domingo, 17 de abril de 2011

Necesitas nacer de nuevo para que vivas ahora en el Reino de Dios

17/04/11
Predicador: Jerry Haas

Juan 3:1-21
Nicodemo era un fariseo, un hombre que ocupaba un cargo importante al impartir justicia, como si estuviese en nuestros días, en la Corte Suprema.
Escudriñaba las leyes porque era un juez del pueblo de Israel. Pensaba y pasaba el tiempo sumergido en las Escrituras, para tener la certeza de aplicar bien la ley. Una noche el Espíritu Santo lo lleva a buscar a Jesús, y se dirige a él y le llama raví, es decir reconoce a Jesús como maestro.
Jesucristo era un trabajador y Nicodemo, como hombre distinguido, sabía que Jesús tiene un conocimiento específico. Lo segundo que hace Nicodemo es declarar que Jesùs viene de parte de Dios.
Ahora piensen esto: Nicodemo reconoce a Jesús como su maestro, y está dispuesto a ser su alumno.
Cuando recibismos un cumplido por parte de alguien, lo que hacemos es minimizarlo. Pero Jesús tenía un propósito, la que Nicodemo naciera de nuevo para que vea el Reino de Dios.
¿Qué es el reino de Dios? Lo descubrimos en Romanos 14:17 El Reino de Dios es paz, alegría y justicia. Es lo opuesto a lo que hay en el mundo. Estas cosas son de Dios, y sucede cuando la relación entre el hombre y Dios es restaurada.
Jesucristo le dice a Nicodemo que no puede obtener gozo, paz y justicia si no es restaurado. Pero Nicodemo no entendía, y es por ello que pregunta por el nacimiento físico y no por el espiritual. Esa fue su pregunta natural.
Jesucristo le aclara por segunda vez, tratando de que entendiese lo que él decía: que Nicodemo tenía que nacer de espìritu y agua.
No te sorprendas que tú tienes que nacer de nuevo, porque tu espíritu tiene que nacer del Reino de Dios.
Todos hemos nacido físicamente en un tiempo. Nicodemo no entendía, y por ello Jesucristo ilustra cómo es el nacimiento espiritual. El nacimiento espiritual es como el viento. No puedes ver al viento, así es el que nace del espíritu, y sin embargo tú podrás ver el efecto del viento. Así pasa con el nacimiento espiritual. Y este cambio lo podemos ver cuando nos arrepentimos y somos hijos y coherederos del Dios altísimo.
Nicodemo estaba separado de Dios y su próxima repuesta fue un apregunta: ¿cómo pueden ser estas cosas?
Nicodemo no entendía la verdad de las Escrituras porque era un religioso.
Así como Nicodemo, Dios pondrá gente delante de ti para que tú le digas la verdad con el propósito de que entienda el naciemiento en Dios.
A esta pregunta de Nicodemo, Jesús le responde lo siguiente: Siendo vos el maestro de matemáticas, ¿no sabes sumar? ¿Qué le estás enseñando a la gente?
Jesús comienza a explicar que a toda persona que le cree, tendrá vida eterna. (Juan 3:16-17). Porque Jesús vino para que el mundo sea salvado, no condenado.
Nicodemo necesitaba un cambio y Jesús lo haría. Ese cambio era que creyese en Jesús para que no sea condenado, porque el que no cree ya está condenado.
¿Hay una razón para no aceptar a Jesús? Jesús lo hace muy sencillo.
¿Por qué hay personas que rechazan el evangelio, el gozo, la paz, la justicia y una relación con Dios y con el Espíritu Santo?
La razón por la que rechazan a Jesús es porque odian la luz y no quieren que sus obras no se expongan para seguir disfrutando de sus pecados. Pero por ello hay un castigo, la separación de Dios por la vida eterna.
Luego de la explicación de Jesús, vino un tiempo en que el Mesías fue condenado a muerte, pero hubo una persona que se levantó en contra de los fariseos y preguntó que cómo sería condenado si no han escuchado al sentenciado, ni han explicado las razones para crucificarlo.
Nicodemo fue en contra de la religión y se paró en medio de sus compañeros.
Cuando Jesucristo muere en la cruz, Nicodemo fue a tomarlo para llevarlo a la tumba. Luego de unos días, Nicodemo sabía que Jesucristo había muerto, pero se enteró de que el sepulcro estaba vacío.
Como Pastor, mi motivación es que si no naciste de nuevo, necsitas nacer de nuevo independientemente de la situación económica.
La Gloria de Dios es Su presencia en nuestras vidas, y cuando pecamos la relación se rompe. Cuando la Biblia habla de la muerte, no sólo se refiere a la física sino también de la espiritual, porque la paga del pecado es la muerte, la separación de Dios.
El regalo de parte de Dios para ti es la vida eterna. Pero será regalo cuando lo aceptes y nunca más vuelvas a reclamar el regalo. Porque de ser así la vida eterna no sería un regalo, sino más bien un préstamo.
El amor de Dios nunca se minimiza porque Él respeta tu decisión, y es por ello que tendrás que arrepentirte para volver a Jesús y reconocerlo como el Señor de tu vida.
Jesús se levantó de entre los muertos, por lo que también te podrá dar vida eterna. La decisión es tuya.
Cuando Nicodemo fue a ver a Jesús, nunca imaginó que la repuesta que buscaba era que se arrepintiera.
La responsabilidad de dar a conocer esta verdad es tuya.
Pídele a Dios que te diga si hubo un día específico cuando te arrepentiste y reconoiste a Jesús en tu vida.
¿Puedes recordar ese día en tu vida? ¿Estabas solo? ¿Estabas caminando cuando necesitabas de Jesús?

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