domingo, 7 de junio de 2009

¿De qué manera nos llama Dios?

07/06/09
Introducción: Iris Juárez
Predicadora: Nancy Bellamy

Introducción: Iris Juárez
Génesis 50:19
Lo que hicieron los hermanos de José, lo hicieron sin preguntarle a Dios. Cuando tú haces algo con tus propias fuerzas, te separas de Dios. Dios quiere que le busquemos para que Le honremos.
Es tiempo que le demos el lugar que le corresponde a Dios.
Pregúntate: “¿Dios te estoy honrando con mi forma de actuar y con mis pensamientos? Yo te pido que Tú me lo reveles porque sólo quiero darte la honra y la alabanza sólo a Ti. Señor revélame y ayúdame a escuchar Tu palabra y que además la pueda llevar por obra.”

Predicadora: Nancy Bellamy
Éxodo 3:1-7
Nunca dejes de pedir a Dios, insistiendo que nos ayude frente a las circunstancias. Se trata de buscar la luz, esa luz que cuesta y que sólo la tiene Dios, y además es Quién trabaja en nosotros, cambiando nuestra actitud.
Si Dios dice que tienes un talento, hay que preguntarle: ¿Está bien?
Nuestra mentalidad pasada, la cual nosotros la tenemos por bien, no le agrada a Dios. Esta mentalidad fue construida por lo que nos dijeron los padres, la escuela y no nos hace libres.
El resultado del cambio de mente en Cristo Jesús, trae frutos a su tiempo.
Dios trabaja en nuestra mente porque nuestra forma de pensar estorba a los planes de Dios. Dios no quiere mezcla entre lo mundano y lo de Dios para así poder hacer una obra en nosotros.
Las cosas viejas del pasado no tienen sentido que las acariciemos.
Así lo podemos ver en la vida de Moisés que nace cuando José y su descendencia perecieron. Este niño fue encontrado por la hija del Faraón. El niño creció en un palacio y estudió, pero era hebreo y no tenía nada que ver con los egipcios.
Pero este joven creció y conoció como el pueblo israelita era oprimido. Moisés huyó al desierto cuando Faraón se enteró que mató a un egipcio. En el desierto pereció y tuvo que cambiar la mentalidad para pasar de un palacio a cuidar ovejas. Dios mismo provocó cambios y se encontró con Él y le dijo que se quitara el calzado porque lo que estaba pisando era santo.
Dios quiere que saques todo lo bueno de tu vida pasada, porque no lo quiere. Sino quiere poner lo nuevo, no quiere tus propias fuerzas.
En cambio la vida de David fue al revés. Dios lo llevó por diferentes niveles porque quería que fuese guerrero.
Dios nos contesta en el tiempo oportuno para saber que es lo que Le estorba y para que aprendamos a obedecerle.
Dios no puede poner cosas nuevas en un lugar en el que hay cosas viejas. Dios quiere formarnos libres, cambiando nuestra mentalidad para que aprendamos obediencia y abrir la mente dándonos visiones y entendimiento.
Tenemos un desierto en nuestras vidas y allí estás tú y el Señor. Él está cuando realmente lo buscamos y será el Espíritu Santo que nos mostrará las cosas ocultas y para caminar con libertad y no andar pesado.
Si descubrimos cosas que no nos van a dejar avanzar, oremos al Padre en lo secreto. No te desesperes, golpea la puerta, llama, lee la palabra y pregúntale. Dios nos ama muchísimo.
Cuando pasen por las aguas, Dios estará contigo y cuando pases por el fuego no te quemarás.
¿Cuánto le damos a Dios? ¿Cuántas horas o minutos empleamos buscando Su presencia?
Toma la instrucción de Dios con disciplina. ¿Cuánto tiempo del día tomo para comunicarme a solas con el Señor, recibiendo Su instrucción?
Si no lo haces, búscalo y te vas a maravillar con las cosas que va hacer en ti. Esto es para obedecer al Señor.
Mateo 11:25-30
Aquí en Mateo hay una triple invitación de Jesús para con nosotros:
a) Nos invita a que descansemos en su presencia.
b) Nos alienta a que aprendamos de él la mansedumbre y la bondad de corazón. Esto se alcanza con disciplina.
c) Nos ordena que permanezcamos bajo su yugo, porque es fácil y liviano su carga.
¿Quieres ser libre? Entonces hay que obedecerle, para que el Espíritu Santo te llene de su presencia; y las cosa que hagas, lo hagas con maravilla.
Recuerda que si Dios no obra rápido es porque tú estás obrando en lugar de Él.
¿Qué es lo que no puedes lograr? ¿Cuáles son tus cargas?
Di: “Señor Jesús haz una obra en mi. Necesito que haya aliento de vida en mi corazón.”


Vocabulario

Emolumento (Del lat. emolumentum, utilidad, retribución): Remuneración adicional que corresponde a un cargo o empleo.
Exactor (Del lat. exactor, ōris): Cobrador o recaudador de los tributos, impuestos o emolumentos.
Yugo (Del lat. Iugum): 1. m. Instrumento de madera al cual, formando yunta, se uncen por el cuello las mulas, o por la cabeza o el cuello, los bueyes, y en el que va sujeta la lanza o pértigo del carro, el timón del arado, etc. 2. m. Armazón de madera unida a la campana que sirve para voltearla. 3. m. Ley o dominio superior que sujeta y obliga a obedecer. 4. m. Carga pesada, prisión o atadura. 5. m. Especie de horca, por debajo de la cual, en tiempos de la antigua Roma, hacían pasar sin armas a los enemigos vencidos.

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