domingo, 3 de mayo de 2009

4 razones bíblicas para explicar el sufrimiento

03/05/09
Predicador: Edinson Pinedo

1 Pedro 5:10-11
La primera razón por la que padecemos sufrimiento, es para perfeccionar nuestro carácter. Pero ¿qué es la perfección? Es algo que aún no es perfecto, porque está en un proceso que se completará cuando alcancemos la estatura de Cristo. En la segunda vendida del Señor, el cuerpo del hombre será glorificado y resucitado. El cuerpo glorificado tiene la capacidad de traspasar muros y trasladar el cuerpo de un lugar a otro en un instante.
La segunda razón es afirmar tu relación con Dios. No tenemos que quedarnos en el estado en el que estamos porque hay áreas que debemos cambiar. Dios nos hace perecer un poco de tiempo para que te metas en el proceso, para conocer tu calidad de creyente y además para afirmar y asegurar tu relación con Dios. En las pruebas recuerdas al Señor y te afirmas en Él bendiciéndole en oración.
Amar al que no te ama, allí esta el provecho. Amar aquél que no te ama, aquel que te tira sapos muertos, allí está la bendición.
Dios te afirma con Él por medio de las pruebas. Si tienes miedo de andar sólo y a la oscuridad es porque tu relación con Dios no está firme. Pero cuando la relación está asegurada en Él ya no tienes miedo a fracasar. En la vida del creyente no hay fracasos porque todas las cosas ayudan para bien. En la adversidad aprendes que tienes que buscar la dirección de Dios.
La tercera razón es fortalecer nuestra fe en Dios. Dios nos hace fuertes en Él. Somos la sal de la tierra. La sal es cloruro de sodio, es decir la unión de cloro y sodio. El sodio por sí sólo es peligroso, igual que el cloro. Pero nosotros también somos peligrosos sin Dios.
Pero cuando Jesús entra en tu corazón se mezcla y es como la sal. La sal da sabor, vida, sirve para conservar, somos elementos de bendición y útiles en la vida. Tú eres una persona poderosa en Cristo Jesús; porque puedes producir cambios.
1 Corintios 10:13
Dios nos hace personas fuertes para soportar las pruebas. También no nos dejará soportar más de lo que podamos resistir.
La cuarta razón es que las pruebas nos establecen. Jesús nos establece, nos hace firmes. Como hijos de Dios estamos en la Roca porque nos afirmamos en Cristo Jesús quién nos alimenta, levanta y fortalece.
¿Qué hacen las pruebas en nuestras vidas? Salmo 25:1-2
Dios cambia nuestra disposición cuando aprendemos a confiar en Él; y el enemigo va a tener que huir porque tú estás revestido del poder de Dios. Si amaríamos a la gente, el mundo estaría cambiado y transformado porque el amor de Dios en nosotros puede generar cambios.
Hebreos 12:6 
Dios disciplina al que ama. Esto sucede cuando renegamos de las pruebas diciendo: “¿Por qué a mi? ¡Y aquél que anda en cosas oscuras le va bien!” en lugar de preguntar: “¿Para qué?” La repuesta será: “como Dios te ama, por ello te disciplina.” Dios nos revela Su amor por medio de Su disciplina purificando nuestraa fe.
Santiago 1:3-4
La disciplina de Dios es para que la fe se agrande delante de Dios y para avanzar en la vida cotidiana. La fe crece esperando. Es lo que se llama paciencia, que es la unión de paz y ciencia.
La idolatría es poner en primer lugar algo antes que Dios. Si tú te adelantas a los propósitos de Dios caes en idolatría. Cuando Moisés fue al Reino de los Cielos a recibir las tablas de la ley, en esos 40 días el pueblo de Israel dijo: “debemos creer en algo” e hicieron un becerro de oro para reemplazar a Dios.
Una persona madura es llena del Espíritu Santo y puede servir a Dios porque está dirigida por Dios para ser útil, de una manera sobre natural.
La prueba nos hace revalorizar nuestras prioridades.
2 Corintios 4:8
Comenzamos a reevaluar que es lo que tengo que hacer en momentos difíciles, es decir en las tribulaciones. Nosotros al lanzar la palabra, hacemos una plataforma para caminar en la palabra de Dios. Podemos estar atribulados, pero no angustiados. Podemos estar en apuros, pero no desesperados. Podemos estar derribados, pero no destruidos.
Cuando tú sueltas la palabra, Dios está contigo. Tal vez lo que estás pasando o viviendo, te hace que estés inquieto, por lo que tendrás que revalorar tu vida y preguntarte: ¿Para qué eres bueno? No tienes que quedarte en el intento, sino en hacer porque no eres cualquier cosa, sino has sido llamado para gobernar.
Dios pone a prueba nuestras obras, lo que hacemos.
1 Corintios 3:13-15
Lo que nos está diciendo Dios en este pasaje, es que si no tienes obras para el Reino de los Cielos, no le quedará más remedio al Señor que llevarte. Hay un Tribunal en el que estaremos en el día del juicio de la Iglesia (El Tribunal de Cristo) y de los incrédulos (El Tribunal de Dios).
Dios va a probar tu obra, lo que tú estas haciendo. Porque algunos trabajan por vanidad o contienda; pero nosotros lo hacemos para la glorificar de Dios.
El fuego va a probar tu fe, es decir que el fuego probará si se quema o trabajas con la intención de invertir en el Reino de los Cielos, para que las puertas se abran.
Al abrirse las puertas de los Cielos, y como consecuencia de ello, tu economía crecerá y empezarás a tener mejores amigos. Dios quiere que avances, esa es la demostración del amor de Dios en tu vida. Si estás marchando, es decir buscando a Dios, todo lo que está en la tierra vendrá a tus manos.
Salmo 1:1-3 - Mateo 5:1-12 
Dios quiere que domines el espacio en el que te mueves. Mejor es aprender del sufrido que aprender sufriendo para ser triunfador en la vida.
Empatía significa ponerse en los zapatos del otro. Mientras no hayas sufrido no podrás consolar a otros. Después de la prueba viene la bendición
2 Corintios 1:1-4
Las pruebas nos enseñan a consolar a los demás porque hemos pasado la prueba. La prueba nos pondrá en situaciones para levantar un negocio, o sentir la pérdida de un familiar. Tú no estás sólo, Dios está a tu lado. No tengas miedo a emprender una empresa.
Nuestras actitudes en la vida son el resultado de nuestras circunstancias, tomados de la mano de Dios.


Vocabulario

Afirmar: (Del lat. Affirmāre). 1. tr. Poner firme, dar firmeza. 2. tr. Asegurar o dar por cierto algo. 3. prnl. Dicho de una persona: Ratificarse en lo dicho o declarado.
Cabal: (De cabo, extremo).1. adj. Ajustado a peso o medida. 2. adj. Dicho de una cosa: Que cabe a cada uno. 3. adj. Excelente en su clase. 4. adj. Completo, exacto, perfecto.
Disciplina: (Del lat. Disciplīna). Doctrina, instrucción de una persona.
Empatia: Identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro.
Escarnecer: (De escarnir, y este quizá del gót. *skaírnjan; cf. a. al. ant. skërnôn, burlarse). Hacer mofa y burla de alguien.
Establecer: (Del lat. *stabiliscĕre, de stabilīre). 1. tr. Fundar, instituir. Establecer una monarquía, una fundación. 2. tr. Ordenar, mandar, decretar. 3. tr. Dejar demostrado y firme un principio, una teoría, una idea, etc.
Fortalecer: (De fortaleza). 1. tr. Hacer más fuerte o vigoroso. 2. tr. ant. Confirmar, corroborar. Fortalecer un argumento, una razón.
Madurar: (Del lat. Maturāre). 1. tr. Dar sazón a los frutos. 2. tr. Poner en su debido punto con la meditación una idea, un proyecto, un designio, etc. 3. intr. Adquirir pleno desarrollo físico e intelectual.
Paciencia: (Del lat. Patientĭa). 1. f. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse. 2. f. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas. 3. f. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho. 4. f. Lentitud para hacer algo.
Perfecto,ta: (Del lat. Perfectus). 1. adj. Que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea. 2. adj. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto. Jesús es un perfecto caballero.

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