lunes, 23 de mayo de 2011

El poder de la decisión

23/05/11
Predicador: Luis Barraza

Dios quiere hacer cosas grandes contigo. Lo único que quiere Dios es que tu fe sea como el tamaño de un grano de mostaza para que decidas mover tu montaña de problemas y echarla fuera de tus caminos.
La palabra decisión viene del hebreo “decidere” que significa cortar y resolver.
Job 22:28
Al determinarte tienes que soltar palabras: “Tendré éxito en todo lo que emprenda y en mis caminos brilla la luz de Jesús.”
Isaías 45:1-2
La decisión tiene que ser firme y no hagas determinación a medias, sino firmes en Cristo Jesús. Siempre habrá un reflector que ilumine tu camino, porque donde hay luz no habrá tinieblas. Cuando decidas servir a Dios, tu decisión es para siempre.
Dios fija Sus ojos en Sus fieles para que Le sirvan.
Tienes que cortar algunas cosas para que venga la bendición. Hasta habrá que cortar la lengua que habla cosas que no debe confesar.
Ezequiel 3:7
Ezequiel es transportado por el poder del Espíritu Santo a un valle en el que está el pueblo de Dios, un pueblo de huesos secos, en donde ya no hay vida porque se acabo todo e incluso la esperanza.
¡Decìdite a declarar palabras buenas porque en Cristo Jesús tenemos salida, sanidad, libertad, victoria! Determínate con Dios a ofrendar, a diezmar.
Quiero que entiendas que servir a Dios no es detrás del púlpito. Hay actitudes en tu vida que marcaron decisiones buenas. Hecha raices en la Iglesia, en Dios te ha plantado y serás como la palmera al lado del río porque tiene buena base. Y aunque venga vientos y sople, la palmera será doblada pero no arrancada.
Aparta un tiempo para alabar al Señor y alimentarte con la Palabra de Dios. Siempre la decisón del “si” y del “no” estará en ti. Acércate a Jesús para que suelte la Palabra. La decisión te lleva a que el milagro suceda.
Díle al Señor: “Ayúdame a cortar y tomar buenas decisiones”.
Ahora veremos una historia muy linda en el libro de Rut.
Rut 1:1-19
Nacimos para ser libres en Cristo Jesús. No has nacido para ser cautivo, para ser un preso.
El libro de Rut cuenta que un hombre y su familia de Belén de Judá emigra hacia Moab en busca de sustento porque en Belén había hambre.
La palabra “Moab” significa retroceso y “Belén” casa de pan.
El hombre se llama “Elimelec” que significa poderoso rey; su mujer “Noemí” y sus hijos “Majlon” que significa enfermo; y “Quillión” que significa languidez.
El esposo fallece y sus hijos se casaron con mujeres moabitas, Orfa y Rut. Después de 10 años Noemí se queda con sus dos nueras porque también mueriron sus hijos.
Estando en Moab, Noemí se entera que el Señor visitó Belén y les dice a sus nueras que se volvieran a las casas de sus respectivas madres. Y ellas alzaron sus voces y tomaron una decisión, la de seguir a Noemí (vv10). En una segunda vez Noemí les dice a sus nueras que volvieran a sus casas porque ellas no podrían esperar a Noemí a que vuelva a tener hijos para que se casen por segunda vez. Entonces Orfa quiebra su decisión de seguir a Noemí, y regresa a su pueblo. Mientras que Rut persiste en la decisión que había tomado, por lo que Noemí ya no trató más el tema porque Rut estaba decidida (vv18).
Rut, una mujer moabita, llega al pueblo de Israel y Dios la lleva a obtener una gran bendición, casarse con Booz y entrar en la genealogía de Jesús.
El poder de la decisión te saca de la languidez, debilidad, flaqueza, falta de espíritu, valor, energía. Que tu si sea un si y tu no sea un no.
Rut toma la decisión de seguir a su suegra en medio de su pérdida. Dios nunca te abandona, aunque tú le des la espalda.
Dios miró la decisión de Rut.
Números 14; Números 13:25-33
Caleb estaba decidido a entrar a la tierra prometida. Pero el pueblo no observó lo bueno que tenía aquella tierra sino las circuntancias. El pueblo no miró como si miraba Dios que ya les había dado la victoria. Caleb toma poder de decisión. Pero el pueblo se levantó en contra de Caleb y también contra Josué.
Dios te ha hablado y quiere meterte a una dimensión nueva. Pero te tienes que decidir a seguir al Señor para que te dé la gran victoria.
Y en el capítulo 14 de la Escritura (Números) dice: “pero” y cuando Dios menciona “pero” es porque hay un cambio de etapa. Y continúa diciendo: “y Caleb decidió” a entrar a la tierra prometida.
¡Que en este tiempo tomes decisiones en pos del Señor!
El poder de la decisión te lleva a cosas maravillosas porque cortas y resuelves. Pero es potestad de Dios cómo te bendecirá. El “cómo” no es problema, ni cálculo, ni número tuyo.
La decisión te abre camino para comenzar una etapa nueva.
¡Tu decisión afectará tus generaciones!
Josué reune a todo el pueblo y pregunta a quién servirán, porque él y su casa sirven a Jehová. Su decisión impactó a todo el pueblo al asumir el compromiso de servir a Dios y le trajo bendiciones.
¡Este es tu tiempo para tomar decisiones!
La palabra resuelta va unida a decisión. Cada uno quiere tomar decisiones. Este es el momento para decirle a la amargura: “¡te tiro a la basura!” La amargura no viene del Todopoderoso, sino del mismo infierno.
¡Hablale a la enfermedad que se vaya de tu cuerpo! Párate en la palabra de Jesús que llevó tus enfermedades por sus llagas.
Declara sobre tus suegros, que si hay cadenas, Dios las cortará. Corta con los celos que te envuelven. Una cosa es la cara de cansado y otra la cara de amargado. Saca todos tus bichos para tomar decisiones.
Lo que decidas tiene que ser firme y en tus caminos resplandecerá la luz de Jesús. Y en esa luz no hay tinieblas que la puedan soportar, porque es la luz de Jesús.

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