El dolor del alumbramiento

30/04/09

Predicador: Javier Bertucci (Venezuela)

Lucas 1:26-45

El embarazo tiene un proceso de 9 meses que culmina con el alumbramiento. En ese momento es cuando la madre sufre dolores, pero cuando al escuchar el llanto del recién nacido llega la paz en su corazón. Es así que al escuchar a su hijo, todos sus dolores son olvidados. Las expectativas de mañana anulan el sufrimiento de hoy.

Si estás pasando por un tiempo difícil es porque vas alumbrar la visión que Dios ha puesto en tu vientre.

No necesitas a tu lado un mata visión que te diga que no puedes, sino alguien que apoye la visión que Dios puso en ti.

María al escuchar al ángel de Dios de que había sido escogida para que naciera Jesús, sin conocer hombre, ella acepto la voluntad de Dios. Inmediatamente fue a ver a su tía Elizabet quién estaba en cinta. Cuando entró a la casa, Juan se movía en el vientre de su mamá, así como Jesús en el de María.

La visión de Elizabet y María se unieron para que juntas hicieran la visión de Dios, la de redimir la humanidad. Juan preparó el camino para Jesús.

La que está embarazada anhela que su hijo nazca. Pero la gente muerta y seca anhela que abortes. No lo permitas porque Dios hará algo más grande que aún no has visto. Darás luz milagros y pasarás a ser una manifestación de Dios, en la que te hará alumbrar.

Si hoy te encuentras dañado es porque todo el mundo te ataca. Te atacan porque saben que vas a dar a luz lo que Dios ha preparado por años y será algo grande, ya sea en tu familia o en tus finanzas. Tú tienes que parir eso que va hacer bendecir a tu familia. Es tu fe quién te ha hecho pelear hasta ahora. Dios es fiel para cumplir lo que ha prometido. Se hará como Dios ha dicho. No se cuándo será, pero se cuándo es. Tu milagro va a llegar, y vas a pelear hasta que llegue y tú lo vas a ver.

Dios está resucitando la visión que estaba muerta en ti. Dios está recuperando la visión que estaba muerta en ti. En esta presencia María fue embarazada. A partir de hoy las cosas van a cambiar. Dios está aquí para que las circunstancias no sean iguales. Dios está cambiando las circunstancias. No te enfoques en lo trágico, enfócate en lo que Dios te ha dicho. Malo y trágico es el plan del enemigo.

Van a cambiar las cosas y serás prosperado, Dios si va a ayudarte, te va a sacar de tu problema porque te ha dicho que está contigo.

Es verdad que el enemigo no puede dañar el plan de Dios pero si te puede hacerte desviar del plan, confundiéndote y haciéndote bajar la fe, pero sólo cuando tú lo decidas. Quiere destruir el plan de Dios, quiere que caigas. Pero tu rostro es un pedernal en que la fe está anclada en el Altísimo. Tú tienes gozo por la Gracia de Dios. El enemigo no puede comprar tu gozo, tu paz, tu confianza; si alguien tiene gozo es porque Cristo vive en ti. Tú perteneces a Cristo y esto es tu gozo mayor y no hay cheque que lo pueda comprar. El enemigo no puede comprar lo que no tiene precio.

Deja que Dios haga Su intervención, Su actuación y hecha afuera al enemigo. Esto si que va a ser impresionante cuando veas tu prosperidad y salgas adelante, cuando la gente seca y muerta esperaba tu derrota.

Luego del dolor y de los gritos del alumbramiento, tu milagro lo verás llorar, y el gozo reemplazará el dolor, y verás salir aquello por lo que clamaste. En un momento verás lo que sufriste y se te vas a olvidar lo que lloraste y será un recuerdo fugaz y habrá días de satisfacción.

Espera que des a luz y lo que sufriste no lo recordarás más y tus lágrimas será gozo.

A partir de mañana vas a ver progresivamente como cambiará tu vida, tus emociones, tus finanzas y lo que parecía imposible será posible.

No sigas a espaldas de Cristo, deja que inunde tu corazón. Dulce fragancia es la Gloria del Señor que fluye del cordero.