viernes, 30 de marzo de 2012

La familia necesita ser fundada en los principios de Dios

30/03/12
Predicador: Antonio Gutierrez

¡Qué lindo es saber cuando uno hace la voluntad de Dios, porque prospera!
Porque si Dios obra, está la bendición; es decir Su presencia, Su gloria, Su querer como el hacer.
2 Timoteo 2:1-5
Los postreros días son peligrosos. Y ya ni las pequeñas ciudades se escapan. Esta es la realidad: drogas, alcohol, homosexualismo, violencia, tiempos peligrosos. Los días de hoy son los que se refieren las Escrituras como peligrosos. Hasta los matrimonios se confrontan; los valores de la familia con los propios valores de la sociedad.
Si los valores de la familia son quebrantados por la misma familia, entonces ¿qué sostendrá la sociedad?
Este problema es una cuestión espiritual, y tienen como fin que las cosas de Dios se pierdan. Pero hay un Dios que quiere bendecir a la familia y a los jóvenes.
Estos tiempos que vivimos son los últimos tiempos, y aún las naciones grandes están entrando en ruinas. Pero hay esperanzas porque el Evangelio es el que restaura porque Dios permanece, porque Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.
1 Timoteo 4:1-5
Que el Señor nos ayude en fundarnos en los principios de Dios.
La novedad es la Palabra de Dios, que hoy es viva y se renueva porque no envejece. Esta es la verdad en la que hay que afirmarse. El Espíritu Santo dice que muchos se irán de la casa de Dios porque ven u oyen algo de espíritus engañadores y doctrinas de demonios.
La Biblia tiene la verdad porque Dios ha revelado Su palabra para la gloria y honra de Su nombre. Tengamos cuidado porque el enemigo es astuto para alejarte y sacarte de la verdad.
En el Antiguo Testamento, el altar era sencillo y no tenía lujos. Dios está donde hay corazones humildes. Tengamos cuidado porque son tiempos peligrosos. Digámosle al Señor: “Ayúdame en mantenerme por el camino estrecho, porque la carga es pesada”.
Y la carga es pesada porque el Evangelio no es barato, porque muchos queremos cargar una cruz de telgopor, como dice el Pastor Luis Leiva.
Dios quiere que Lo ames por sobre todas las cosas, y aún sobre tu propia vida. Esto es el Evangelio de la Gloria pero no de la fama, ni de los aplausos. El Señor Jesús lo rodeaban para hacerlo rey, pero se escondía de ello porque no vino a reinar en la fama, sino en los corazones de la gente.
El Espíritu verdadero es el de servicio; y hoy estas aquí por la misericordia de Dios y no porque tú buscas el éxito. No busques el reconocimiento del hombre sino de Dios, porque para Él es la gloria. Porque de Dios es todo.
Hechos 2:16-17
¡Un mover de Dios tremendo! ¡Un derramamiento tremendo del Espíritu Santo! Jóvenes ungidos, fueron llenados por el Espíritu Santo por medio de la oración, para que llevasen el Espíritu Santo, es decir impartiendo a las familias y a otros jóvenes con hambre espiritual. Y en ese ámbito vino el Espíritu Santo.
Necesitamos ser llenos del Espíritu Santo, y la Iglesia se tiene que mover en ese ámbito. Este es el tiempo, esta es la hora. Pero necesitamos creer en la promesa de Dios.
Segundo, hay que preparar el ambiente para que Dios haga algo. Dios te llevará a que Lo busques en oración.
El egoísmo personal no produce el mover de Dios, porque es el adversario quién siembra discordia entre hermanos. Cada uno de nosotros nos necesitamos para estar cerca del otro, y pelear contra el que tenemos que pelear. Porque Dios bendecirá a Su pueblo y el enemigo tendrá que detenerse.
Tienes que saber que el poder del Espíritu Santo está dentro de ti y la autoridad de Cristo está en ti, pero no para echar demonios en la gente sino para vivir bien, sin desmoralidad, para que la gente sea ganada por tu testimonio.
Ante el ataque del enemigo sobre el pueblo de Dios, el Señor no se quedará atrás porque la Gloria postrera será mejor que la primera. Porque la manifestación de Dios moverá las naciones y la gente buscará la presencia misma del Señor.
Hay algo que Dios está planeando en estos días. La creación gime porque espera la manifestación de los hijos de Dios, porque Su gloria brillará sobre tu vida y a dónde tu vayas, irá la Gloria de Dios.
Muchos se van de los caminos del Señor. Pero piensa en lo que Dios quiere hacer sobre los líderes, sobre los jóvenes, penetrando Su unción hasta los huesos.
Elevemos la voz en oración: “Penetra Señor tu unción sobre nuestras vidas y que llegue a lo profundo del corazón. Queremos andar por las sendas de la Gloria de Dios.”

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