viernes, 12 de octubre de 2012

La oración profética

12/10/12
Maestro: Fernando Orihuela 

La oración tiene que ser aprovechada como una oportunidad sobre una necesidad en la que reconoces a Dios, en la que ves la potencia de Los Cielos y declaras palabras viendo la solución ya establecida de lo que va a pasar. 
Entonces en la vida cristiana nos encontramos con dos tipos de oraciones. Un tipo de oración en el que declaras el problema. En cambio, en la oración profética declaras lo que está hecho. 
El que activa el manto profético en la Iglesia debe ser un Profeta y es quién hace soltar la oración profética y el canto profético en toda la congregación. 
En 1 Samuel capítulo 10 se detalla el protocolo de la activación profética. 
vv1-5 Es la receta. 
vv6 Es la activación del Espíritu Santo que viene precedido de profetización y alabanzas al Señor.
vv7 Cuando eres activado, haz como el Señor te muestre. 
vv8 Cuando se cumpla las palabras del Profeta, hay que hacer holocaustos y sacrificios de comunión con Dios. La adoración profética lanza el manto, lanza un entendimiento espiritual por medio del Espíritu Santo. Una de las enseñanzas de este capítulo es que el Profeta necesita una compañía de Profetas para profetizar. El don de Profecía está bajo el control de los Profetas, porque Dios no es un Dios de desorden sino de paz. (1 Corintios 14:32-33
1 Corintios 14:1-31 
La finalidad de la profecía es recibir de parte de Dios instrucción y aliento. Pablo afirma que debemos ambicionar el don de profecía, porque por medio de este edifica, anima y consuela a la Iglesia. 
vv13 El que habla en lenguas, dice Pablo, necesita pedir en oración la interpretación porque edifica al espíritu pero a la mente no porque no entiende misterios de Dios. Entonces ¿cómo pedir al Espíritu Santo el don de interpretación? Por medio de la oración con el espíritu, pero también con el entendimiento; cantar con el espíritu, pero también con el entendimiento. 
Números 11:29 
Son dos dones diferentes, lo que es el Profeta y lo que son las palabras proféticas. El don de Profeta es la capacidad de hablar y profetizar en todo momento. En cambio, las palabras proféticas son habladas solo cuando el Espíritu Santo quiere, porque Él administra los dones. Profecía es hablar por inspiración de Dios. Así vemos en la Palabra de Dios la diferencia de estos dos dones espirituales. 
Hechos 21:8-9 
Este pasaje de Hechos dice que profetizaban las hijas del evangelista Felipe. No dice que las hijas de Felipe eran Profetas. Por lo tanto todos podemos profetizar pero no todos somos Profetas. 
1 Corintios 12:7-11 
La tarea del don de profecía es edificar, exhortar y consolar a la Iglesia. Es decir la profecía no da palabras directivas. El que tiene el oficio profético, profetiza cuando quiere. El don profético es un don para la Iglesia, no es un don personal. Por la sencilla razón de que un Profeta no puede estar desconectado del cuerpo, es decir sin Iglesia. El Profeta habla por Dios. Por lo tanto puede trabajar en guiar, corregir, reprender y revelar. 
Todo lo que hace Dios es para edificar y ayudar a la Iglesia. El problema de la Iglesia es anhelar más sin trabajar con lo que Dios ya ha puesto en tus manos. 
En los libros de Romanos, Efesios y Corintios están detallados los 23 dones del Espíritu Santo. 
¿Cómo usar los dones? ¿Qué objetivos cubre los dones del Espíritu Santo, que humanamente la Iglesia no puede hacer? ¿Qué seguimiento, en cuanto a registros, realiza la congregación en relación al don o dones que reparte el Espíritu Santo? 
Entonces si tú no administra los dones que ya tienes en tus manos, imagínate si sumas el don profético. Pero ¿qué significa la palabra don? 
La palabra don significa Gracia de Dios para edificar la Iglesia, con el fin de equiparar a la congregación, para quebrantar el espíritu babilónico, que no son más que patrones mentales. 
La unción para profetizar depende del Espíritu Santo para que sea soltado. Y entonces ¿de qué depende? Depende de que le digas al Espíritu Santo: “Anhelo profetizar. Despierta el anhelo de más”. El don siempre me lleva a un techo, porque el don tiene una utilidad temporal. Porque el don viene para una finalidad temporal. La guerra espiritual activa dones espirituales. Es la tarea la que activa los dones nuevos para que sean utilizados. 
Pautas para establecer estrategias y soltar mantos proféticos en el Iglesia: Abrir Los Cielos. Generar compañías de Profetas. Cambiar el gobierno prebisterial (equipo de personas con autoridad y diversidad de dones) por el gobierno pastoral (equipo de pastores). 
Para despertar al Profeta es necesario que haya un cambio de mente y corazón del hermano, hermana en Cristo Jesús. El principio activo para que haya un cambio de corazón y mente es la Voz. 
La unción profética es derramada al leer la Biblia con una perspectiva tridimensional: Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo. La Biblia fue escrita con tres ópticas. 
Ezequiel 27:1-3; 28:1-2,11-12 
¿Qué diferencia hay en estos pasajes? Es un mensaje escrito para el reino de Tiro, el rey de Tiro y el príncipe de Tiro. Son tres dimensiones de un mismo paquete. La Palabra de Dios tiene siempre tres dimensiones. Hay un lugar geográfico: Tiro. Hay un rey: una entidad espiritual que gobierna Tiro. Hay un príncipe: una persona de carne y hueso que gobierna en Tiro, utilizado por el rey de Tiro. En este manual quién sigue activo es el rey que utiliza personas para que el sistema de Tiro continúe. 
La Palabra de Dios es un diseño tridimensional. Otro ejemplo es Jezabel, una mujer casada con un rey judío. (1 Reyes 16:31
Jezabel es una entidad espiritual, que utilizó a Herodes para destruir el liderazgo de la Iglesia. (1 Reyes 18:4
La unción profética despierta una dimensión tridimensional. 
La Biblia vino para transmitir patrones, para que entendamos cómo opera el espíritu de Jezabel. 
Jesús explica la Palabra de Dios desde una perspectiva, que es la tercera dimensión. 
El judaísmo es bidimensional. Para entender el lenguaje del Profeta necesitamos una visión en 3 dimensiones. 
El “rhema” en la Biblia es la Palabra con autoridad y respaldo. 
Apocalipsis 11:8 
El Señor Jesús fue crucificado en Sodoma y Egipto. Sodoma es un espíritu de corrupción y que hoy existe como sistema espiritual. Egipto es un sistema espiritual de esclavitud. 
Grecia tiene tres dimensiones. Grecia espiritual es el reino diseñado para cautivizar la revelación de Dios para la Iglesia. El príncipe de Grecia fue una persona de carne y hueso que gobernó esa nación. Y el reino de Grecia es el que existe geográficamente. 
La Biblia transmite diseños de plataformas de interpretación. 
Esto hace que mi mente deje de funcionar con una óptica unidimensional a nivel espiritual. Sé cómo cuidarme del enemigo porque hay diseños de Dios. 
Esta unción profética suelta sobre mi mente y corazón bases nuevas para que sean cambiadas. 
La visión de 3 dimensiones del Profeta son: 
1-Misión: asociada al Padre que determina la misión. 
2-Lugar: el Hijo determina el lugar. 
3-Cuándo: el Espíritu Santo determina el cuándo. Administra el tiempo. El Profeta habla de parte de Dios en el tiempo oportuno. 
En Isaías 10:24 Sión es una dimensión espiritual donde Dios quiere llevar a Su Iglesia. 
Ejercicios para la casa. Las palabras asiria, asirio. Estamos entrando en una etapa donde Asiria toma el gobierno de América Latina. 
Lean y vean noticias. Asira es un reino diferente a Babilonia porque Asiria opera sobre la nación para corromperla y Babilonia opera sobre la Iglesia. 
¿Cómo un creyente puede afectar Asiria? 
Asiria es terrenal y afecta lo terrenal. En cambio Babilonia es espiritual, afecta lo espiritual. Egipto es un bastón espiritual que sostiene a la esclavitud. 
Egipto es un báculo espiritual. 
Las tres dimensiones: misión, lugar, cuándo, se vuelven a repetir en nuestros días. 
Dios quiere que nosotros tengamos una actitud vigilante para no bajar la guardia, creyendo que ha terminado un hecho. El Profeta administra el cuándo.

domingo, 7 de octubre de 2012

¿Cómo discernir si en tu aflicción se encuentra Dios?

07/10/12 
 Predicadora: Iris Juárez 
Génesis 37

Pasaron los años en la vida de José desde que Dios le habló por medio de sueños, y es justamente, allí cuando Dios trabajaba en medio de la aflicción de este joven, poniendo lo de Él.
El faraón tuvo un sueño y Dios provocó que se acordara que había un copero que interpretaba sueños. Cuando nos acordamos de nuestras faltas, tenemos que restituirlas para que no haya nada en el corazón, más que el temor a Dios. Cuando pidas perdón tendrás que ir con algo para restituir la falta.
Pareciera que lo que José había vivido era injusto. Pero si José era el Administrador de Egipto, ¿cómo fue el copero que salió de la cárcel antes de José?
El Señor al que más le da, más lo probará.
Y después de laspruebas José salió de la cárcel para gobernar. José estaba frente a faraón, frente a alguien grande de la nación. 
vv16 No te pongas primero, en lugar de Dios. Somos entendidos y sabios porque estas cosas descienden de lo alto. Y José no solo salió de la cárcel, sino que comenzó a dar directivas para el gobernador de Egipto.
¿Y cómo José aprendió principios de gobierno? En las pruebas y en medio de la aflicción, allí es donde tú aprendes. Las pruebas no las tienes que pasar llorando, sino esperando. 
vv32 Faraón tuvo dos sueños. Cuando un hecho se repita dos o más veces, levanta la antena. Cuando Dios te hable dos veces es si, si o es no, no. Significa que las cosas son firmes de parte de Dios y se apresura en ejecutarlas.
vv33-36 Y cuando Faraón escuchó a José, fue escogido porque le había puesto el plato sobre la mesa, en alusión a la interpretación del sueño y cómo debería gobernar en los próximos años. Pero ahora somos más que vencedores, porque tenemos al Espíritu Santo.
Faraón pone a José sobre todas las cosas en donde reinaba este gobernador. Llega el día en que Dios te promociona y te pone en el lugar que ha destinado para ti.
 vv40 Cuando Dios le da la Palabra a José, éste tenía 17 años. Y cuando fue presentado y promovido a Administrador ya tenía 30 años. Cuando menos lo esperas, llega la bendición, la fructificación, la promoción. Faraón le dio esposa a José, el mejor carro; porque José tenía el segundo mejor carro después de Faraón. Faraón entendió que Dios estaba con José en todo tiempo. 
vv51-52 José aprendió a perdonar. José no perdió el tiempo llorando o quedándose en casa, sino que creyó a Dios. Tú eres quién elige entre dos tipos de aflicciones. La aflicción en la que te pone Dios, Quién además te da la salida o la aflicción en la que te pones tú, en la que se te pasan los años y no haces nada para Dios. Te pregunto a ti: ¿qué tipo de aflicción está pasando por tu vida? ¿Todavía estás sin perdonar, cerrando la puerta al enojo?
¡Sal de esa aflicción por medio de la restitución!
¿Todavía tienes malas reacciones, malas palabras o tentaciones al vicio?
Toma la aflicción y dile basta: “yo quiero ser diferente”. A causa de tu determinación y por abrir tu boca al decir basta, tú atas al adversario y sales de la aflicción. 
¿Hasta cuándo tú estarás en esa aflicción en la que te has metido? 
Pero si Dios te ha metido en la prueba, no tienes que detenerte, sino marchar mirando a Dios, preparándote para reinar en un nivel diferente en el que el Señor quiere. Tal vez hoy tú estás sirviendo a otras cosas y a personas.
Si en medio de esa aflicción no hay gozo ni paz, entonces allí no está Dios. Por lo tanto tienes que saber que en esa la aflicción en la que tú te metiste, no fue Dios.
¡Sal de esa aflicción y aprende a determinarte!
José no culpó al copero ni a otra persona, sino más bien veía a Dios obrar en todo tiempo. Dios necesita que tú Le reconozcas en medio de la aflicción para que tú seas promovido.