domingo, 28 de febrero de 2010

Limpiemos los pies los unos a los otros

28/02/10
Predicador: Pablo Eijo

San Juan 13:1-717
Todas las enseñanzas de Jesús fueron necesarias y venían de parte de Dios para que los apóstoles aprendieran; porque si no aprendían la enseñanza no sucedería.
También vas a tener enseñanza del Espíritu Santo. Esta enseñanza de Jesús fue de tremenda importancia: la humildad. La misión de estos hombres era llevar el evangelio de la salvación.
Esta enseñanza fue la última y es una oportunidad para aprender y no para llorar o quejarnos. La humildad es básica para la integración de la Iglesia y para que ésta camine.
El lavamiento de pies era una costumbre judía, que se hacía antes de ingresar a la casa porque la gente tenía los pies sucios por caminar en la ciudad. Esta tarea la hacían los esclavos o sirvientes del dueño de la casa. Y en ese momento Jesús tomó la toalla y procede a lavar los pies de los apóstoles. Pero esta enseñanza se trata del orgullo y Pedro fue el que no lo haría, por ello dijo que jamás tú Señor me lavarías los pies.
Si no nos lava Cristo, andaremos sucios; pero sabemos también que necesitamos ser lavados cada día al decir “Señor por tu sangre preciosa tú me limpias.”
A veces tenemos cosas feas en el corazón y eso permanece allí, así se llame corrupción o pecados, pero que necesitamos que sean lavados y limpiados. Jesús no tuvo problemas de lavar los pecados de la humanidad. El Señor nos puede limpiar y te va a ayudar.
La enseñanza es que así como él lo ha hecho, limpiemos los pies los unos a los otros. Esto significa estar dispuesto hacer cosas que otros no lo harían; por ejemplo acercarse, buscar, orar por el hermano, tener la capacidad de perdonar. Esto generará un vínculo.
El mayor en la Iglesia son los que sirven en la Iglesia.
En la Iglesia vamos a encontrar el inmaduro y le bajaremos la persiana. Pero en realidad los inmaduros tienen que ser ayudados por maduros en la fe, al orar, ayunar e interceder por ellos. También vamos a encontrar gente hipócrita. No los condenes, sino ora por ellos. Pero si tú eres fuerte, no te va a importar la hipocresía o el mal gesto.
¿Sabías quién estaba en la mesa con Jesús? Judas.
¿Sabías porque los hermanos se pierden de la Iglesia? Porque no tienen a alguien para contarles lo que les sucede.
En la Iglesia vas a encontrar gente con maldad en el corazón. Si no son tratadas estas áreas, no habrá oportunidades para cambiar.
¿Sabes cómo se lavaban los pies? Con agua agradable, pero para ello te tienes que preparar e involucrar. Pero no se puede lavar los pies sin agua, y son aquellos que son legalistas y duros de corazón. Tenemos que aprender a lavar con la paciencia y el perdón.
Podemos tener prosperidad, conocimiento pero ¿tenemos amor para tratar a la gente, es decir misericordia?
Esta lección de Jesús permitió que creciera la Iglesia y ha llegado hasta nuestros días.

domingo, 21 de febrero de 2010

Tú has sido llamado para algo especial

21/02/10
Predicador: Edinson Pinedo

Jeremías 1:1-14
Estamos viviendo tiempos muy difíciles, en la última etapa del hombre sobre la tierra. Estamos viendo tiempos cumplidos: desastres naturales porque los hombres endurecieron sus corazones para con Dios. Todos los males vienen del norte. Estado Unidos tira la comida y ven que en Haití se muren de hambre. No han cumplido la Palabra de Dios de dar a otras naciones para que el Reino de Dios se extienda, porque la idolatría se ha metido en sus corazones, el sentimiento nacional gano sus corazones.
El que ha entendido el mensaje de Dios, ya no se parcializa por una bandera, un cuadro de fútbol, sino tu mensaje es Jesús.
A las personas tienes que entenderlas y enseñarles para que Dios pueda generar un cambio en sus vidas.
No puedes ganar gente para Cristo si estás enemistado o crees que tú eres la única persona con problemas.
Jeremías ha sido de la tribu de Benjamín, un pueblo idólatra y ha sido llamado como profeta después de 70 años de la muerte de Isaías.
El pueblo de Benjamín mataba profetas y en 40 años nadie se había convertido al cristianismo.
En el reinado de Josías, el pueblo de Israel iba ir al norte, a Egipto, para ser esclavos.
Por predicar, Jeremías fue apresado y estuvo por meses comiendo un pan cada día. Pero Dios hace que lo saquen, sin embargo lo encerraron en un silo. Pero fue fiel en lo que le había encomendado Dios.
El resultado no es lo que veo, sino la enseñanza del trabajo. Responde en tu corazón: ¿Para quién trabajas? ¿Has trabajado para Dios y con Él? Tú no puedes torcer la mano de Dios. Si tú eres fiel, Dios te pondrá sobre mucho.
Jeremías, en hebreo es Yrmeyahu, que significa Jehová exalta o Jehová confirma. El Señor utilizó la vida de Jeremías para exaltar Su nombre y confirmar lo que Él ya había dicho.
Tú has sido llamado para algo especial. Por más que te escondas, y si Dios se ha fijado en ti, te utilizará para trabajar y Su propósito se cumplirá.
Cuando entiendas el llamado de Dios en tu vida, dependerá de ti para que se cumpla.
El mensaje de Jeremías se sigue predicando. Dios ya había destinado a Jeremías para que fuera Profeta desde el vientre de su madre.
Tienes que aprender a madurar en tu vida para ayudar a los coléricos, a los que no pueden avanzar. Lo vas hacer cuando entiendas que Dios te escogió desde el vientre de tu madre para que seas Profeta (vv5).
Dios te conoció antes de que te formaras en el vientre de tu madre. ¿Ves que eres especial? ¿Por qué Dios se fijó en ti? Porque te ama, pero no ama la idolatría que hay en ti.
La expresión “te conocí” significa “puse mis ojos en ti y te escogí”.
La expresión “te santifiqué” significa “te separé para un trabajo exclusivo, para ser coheredero de la Gracia de Dios, para ser portavoz del evangelio en todas las naciones.” Significa que las herencias de Dios, las heredamos conjuntamente con Jesús. ¿Sabes lo que significa esto? Significa que todos los beneficios de Jesús nos pertenecen.
La expresión “te dí” significa “te designé un trabajo profético sobre la tierra para que el Reino de Dios siga avanzando.”
La expresión “hay de mi si no anunciare el evangelio de Cristo” significa que el predicar el evangelio te trae beneficios: gozo, paz, salud.
No calles, no digas: “mejor que no diga que soy cristiano, porque se reirán de mi.” Esto es una mentira. Dios te destino a ser un portavoz de Su palabra.
vv6 “Pregona” el mensaje que Dios ha puesto en tus manos: anunciar las buenas nuevas de Jesús.
1 Timoteo 2:7
Pablo al igual que Jeremías entendió que fue llamado para ser Profeta. Su compromiso era el Señor, porque Cristo te limpió al igual que a Pablo. Hay un mensaje que dar, y esa es nuestra responsabilidad.
1 Timoteo 1:10-11
El hombre sin Cristo está muerto, es decir es la vida separado de Dios para siempre. Pablo entendió la razón de vivir la inmortalidad en la tierra. Inmortalidad es vivir con Dios para siempre. La muerte ha sido quitada del cristiano.
Cuando recibes a Jesús en tu corazón, es la predicación lo que te hace inmortal (vv10).
vv11 Hay tres cosas específicas para los que anuncian el evangelio.
1- Anunciar significa “heraldo”, que lleva un mensaje específico en alta voz, es decir cuando caminas, trabajas; eso es ser un heraldo del evangelio con tu vida.
2- Apóstol: es quién no puede decir y hacer sino se le ha encomendado sin añadir palabra alguna de más. En el espíritu apostólico hay sumisión de lo que Dios te dice que hagas o digas. Hacer otra cosa que no te ha sido encomendado, te distrae.
3- Maestro: significa poner esmero para impartir instrucción.
Cuando haces estas tres cosas, vendrán el resto de las cosas por añadidura. Responde en tu corazón: ¿Cuántas personas has ganado para Cristo? ¿Has ofrecido tu tiempo, tu vida para Dios? ¿Tu economía, tus hijos son de Dios?
Cuando tú haces lo correcto, Dios te bendice, porque el Señor no miente.
Todo maestro da lo que ha aprendido y vivido. Tú no puedes dar lo que no tienes.
El mundo y las familias sin Cristo te esperan, porque nunca escucharon el evangelio del Señor. ¿Qué vas hacer con este mensaje?
Te tienes que preocupar de dar este mensaje a las personas sin Cristo para luego traerlos a la Iglesia para que sean instruidos.


Vocabulario

Almendro: Árbol de la familia de las Rosáceas, de raíz profunda, tronco de siete a ocho metros de altura, madera dura, hojas oblongas y aserradas, flores blancas o rosadas, y cuyo fruto es la almendra. Florece muy temprano. Su corteza destila una goma parecida a la arábiga.
Impío: Falto de piedad, religión. Contratio, hostíl a la religión.
Irreverente: adj. Contrario a la reverencia o respeto debido.
Matricida: (Del lat. matricīda). Persona que mata a su madre.
Parricida: Del lat. Parricīda). adj. Que mata a un pariente próximo, especialmente al padre o a la madre.
Perjuro: 1. adj. Que jura en falso. 2. adj. Que quebranta maliciosamente el juramento que ha hecho. 3. m. p. us. Acción y efecto de perjurar.
Profano: (Del lat. Profānus). 1. adj. Que no es sagrado ni sirve a usos sagrados, sino puramente secular. 2. adj. Que no demuestra el respeto debido a las cosas sagradas. 3. adj. Que carece de conocimientos y autoridad en una materia. U. t. c. s. 4. adj. Libertino o muy dado a cosas del mundo. U. t. c. s. 5. adj. Inmodesto, deshonesto en el atavío o compostura.
Sodomita: 1. adj. Natural de Sodoma. 2. adj. Perteneciente o relativo a esta antigua ciudad de Palestina.

viernes, 19 de febrero de 2010

Estudio Bíblico: Lo que piensa Dios del adulterio

19/02/10
Maestro: Edinson Pinedo

La infidelidad en el matrimonio produce resentimiento, rencor, repudio y odio.
1 Corintios 6:16-18
La fornicación destruye el templo del Espíritu Santo. si tu eres marido de una sola mujer, no tendrás SIDA, una maldición de Dios para detener esta aberración.
Efesios 4:22-24
El exceso o la carencia de relaciones sexuales determina problemas. La carencia termina en frustración, dejando abierta una puerta al enemigo.
1 Corintios 7:5
El negarse a la intimidad como matrimonio también es una puerta abierta al enemigo.
Cuando se incluye violencia y perversidad en la relación íntima, genera abuso. La actitud distinta es ser amable y atento con el cónyuge.
Hebreos 13:4
En el lecho no debe haber violación, es decir ir en contra de la voluntad del cónyuge.
Hay quienes piensan que hay limitación para disfrutar de la intimidad.
Génesis 18:11-12
Aquí vemos que Dios cuida esa área en la vejez y vemos la bendición de Dios al cuidar el deleite en la vejez.
La pornografía hace daño y deteriora una pareja.
Colosenses 3:5
Las pasiones desordenadas en el matrimonio, Dios la llama idolatría.
Efesios 3:11
La idolatría es perversidad. Las imaginaciones fantasiosas o la perversidad destruye el autoestima y el fluir amoroso en el seno familiar, al permitir hacer comparaciones.
Romanos 12:2
Es necesario que anhelar tener un espíritu enseñable para que Dios, por medio de Su Santo Espíritu, renueve nuestro entendimiento para comprender cuál es la volutad de Dios.
Mateo 5:28
No es necesario tener una relación extra matrimonial para aduletar. Dios nos enseña que con sólo codiciar una mujer, se adultera con el corazón. Porque allí nace la acción.
Lo contrario es la indeferencia que es la falta de interés en la pareja.
1 Corintios 7:3
Dios nos enseña que en el matrimonio ambos cónyuges deben cumplir sus deberes como esposos.

Tarea:
¿Qué entiendes por fornicación y adulterio?
¿Cómo puedes evitar el adulterio en tu matrimonio?

Cuando oramos, Dios escucha, los ángeles se movilizan y cosas comienzan a suceder…

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domingo, 14 de febrero de 2010

Los huevos de áspid que aún están en nuestra mente (II parte)

14/02/10
Predicadora: Iris Juárez

¿Por qué Dios nos habla de la iniquidad? Porque la iniquidad nos lleva hacer lo malo, lo torcido.
Como hijos debemos ser buenos y santos en todas las áreas. Pero hay cosas que no nos sale; pero Dios quiere que no nos cansemos de bendecir, de hacer el bien. Nuestra naturaleza debe ser buena y santa.
Éxodo 20:1-6
vv1-2 Nos habla que Dios nos sacó de servidumbre, porque estábamos sirviendo al enemigo, y de allí del pozo Dios nos sacó.
vv3 Este versìculo se refiere a poner cosas primero antes que Dios: estampitas, trabajo, ropa, auto, familia, imágenes.
vv4 Es decir, lo que está diciendo Dios es que no quiere que adores a nadie más que a Él.
vv5 ¿Qué quiere decir Dios en este versículo? Dios visita la maldad de los padres sobre los hijos. Es decir que si hay iniquidad en nuestra vida, Dios la aborrecerá.
Hay oraciones que Dios no escucha a causa de la iniquidad. Cada día Dios nos lleva a una madurez espiritual, perfeccionándonos en el Señor.
La iniquidad la recibimos por la línea sanguínea de los padres, y estará allí hasta que la arranquemos de raíz.
La iniquidad es contraria a la rectitud, tendencias, hábitos torcidos, es una semilla que pasa de generación en generación; se repite la misma conducta. Por ello hay que arrancarla para que no pase a cuatro generaciones más. Produce deformación sanguínea. Lo que se ha cometido acá en la tierra de Argentina: muertes, violaciones, colonización, militares, es necesario que sean cortadas estas iniquidades por medio del perdón. Estos pecados deben ser perdonados para que seamos libres de toda sangre inocente derramada en esta tierra.
¿Quién pidió perdón por todas estas iniquidades? Tú, para que seas libre de esta maldición.
¿Cuántas cosas aberrantes ve Dios? Injusticias y pecados que han ensuciado la tierra. A causa de esto viene el juicio de Dios por haber dado la espalda al Señor, y la Argentina no es la excepción porque hay depravación.
La iniquidad lleva a la vanidad. Dios quiere que confíes en Él en primer lugar, porque tenemos la plena seguridad de que Dios es un Dios fuerte que te cuida y protege.
Cuando tú crees en esto sueltas la bendición, aún cuando estás enfermo porque tú eres un hijo de Dios, por más que la noche este oscura. Que no entre la duda en medio de una prueba porque tú confianza debe ser plena en Dios.
Isaías 59:1-8
La iniquidad es igual a los huevos de áspid. La Palabra de Dios es la que produce fe en nuestra mente. A veces pensamos que estamos bien con el Señor cuando le decimos: “¿Qué cosas hay de mi que no te agradan?” Porque no lo sabes, pero te das cuenta cuando otros te lo dicen, y en lugar de agradecer te enojas con esa persona.
El hecho de servir y trabajar para el Señor es lo que va a impartir Su bendición porque no es en vano trabajar para Dios. Debemos examinarnos porque la iniquidad afecta a nuestras vidas.
Afanarnos, preocuparnos es una iniquidad porque produce cautividad, es decir esclavitud.
Debemos descansar en el Señor y decirle: “Señor mi vida está en tus manos y que se haga Tú voluntad.”
Somos llamados a ir en victoria en victoria cuando nuestra vida está en Sus manos.
Debemos reconocer nuestras raíces maternas y paternas de iniquidad, es decir dónde nacieron y la causa por la que vinieron al país, porque sus pecados están en nuestra sangre, para que nuestros hijos sean una generación bendita.
Pide al Espíritu Santo que te guíe y muestre las iniquidades, aquello que se repite de generación en generación: familias enemistadas, padres golpeadores, abortos, fornicación, infidelidades, hijos que se van de la casa, enfermedades que se repiten, padres borrachos, padres brujos, padres con ira, padres que gritan, mamás chismosas; piensa en tus abuelos, abuelos que hacen diferencias con sus nietos, padres que abandonan hijos, madres sobre protectoras, tumores, huevos de áspid, mamás sometidas, padres estresados, padres pobres, padres mezquinos, padres ávaros, padres viciados con el alcohol, padres viciados con las mujeres ¿Qué de tus abuelos y bisabuelos?
Padres idólatras, padres autoritarios, padres que no han dado cariño, padres que trabajan con exceso, padres burladores, padres que han soltado palabras negativas, padres que han fracasado en sus relaciones, padres engañadores, padres que no se cansan de maldecir al prójimo, papás que apuestan riñas, carreras.
Díle al Señor: “Señor quita todo lo impuro y que quede Lo tuyo. Tú traes seguridad. Gracias te damos Padre Celestial. Tú conoces cada corazón, cada vida, por eso Tú Señor has la obra en mí en esta mañana, en eso que no puedo cambiar. Quita lo que está torcido, en el nombre de Jesús.” Y ahora comienza tú a renunciar en el nombre de Jesús.

domingo, 7 de febrero de 2010

Los huevos de áspid que aún están en nuestra mente (I parte)

07/02/10
Predicadora: Iris Juárez

(La siguiente palabra ha sido revelada por Dios a Iris, y ella quiere que la entendamos.) Conforme vamos caminando en el Señor, es nuestra conducta. No es en vano cuando dejamos de lado actividades para caminar en santidad y en temor del Señor, porque sino caminaremos de cualquier manera.
Hoy vemos cosas (en el mundo espiritual) que antes no veíamos para que podamos cambiar nuestra vida, nuestro carácter y nuestra forma de pensar.
Pablo en Efesios 4:13-16 nos insta a que crezcamos a la estatura de Cristo, para que no seamos niños.
La Palabra te enseña a ser diligente en tu camino con el Señor. Para ello tienes que buscarlo y tener intimidad. El ser cristiano implica ser más que salvo; es ser transformado a la imagen de Dios, para que tu crezcas y vivas aquí en la tierra, y para que además no estés en las mismas circunstancias y problemas cuando no conocías al Señor Jesús.
Dios quiere perfeccionarnos para que caminemos de gloria en gloria, de victoria en victoria.
No es en vano el tiempo que le dedicas al Señor. Dios te da el día para gozarte y para que lo disfrutes.
Veamos la Palabra en Mateo 7:21
La persona de corazón limpio es la que entrará al Reino de los Cielos. No puedes quedarte con actitudes de bebé o de niño. Ahora ¿qué harás con la palabra que vas a escuchar en este mismo momento? Tienes que ponerla por obra allá afuera.
La expresión “huevos de áspid” significa iniquidades.
Isaías 59:1-8
Dios nos llamó a vivir en libertad. En el vv1 vemos que Dios quiere salvarnos y Su oído está atento para oír, “PERO” (vv2) la iniquidad y el pecado nos separan de Dios.
La iniquidad no es igual al pecado, sino que es la injusticia, perversidad, fraude, preocuparse, estrés, maldad, conducta o tendencia a hábitos y enfermedades continuas; y se pasa de generación en generación por medio de la sangre. Por esto que si no cortamos estos huevos de áspid, que es una maldición generacional, repercutirá en nuestras venideras generaciones.
La palabra “pecado” significa quebrantar la ley, errar el blanco.
En cambio la “iniquidad” obliga a la conducta o que hagamos o pensemos lo que no queremos hacer. La iniquidad te separa de la mano de Dios. El pecado es la causa, por la cual viene la iniquidad a mi vida.
La iniquidad produce deformación espiritual por medio de la sangre, y es en donde están los genes. Por medio de la iniquidad se le da autoridad espiritual al maligno en esa área: por ejemplo en la pobreza, en familias destruidas.
Si tú no cortas esta maldición generacional, tus generaciones vivirán los mismos problemas y la misma cautividad.
Jehová es Quien nos engendró y por ti tiene que correr la sangre del cordero.
La iniquidad es una maldición y tienes que cortarla de raíz.
Ejemplos de iniquidad: mentir constantemente (que es excusarse), tendencia a los pecados sexuales, tendencia al lesbianismo, robo, avaricia, idolatría, ira, enojo, y tantas otras cosas que sólo tú y Dios saben.
Dios nos insta a que nos humillemos y que seamos necesitados, para que Él pueda poner un corazón humilde; porque de no ser así, andaremos de cualquier manera.
vv4 Las vanidades son iniquidades, son las cosas vacías que no valen. Por eso Salomón dijo que todo es vanidad, es decir que no edifica, que no produce nada en tu vida. La vanidad es no confiar en Dios, es tener estrés, preocupaciones, es afanarse. Todo esto produce nada, vacío, perder tiempo pensando que vamos hacer mañana; en lugar de decir: “Señor, ¿que quiere que haga?”
El enemigo quiere atarte a vanidades. La maldad es afanarse en vano, trabajar en vano. ¿Por qué no confías en el Señor, y si lo haces en tu trabajo? Mira cuánto es trabajo, y cuánto es en vano; y ese tiempo deja que el Señor obre en tu vida.
Oseas 10:13
Dios nos libre de confiar en nuestras propias fuerzas. No hagas planes en donde no está Dios. Para moverte pregunta a Dios, para que no saltees al Señor.
La iniquidad hace que hagas cosas incorrectas porque haces las cosas por tu cuenta.
Job 4:8
El solo hecho de hablar mal, lo que no es (esto se llama chisme), es lo que recibiré.
Isaías 59:7
Debes poner la mira en las cosas de arriba y no en las de la tierra.
Salmo 66:18; Éxodo 34:6-7
Tienes que ser libre de la iniquidad para que Dios te escuche. Para ello analízate, permite que el Espíritu Santo te examine.
Tú eres diferente, porque eres una persona con propósito y sabes para qué estas en la tierra. Eres una persona con destino, y permítele al Señor que te muestre tus faltas.
Proverbios 16:2; Filipenses 1:6; Proverbios 4:18
Jesús es tu Señor, es quien gobierna tu vida, desde el momento que entregas tu voluntad a Dios, recibiendo en tu corazón a Jesús.
Estas siendo preparado para el Reino de Dios. Jesús no es Señor de la tierra, sino de los Cielos.
¿Cómo te vas a liberar de tus iniquidades? Conociendo la raíz en nuestros ancestros. Haz una lista de estos hábitos que no te dejan avanzar, y todo lo que produce una división entre tú y Dios, todo aquello que te impide seguir el modelo de Cristo, aquellas cosas que siempre te hacen igual.
Pero Dios te quiere hacer libre porque todavía la mano de Dios no se ha cortado
Isaías 1:4-6
Jesús se hizo maldición para liberarte a ti de la iniquidad.
Pide perdón por los pecados de tus antepasados, humillándote y presentándote necesitado para ser libre, pidiéndole perdón porque no avanzas, porque estás conforme en la situación en la que estás. ¿Acaso tú eres de las personas que dice: este es un día y mañana viene otro? ¿Es un peso para ti los días? ¿Tienes libertad para pensar, para esperar en Dios, para decirle: “Puedo ir”, “¿este es el lugar a donde quieres que vaya?” ¿Cuánto le consultas a Dios? ¿Cuán importante es Dios para tu vida?
La vida en el Señor es gozo, paz, alegría, libre de preocupaciones. Dile al Señor: “Señor yo necesito de ti, necesito que muestres mis iniquidades (orgullo, vanidad, enojo).” ¿Hasta cuando vas a estar enojado?
Tienes que cambiar, porque Jesús viene pronto, y no te va a llevar de cualquier manera, sino con una corazón libre y con una vida tratada, que se ha dejado tratar. Aquél que se ha dejado doblegar por Su presencia, aquél que no es idólatra, sino aquél que realmente su voluntad está en las manos de Dios.



Vocabulario

Áspid o áspide: (Del lat. aspis, -ĭdis, y este del gr. ἀσπίς). 1. m. Víbora que apenas se diferencia de la culebra común más que en tener las escamas de la cabeza iguales a las del resto del cuerpo. Es muy venenosa y se encuentra en los Pirineos y en casi todo el centro y el norte de Europa. 2. m. Culebra venenosa propia de Egipto y que puede alcanzar hasta dos metros de longitud. Es de color verde amarillento con manchas pardas y cuello extensible.
Iniquidad: (Del lat. iniquĭtas, -ātis) Maldad, injusticia grande.

viernes, 5 de febrero de 2010

Estudio Bíblico: ¿Cómo determinarnos para cambiar las cosas que no agradan al cónyuge?

05/02/10
Maestro: Edinson Pinedo

1 Corintios 7:1-24
Pablo en este pasaje está hablando de la inmoralidad sexual.
vv14 ¿Cómo entra el trabajo de santificación en el incrédulo?
Hechos 16:27-34
Es una promesa, y por el hecho de que haya un creyente en la casa, el resto de los familiares reciben la bendición.
1 Pedro 3:1-2
El hecho de estar Dios en la vida del hombre o de la mujer y de tener unidad por el pacto que son uno, por unión marital delante de Dios y por su confesión de una parte, la otra entra en un proceso. Aquí no habla de salvación, sino de santificación porque los dos beben de la misma fuente al unirse en su intimidad, y allí está la bendición.
Procura guardar los mandamientos para cuidar la integridad de la Iglesia.
Como matrimonio hay que enseñar la Palabra del Señor, porque en este tiempo hay suicidios, estrés, infidelidad, engaños.
Hemos sido llamados a la libertad con el Señor, porque Dios siempre va a estar controlando la vida, librándonos del estrés.
Como matrimonio oren para que otros matrimonios conozcan del Señor y para que lo reciban en sus corazones.
Nuestras vidas están con Dios y nadie te podrá tocar.
Dios vino para librar al cautivo, para dar fortaleza.
Un consejo sano (un consejo pastoral), antes de decir un defecto de tu cónyuge, di antes diez virtudes. Esto ayudará tener una familia íntegra.
El proceso de conversión es por renuncia en las àreas de nuestro carácter que impiden glorificar a Dios; porque por medio de la renuncia el Espíritu Santo nos llena con su presencia. Dios no puede obrar en medio de nuestras dos naturalezas, la carnal y la espiritual. Es por ello que es necesario vaciar nuestro corazón de nuestra vieja manera de vivir para que Dios pueda poner lo suyo en nuestras vidas.