sábado, 27 de junio de 2009

El paralelismo de hoy con el antiguo testamento

27/06/09
Instructor: Alberto Anife

Los gigantes de nuestras vidas
No podemos ayudar a otros, si nuestro corazón no se encuentra sano y hay miles de gigantes que habitan en él.
Salmo 118:24 - 2 Corintios 7:1 - 1 Corintios 15:45
¿Qué hay que hacer para matar los deseos de la carne?
Eclesiastés 1:9
La historia se vuelve a repetirse en nuestros días.
Eclesiastés 3:15
Dios quiere restaurar lo que paso.
Romanos 8:28 - Éxodo 23:27-28 - Filipenses 4:13 - Deuteronomio 7:22-23 - Números 33:53-56
Era necesario que los gigantes fueran expulsados de la tierra prometida porque sino el pueblo de Dios sería afligido.
Josué 18:3
Es decir el pueblo no hizo lo que Dios les dijo que hiciera.
Jueces 2:1-4 - Jueces 2:11-14 - Jeremías 17:9 - Proverbios 4:23
Hoy sobre todo guarda tu corazón porque allí está Jesucristo. ¿Dónde estaba tu corazón antes de recibir a Jesús como Señor y salvador personal?
En el antiguo testamento la ciudad se encontraba amurallada. Así la vida se preservaba en la ciudad. ¿Cómo nos podemos limpiar?
Tú ser es la tierra prometida por donde Dios quiere pasearse y tu corazón es la ciudad amurallada. ¿A qué gigantes debemos echar?
Marcos 7:21-23
Eso son los gigantes que hay en el corazón.
Gálatas 5:16-21
Necesitamos alcanzar una armonía para que no haya contradicciones entre cuerpo-alma-espíritu. El alma se sujeta a quién domina para ser de bendición a otros.
Cuando somos librados hay muchas áreas que deben ser restauradas por el Espíritu Santo, porque antes en esas áreas no habían puertas. Por lo que el enemigo hizo lo que quiso con nuestras vidas. No debe haber gigantes en nuestros corazones, porque de haberlos serán de estorbo para la obra de Dios.
Dios dice que los echará de poco a poco, y no de golpe porque ese lugar vacío lo ocupará Cristo, la palabra revelada. La abundancia del corazón habla la boca. Nuestra boca debe hablar palabras de vida, palabras de Dios.
Cuanta más palabras sean reveladas a nuestro corazón, más grande será Cristo en nuestro corazón.
Efesios 4:11
Cuando nos bautizamos el Espíritu Santo es quien constituye a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, para la edificación de la Iglesia; para crecer y perfeccionar la fe.
Efesios 4:20-32 - Hebreos 3:7-19 - Hebreos 4:1-13
Nuestro reposo debe ser Cristo para no terminar haciendo lo malo ante los ojos de Dios.
Nuestro corazón debe quedar limpio para poder ver a Cristo.
Preguntale: “Señor: ¿Qué gigantes ves en mi?” El Espíritu Santo te dirá quiénes son, para que puedas cortar la cabeza a esos gigantes.
No alimentes a los gigantes, como por ejemplo no mentir, para que el gigante se debilite y muera, para vencer todo lo que hace daño. Porque todo lo puedes en Cristo que te fortalece. La fe es necesaria para que la Palabra sea de provecho.
2 Corintios 7:1
Hay que ser insistente al buscar una repuesta. Dios quiere que seamos persistente en lo que buscamos.
¿Cómo cortamos maldiciones? Por ejemplo una enfermedad incurables es un mal generacional.
Efesios 1:3
¿De dónde proviene el mal generacional? De enfermedades. Otra forma de mal generacional es repetir los mismos hechos.
¿Cuál es el origen del mal generacional?
Ezequiel 28:16-19
De la misma manera el Espíritu Santo ordena nuestra alma.
Éxodo 34:6-7 - Éxodo 20:4-6 - Proverbios 26:2
Siempre hay una causa si hay maldición en nuestras vidas.
Isaías 59:1-2
El pecado hace apartar el oído de Dios de nuestras oraciones.
Salmo 51:1-5 - Salmo 58:2-5 - Isaías 57:20-21
Reconoce lo malo en ti para que Dios obre. El impío es aquél que conoce de Dios pero se apartó. La palabra del impío contamina a tu alma porque es suciedad espiritual.
La idolatría trae maldición y miseria.
Eclesiastés 8:11 - Salmo 109:17-19 - Ezequiel 18:30
La inequidad es causa de división, incuban huevos de áspides (cáncer). Dios perdona la inequidad.
¿Cuál es la solución a la inequidad?
2 Corintios 3:16 - Salmo 103:3-5 - Salmo 107:20 - Levíticos 26:40-42
Esto es lo que hay que hacer. Dios perdona, sana el corazón y sana además la tierra.
2 Crónicas 7:14
Primero hay que humillarse, convertirse, buscar Su rostro, pedir el perdón y hacerse cargo de lo que nos aparta de Dios.
Daniel 9:1-19
Fue la oración que hizo Daniel para que Dios nos perdonara.
Mateo 6:12-15  - Hechos 10:38
Tenemos el mismo Espíritu Santo que Jesús para liberar a los oprimidos por el enemigo.
Isaías 53:4-5 - Oseas 4:6 - Lucas 24:45
Dios siempre abre el entendimiento y por lo tanto tendrás que poner por obra Su palabra. Tienes autoridad para echar demonios.
Hechos 16:31

La sexualidad
Pablo vivió en medio de tres culturas: romana, griega y judía. Pablo empezó a corregir a su Iglesia valores que para en esos tiempos era normal.
Isaías 33:14-24 ; 34:1-17
Para estar con Dios y cohabitar con el Espíritu Santo tenemos que cerrar nuestros ojos.
Oseas 4:12
Todo lo que se mueve en las imágenes hechas por el hombre es espíritu de fornicación. Nosotros somos los encargados de erradicar esto.
Isaías 26:9
Si nos ponemos de acuerdo en la oración, el brazo de Dios se va a mover; lo que decretemos sucederá por la autoridad que Dios nos ha dado.
Daniel 4:17
Nosotros somos los resolutores porque somos la sal; para que no se eche a perder la vida de una persona, y poder iluminar donde hay oscuridad.
1 Corintios 6:12-20
Dios es legal y creó la sexualidad para que sea disfrutado en el matrimonio para multiplicación.
1 Corintios 7:1-11
La palabra “bueno” es sinónimo de “normal”. El sexo es bueno y para multiplicación, dentro de los límites que marca Dios.
En este milenio, Cristo reinará con aquel que es fiel y escogido. Es decir si eres fiel, Dios te escogerá para reinar conjuntamente con Su hijo Jesús.

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