domingo, 24 de enero de 2010

El llamamiento de Dios a una persona es para un servicio

24/01/10
Predicador: Edinson Pinedo

Éxodo 3; 4:1-16
Tenemos que tener disposición del corazón para recibir la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es como un martillo (Jeremías 23:29), lámpara (Salmo 119:105) y espada (Hebreos 4:12-13).
Dios nos llamó para ser productivos, glorificar el nombre de Dios y no para ocupar un lugar en el espacio.
Dios lleva a Sus hijos antes de tiempo cuando no están dispuestos a cambiar, porque nadie puede cambiar por sus propios medios, pero si tienes a Cristo, él puede cambiarte si primeramente te determinas a cambiar radicalmente.
Dios ha puesto eternidad en tu corazón, y la mente de Cristo en tu mente para que seas fructífero en la tierra, preparando el camino para estar un día conjuntamente con Cristo.
1 Pedro 1:7
Cuando habla de oro, Dios está diciendo que tú eres de valor.
Si eres fiel en lo pequeño, serás fiel en lo mucho. Las pequeñas cosas te engrandecen. Moisés fue llamado por Dios y su vida tuvo tres periodos:
1) Como príncipe en la corte de Faraón durante 40 años, estudiando para ser Faraón, es decir gobernar y reinar. Él nunca perdió de vista lo que aprendió.
2) Como pastor de Madián durante 40 años. Huye de la presencia de Faraón, apacentando las ovejas de Jetro. En esa circunstancia Dios lo llama.
3) Como gobernado de Jesurum. Moisés es utilizado como instrumento para que Dios pudiese derramar Su gracia sobre el pueblo. Moisés es el libertador de un pueblo. Dios siempre va a llamar gente ocupada. Dios te salvó para que seas productivo.
Moisés fue preparado para ser Faraón y luego fue pastor de ovejas. En esta circunstancia Dios tocó el orgullo y el carácter de Moisés para que fuesen pulidos y luego finalmente lo engrandeciera como libertador de Su pueblo.
Hebreos 3:1
Apacentar ovejas fue una prueba para Moisés, con el fin de que muriera a su forma de ser y para que Dios lo pudiera usar.
Dios le revela a Moisés diciéndole de que él iba a ser el libertador de un pueblo oprimido. Pero Dios le revelará a aquella persona que le va a obedecer en la obra redentora de Cristo. La palabra “redención” viene de rescate pero no de bienes, ni de campos por medio del familiar próximo al difunto. Cristo pagó el rescate de tu vida por medio del derramamiento de su sangre en la cruz del calvario.
Tenemos que encontrar el camino de cómo hacer la obra redentora de Cristo (1 Corintios 1:30).
Cuando Dios lo llama, Moisés tuvo temor por las cosas que había hecho (al matar al egipcio) y tener que obedecer al Señor. Cuando Dios llama a las personas, estas tienen miedo de vivir por fe, al vivir sin economía, sin entender que Él es quien proveerá. Si Dios te llama, entonces aprende a depender de Él.
Cuando Jesús llama a Pedro (Lucas 5:8) se da cuenta de que su vida estaba sucia.
Isaías gimió por su vida (Isaías 6:5) y por la del pueblo al decir ¡Ay de mi!
Jeremías estaba atemorizado porque Dios le habla. Y lo que hace Jeremías es regresa a su vida infantil, invalidando el poder de Dios. (Jeremías 1:6)
Veamos las reacciones de Moisés al llamado de Dios.
vv11 Moisés dice que es incapaz. Dios le responde que Él lo capacitará.
vv15-16 Dice que no sabe qué es lo que le dirá al pueblo. Dios le responde que le enseñará que decir.
4:1-5 Dice que no le creerán. Dios le responde que lo capacitará para hacer milagros. Al que Dios llama, lo capacitará para hacer milagros. Tú eres un hombre, una mujer que generará milagros. Tus obreros, tus empleados, tus alumnos deben creer en Dios por medio de los milagros.
4:10-12 Dice que no sabe hablar. Dios le responde que no se preocupe porque Él estará con él.
4:13 Dice que no quiere ir. Provoca enojo a Dios. Si persistes de que no quieres renunciar a cosas en tu vida, como la rebeldía, entonces Dios se enojará porque rehúsas a la autoridad. Dios te da las oportunidades y también todas las respuestas para trabajar, y te da la salida de las pruebas.
Dios no te llamó para fracasar sino para tener éxito, porque eres un hijo de Dios.
Jesús vino como libertador y pagó un precio por nuestra libertad y se despojó de su gloria para comprar una joya de alto precio, que somos tú y yo.
Naciste para avanzar, crecer, desempolvar el proyecto de Dios en tu vida para que se cumpla, llevando el evangelio para sacar a la gente de la esclavitud.
Tienes que vivir como tal, como hijo de Dios.

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