida y no sea una visita en tu corazón.
Tienes que ser libre del pasado y del futuro para que tengas gozo en el presente, porque el Reino de Dios se ha acercado. Dios quiere lo mejor para ti. ¿Por qué nos falta economía? ¿Por qué estás enfermo?
Marcos 1:15; Isaías 53
Cree que por sus llagas hemos sido curados. ¡Confiesa Su palabra! Confiesa que Dios vive. Cree que Dios es todopoderoso.
Romanos 8:32
¿Dios no te dará a ti lo que tú estás pidiendo?
El Reino de los Cielos es Jesús en tu vida. Dios nos dice que el tiempo se ha cumplido y que Su Reino se ha acercado.
Pero Dios nos demanda que debemos arrepentirnos y creer en el evangelio. ¡Arrepíéntete de no creer en Dios!
Cuando te enfermas o te duele algo, ¿de quién te acuerdas? ¡Del médico! ¡Del último remedio que te dieron!
Comienza desde el principio, en creer en el Señor, porque en realidad el médico está adentro de tu corazón. Pero si el Rey está acá adentro de tu corazón ¿por qué no le buscas?
Si tienes toda la provisión ¿Por qué no la vives? ¿Qué te impide hacerlo?
Hoy tienes que gozarte con el Rey que está en tu vida. Gózate por la ausencia de enfermedad, por la presencia en tu corazón de la paz, el gozo, por el espíritu perdonador que tienes.
Arrepiéntete porque las cosas van a ser diferentes y comienza a creer en Su palabra.
¿Qué es lo contrario de creer? La duda. Tienes que creer; Dios te dice que no temas, que no tengas miedo.
Cree solamente en medio de la dificultad y Dios te dará la confianza, el gozo. Atrévete a vivir una vida de fe permanentemente.
Nos hemos acostumbrado a vivir sin la naturaleza de Dios en nuestras vidas.
Romanos 8:32
¿Habrá algo que Dios no te pueda dar?
¿Sabes por qué no tienes la provisión de Dios? Porque no Le crees.
¿Estás cargando tu pasado? ¿Estás pensando en el futuro?
Dile al Señor: “Descanso en ti Señor, gobierna mi vida”.
¿Quién gobierna tu vida? ¿Tú? ¿Jesús? ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Qué estás haciendo con Jesús? ¿Tú eres el rey de tu vida?
Si Jesús es el Rey de tu vida, él tendrá la autoridad en ti y producirá cambios. Pero si todavía sigues siendo el rey de tu vida no puedes seguir así. ¿Jesús es un inquilino en tu vida?
Cuando Jesús mora en ti, hasta las oraciones serán diferentes. Adora en espíritu y verdad, y la presencia de Dios vendrá. La palabra reino significa “gobierno” y “autoridad”.
¿Dónde vive el Rey? En ti, porque tú eres Su morada, y Él te da Su autoridad para que tú dejes tus problemas en Él para que comience a gobernar tu vida, tu boca y tus pensamientos.
En cambio si el Señor sigue siendo un inquilino, tu vida fluctuará.