domingo, 8 de mayo de 2011

Dios quiere inquietar tu corazón, motivarte y que seas de motivación para otros

08/05/11
Predicador: Cesar Viola

Las Escrituras dicen que obedeciendo los mandatos de Dios, traerá como consecuencia la bendición. Este principio está en Levítico 26:1-33
Si obedeces las leyes de Dios y las aplicas a tu vida, estas traerán bendición.
vv33 El Señor actuó como consecuencia de los actos de los hijos del pueblo de Israel, dejando la ciudad desolada y desierta.
Nehemías 1:1-4 
En el libro de Nehemías vemos el regreso del exilio del pueblo de Israel. El regreso fue liderado en dos grupos, con Esdras y Nehemías como líderes respectivamente.
¿Qué acto acontenció después de que Dios restaurara la faz espiritual de Su pueblo?
En ese tiempo hubo un varón de Dios que comenzó a despertar un interés por el pueblo del Señor, y él era Nehemías. El nombre Nehemías significa Jehová consuela.
¿Qué despertó a Nehemías ese interés?
Lo que despertó a Nehemías fue un interés por el pueblo de Dios, era porque había una alteración en el área espiritual.
Nehemías le pregunta a su hermano Hananí junto a otros varones de Judá, por el remanente de Jerusalén que había escapado de la cautividad. A lo que responde que el remanente se encuentra en la provincia en malas condiciones.
El versículo 3 (Nehemías 1:3) el hermano de Nehemías meniona la palabra “provincia” que hace referencia a Palestina. Esto es lo que estaba aconteciendo en Jerusalén. Por entonces sus muros estaban derrumbados y las puertas quemadas.
Los muros desvastados eran la fortaleza de la ciudad y en esa condición de desolamiento estaba expuesta al enemigo. Por entonces las fortalezas se construían para defenderse de los ataques del enemigo.
Te pregunto a ti ¿cuál es tu condición frente a Dios en este tiempo? ¿Cómo están tus muros?
El libro de Nehemías en sus 13 capítulos tiene dos divisiones principales. Los primeros siete hablan sobre la reconstruciión del muro de la ciudad.
Nehemías no veló por sus cuestiones personales o su posición social, pero si vió la necesidad de restablecer el orden de la ciudad. Sin embargo fue el primero en involucrarse, al orar y buscar la dirección de Dios (vv5-11).
Nehemías reconocía la condición de desobediencia del pueblo, pero sabía también de la plenitud de Dios. Reconoció que tanto él como el pueblo habían pecado, porque el pecado de uno afecta al resto. Tenía claro que la condición del pueblo afectó a todo el resto (vv7: “En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo”.)
Nehemías intercedió ante Dios por medio de la oración para arrepentirse, porque sabía que vendría la restauración, porque en Dios hay misericordia para ser perdonados.
Nehemías siguió orando para que, como copero del rey Artajerjes, pudiese tener gracia delante de él (vv11), conforme a la necesidad del pueblo para que sea restaurado.
Nehemías 2:1
Nehemías nombra el año 20 del mes de Nisán, que es el mes de abril en nuestros tiempos. Es decir que desde el capítulo 1 al 2:1 transcurrieron 4 meses.
El Señor mostró que lo que hay en el corazón, se refleja en el rostro.
El rey Artajerjes le pregunta a Nehemías por la tristeza en su corazón. A lo que le responde que las casas de su pueblo estaban quemadas y desoladas.
Entonces el rey Artajerjes le hace otra pregunta: ¿qué pides? (Nehemías 2:4)
Inmediatamente Nehemías se sometió a la guía de Dios, en esa situación particular. Le presenta la necesidad de que lo mande a Judá para reedificar la ciudad.
La interseción de Nehemías fue eficaz y comenzó una apertura en el rey Artajerjes a la necesidad del pueblo de Israel, porque Dios estaba obrando en su vida.
El rey Artajerjes no solo le dió material para la reconstrucción, sino además un ejercito para que lo custodiase.
Tres días después de haber estado en Judá, (vv11) Dios motivó el corazón de Nehemías, porque comenzaron a levantarse inpedimentos, no solo internos sino también externos (vv17-19). Aquí comienza otro acto.
Nehemías recorre tres pasos:
1- Reconocer que había una necesidad.
2- Se involucra porque tuvo la decisión de levantar la ciudad desde las ruinas.
3- Une la palabra compromiso con la acción para levantar los brazos.
Un solo varón de Dios comenzó a motivar en otros desvastados. Por ello dice: “vamos, edifiquemos”.
En relación a estos tres puntos te realizo la siguiente pregunta: ¿qué tan sensible está tu espíritu en esta situación?
Si tus muros tienen flancos, estos te destruirán porque el enemigo no viene a jugar contigo, sino a matar y destruir.
¿Qué tal si te comprometieras a cerrar las gritas para que no afecten a tu familia ni a la congregación?
Hubo un cambio en el pueblo de Dios, de la desobediencia a la obediencia para saber cuál es la voluntad de Dios.
Debes estar alerta porque el enemigo no se duerme. Repitamos los tres puntos:
1- Reconocimiento de que hay una necesidad.
2- La necesidad de acudir al Señor.
3- El compromiso.
El Señor no solo permitió que sean restaurados los muros sino también la restauración de las vidas. Dios es Quién controla nuestros corazones.
¿Cómo contrarestó Nehemías estas actitudes internas y externas del pueblo?
Nehemías 4:14-17
El pueblo estaba motivado porque no había tiempo para dormirse, por ello trabajaban con una mano y con la otra sostenían la espada.
vv21-23 El pueblo nunca se durmió ante esta motivación. Velaron para no dormirse, porque el enemigo anda como león rugiente, mirando a quien devorar.
Esta gente dormía vestida porque estaban alertas. Solamente se quitaban la ropa para bañarse.
Nosotros mismos no somos motivadores para otros. Es por ello que tenemos altibajos en nuestro caminar diario con el Señor.
Usted y yo somos parte del pueblo del Señor. Reconozca esta actitud en tu corazón para que este motivado y tener una disposición diferente en el corazón y para que su espíritu este diferente.
¿De qué lado quieres estar? ¿De la parte de la desobedienia o en la obediencia? Porque en la obediencia está la bendición.
¿Qué similitud tiene esto con la obra de Jesús?
La similitud está en que crecía en gracia con Dios y para con los hombres.
1- Reconocimiento de una necesidad.
2- Rendición: cambio de actitud.
3- Compromiso con el Señor.
Dios quiere inquietar tu corazón, motivarte y que seas de motivación para otros.

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