domingo, 12 de abril de 2009

Provoca que las puertas de los Cielos se abran

12/04/09
Predicador: Edinson Pinedo

Lucas 23:39- 43
Cristo hizo todo en la cruz del calvario y hoy somos limpios por medio de Su gracia.
Juan 19:26-29 - Mateo 21:28-32 -Lucas 23:40-43 -Juan 19:30
Estos versículos son palabras que dijo Jesús en la cruz.
Dios habla de una nueva Jerusalén que descenderá de los Cielos. Lo que está diciendo es que el paraíso descenderá y lo que Dios anhela es tierra nueva.
Hoy en el momento que vivimos, es decir para nuestros días, los tiempos se hacen más difíciles pero Cristo nos da vida en él cuando estábamos muertos en nuestros pecados.
En el pasaje de Lucas, vemos a dos personajes conjuntamente con Jesús en la cruz del calvario, llevando su sentencia por amor a nosotros.
Jesús estaba en el centro, a un lado están los que lo aman y del otro los que sólo quieren el favor de Dios, es decir que los que nunca recibieron a Jesús.
En la Iglesia hay estos dos tipos de personas, por lo que hay que examinarnos para saber si amamos a Jesús, es decir que vivimos por amor ya sea con o sin el favor de Dios.
¿Sabe usted cuando hay guerra o violencia? Cuando ya no hay argumentos, y es cuando comienza la fuerza. Por eso hay guerra y destrucción. Pero cuando hay argumentos nunca habrá guerras.
El primer malhechor injuria a Jesús, ofendiéndole y no reconociéndolo como el Cristo. El primer malhechor sólo quería la salvación para volver hacer las mismas cosas. Es decir que mientras haya un incendio necesitaremos de un bombero. Pero Dios no es bombero. Tú necesitas dar gracias a Dios todos los días.
Cuando tú eres fiel con Dios, también lo será contigo. ¡Glorifica y bendice a Dios y Dios abrirá la ventana de los Cielos!
Se fiel en lo que Dios te ha dicho y te bendecirá. Sabiduría es hacer lo que Dios te ha mandado hacer, tengas o no tengas en ese momento; porque Dios abrirá la ventana de los Cielos.
El primer malhechor está representando a la humanidad. Hay algunos que lo rechazan y otros lo reciben como Señor y salvador personal.
El segundo malhechor reprende al primero preguntándole: “¿Aún no temes a Dios estando en la cruz?”
Reconoce a Jesús en todos tus caminos: cuando miras a tus hijos, cuando miras a tu esposa, cuando miras a tu esposo, cuando sales de tu casa a trabajar, cuando miras el plato de comida. Reconoces al Dios de la gloria que puede transformarte. Dios te librará del lazo del cazador. Dios nunca dejará a Sus hijos que lo aman de todo corazón, porque por más que vengan cosas oscuras, habrá luz.
Hay tres palabras empleadas para diferenciar el amor: el amor filial (de familia), el amor heros (de matrimonio) y el amor ágape (el amor de Dios).
El segundo malhechor reconoce a Jesús y a su vez reconoce su pecado de ladrón. A pesar de haber estado en la cárcel, escuchó testimonios sobre Jesús.
Mientras el hombre no reconozca que está haciendo mal, el pecado permanecerá y evitará que la gracia de Dios fluya en su vidas.
El segundo malhechor le dice al primero que Jesús ningún mal hizo. Sabía que era su oportunidad para ser salvo. Lo reconoció como Dios de bondad y le pidió que se acuerde de él cuando Jesús viniera por segunda vez. Y como Dios no desprecia a un corazón contrito y humillado se lo llevó con él. En otras palabras el segundo malhechor le pide que le perdone y que necesita de eso de lo que Jesús habla sobre el Reino de los Cielos.
Estos hombres deben haber hecho cosas aberrantes para morir en la cruz. Una cosa es apedrearlo, como murió Esteban; pero la tortura más grande era morir en la cruz sin recibir agua. Jesús murió como criminal, aún sin serlo.
Frente al segundo malhechor, la actitud de Jesús no fue en decirle: “mañana voy a estar allí”; sino ahora porque Jesús es práctico. Hoy es el día de salvación para recibir la bendición de Dios; de provocar que las puertas del cielo se abran; hoy es el día que tengo que orar y leer Su palabra.
Tienes que declarar tu día: “Declaro que todo me saldrá bien; declara tu bendición agradecido a Dios.” Todo te saldrá bien porque Dios paga bien si eres fiel. A los hijos de Dios todo les sale bien.
Dios le da la oportunidad al segundo malhechor para retomar la vida en Dios. Para Dios no hay pecado chico ni pecado grande, simplemente pecado.
Se fiel a Dios en todo lo que hagas. Si eres fiel en lo poco, Dios te pondrá sobre mucho. Eso es mentalidad de reino. Es hacer las prácticas y pequeñas cosas para que la Gloria de Dios se manifieste.


Vocabulario

Publicano: (Del lat. Publicānus) Entre los romanos, arrendador de los impuestos o rentas públicas y de las minas del Estado.

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