domingo, 25 de marzo de 2012

No preocupes en trabajar para exaltarte, sino en ser humilde

25/03/12
Predicador: Edinson Pinedo

Mateo 20:20-28
Aconsejo a mi hija al decirle que no se esfuerce en sacar 10 en sus calificaciones, sino en estudiar para aprender y como consecuencia te sacarás un 10. No te preocupes por el primer lugar.
En este pasaje vemos una historia muy particular en relación a la humildad. Cuando Dios gobierna nuestras vidas, caminamos como corresponde en tu familia, en tu trabajo. Recuerda que el Hijo, la Hija de Dios está bajo Su amparo y no hay que tener temor alguno. Son tan oscuros los momentos en tu vida que crees que no pasarás. Pero el valle no es para quedarse, sino para pasarlo porque hay una mesa que te espera, y es la Palabra la que te infundirá aliento.
Tú estás en un Reino y tienes todo. Entonces ¿por qué estás en falta? Porque una bendición de Dios te puede dar vida o matar.
Según lo que Dios ha puesto ha preparado en tu corazón, será tu porción.
Si buscas a Dios, preparará tu corazón para cosas grandes. La responsabilidad viene por tu búsqueda. Tienes que saber que a Dios no se Lo coimea. La historia cuenta de una mamá y sus dos hijos Jacobo y Juan. Ellos acordaron un asunto y se presentaron ante Jesús, pero no para clamar un reavivamiento en sus vidas desde adentro para ser utilizados por Dios.
El avivamiento no es para el mundo, sino para Su Iglesia, para soltar los recursos para que Su proyecto se cumpla.
La mamá de Jacobo y Juan es conocida como Salomé, la hermana de María. Por eso ella ayudaba a Jesús en todo lo material, pendiente de él. Pero sus hijos, Jacobo, al que Jesús llamó Santiago, y Juan siempre estaban con Jesús. Y ellos tres fueron los que más reprensión recibieron de parte de Jesús.
¿Quién no siendo padre no reprenden los hijos para que aprendar lo correcto? Los hijos siempre quedan en casa. Porque si no son hijos, al recibir corrección, se marchan. Dios nos ama, y por ello nos corrige para que seamos personas de bien.
Abusando de la amistad y compañerismo con Jesús, el mismo Señor se dirigió a ambos, porque Jacobo quería estar a la derecha de Jesús y Juan a la izquierda de Su Reino.
Sin embargo, esta petición de ambos hay algo de fe, porque ellos pensaron en un reino futuro, pero no querían pasar por las pruebas.
Hechos 1:6-7
La ignorancia de Jacobo y Juan los traicionó porque esperaban un reino terrenal y que Jesús los iba a librar de todas los problemas con las naciones.
¿Y qué de Andrés, Esteban, Mateo, Lucas, Judas, Pedro, Pablo, Marcos y los demás Apóstoles, si ya estaban ocupados los dos lugares?
Ellos desconocían el camino de la cruz cuando Jesús les dijo que no sabían lo que estaban pidiendo (Mateo 20:18-28). Porque no entendían el camino de la cruz, querían evitar la cruz para estar en el Reino de Dios. No habían entendido el propósito por el cual Dios los había llamado. Ellos estaban pidiendo la Gloria para llevar una corona.
¿Qué es la cruz? Gálatas 2:20
¿Qué quiere decir esto?
Mateo 10:38
Tomar la cruz es negarse a sí mismo, porque Jesús siendo Dios mismo se negó a sí mismo. Es tú deber evangelizar, de ganar almas para Cristo. Evangelizar causa gozo en el espíritu.
A veces negarse a lo que más queremos cuesta porque Dios aún no cauterizó esa área. Hay cosas que ofenden la Gracia de Dios, actitudes que no son dignas de un hijo, de una hija de Dios.
Jacobo y Juan no pidieron la Gracia para llevar la cruz. Querían la Gloria para llevar la corona. Jesús es quién te ayuda a cargar tu cruz de problemas, porque tú has sido llamado, llamada para ir de victoria en victoria.
Hechos 12: 1-4
Muestra como murió Jacobo. Procuraron los dones mejores. ¿Habrá algún don mejor? Lo que dice la Biblia en referencia a “procurad los dones mejores”, quiere decir que lo que te haga falta debes estar apresto. Pero no por una necesidad, sino porque hay una necesidad.
Cuando tú te niegas a tí mismo y tocas el corazón de Dios, la bendición estará porque todo lo que tú confieses con la boca. Y se cumple porque esa bendición te atrapará. Todo lo que te propongas debe estar en la voluntad de Dios para que lo puedas hacer por Su gloria. Porque tú propósito debe ser Dios. Primero, Dios te llamó para que seas pequeño para que luego seas grande. Porque has nacido para que tus sueños sean cumplidos y no para la desgracia. Pasarás por pruebas y al final estará el resultado, pero a mí, dijo Jesús no me corresponde decidir quiénes estarán a mi derecha y a mi izquierda, porque ya lo decidió el Padre.
La bendición que Dios te ha dado es para que la disfrutes y también para ser de bendición.
Cuando eres solícito en Dios, Te bendecirá a tí y tus hijos serán sanos porque la Gloria de Dios está; y lo que tú tienes está al servicio de Dios.
Empieza abrir tu corazón a Dios y a declarar: “Señor esto que ha sido mío, te lo entrego a tí”.
Las Escrituras dice que la Iglesia será provada por seis días, y luego vendrá la bendición. La prueba es para que tú sepas cuánto amas a Dios y para que tú seas perfeccionado en tu carácter, conforme a la voluntad de Dios para que tú crezcas y avances. Tu corazón es perdonador, por lo que tú no tienes que contestar con insultos. Dios ha depositado Su confianza en ti. Y tienes que anhelar lo que Dios quiere y no lo que tú quieres. La bendición estará cuando obedeces. Tienes que aprender a vivir en Cristo Jesús.
Jesús amaba tanto a sus hijos espirituales y a sus discípulos.
Trabaja con esmero, no abandones lo que Dios ha puesto en tus manos. Trabaja con toda integridad y no apurado. Disfruta lo que Dios ha puesto en tus manos como si fuese un postre, para saber qué es el Evangelio.
Trabaja con gozo, con alegría. Trabaja de todo corazón. Este es un buen tiempo para trabajar. La pregunta es: ¿Estás llevando tu cruz? ¿Por qué no le dices al Señor: “perdóname Señor y por la palabra expuesta te quiero servir, llevando la cruz con todas mis fuerzas, mi corazón y mi mente”?

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