martes, 28 de septiembre de 2010

Tus obras serán probadas por el fuego consumidor del Señor

28/09/10
Predicador: Edinson Pinedo

1 Corintios 3:11-15
Este mensaje tiene dos connotaciones: habla del final y del día a día.
Cuando lleguemos a la recta final, Dios nos premiará según nuestras obras, es decir lo que hicimos.
Así como el oro, nuestras obras serán pasadas por fuego, y lo que quede será recompensado.
Los que no han hecho muchas obras, pero hicieron lo que les fue encomendado renegando, estas serán heno y hojarasca. Porque cuando rindes un examen o trabajas, estas glorificando a Dios.
Al hacer bien las cosas estás honrando a tus padres, y como consecuencia te trae recompensa. Todo lo que tienes es de Dios, por lo que con tus acciones adoras a Dios. El tema es poner prioridades. Todo lo haces en Cristo.
Dile al Señor: “Si tú quieres, haré esta tarea por lo que te pido dirección”.
Si no existiera el fundamento, la roca, la edificación se caería, por no tener cimientos.
La segunda connotación de este pasaje es para el día de hoy. No hay que esperar para saber si la obra es correcta o no. Lo correcto, Dios lo prueba y lo premia.
Lo que es de oro, plata y piedra preciosa, Dios lo multiplica por medio de Su fuego. El fuego quema lo que no sirve porque Dios es fuego consumidor.
Cada día declara tu bendición, declara tu día por medio de las promesas de Dios; porque es Dios Quién te sacará del problema.
Cuando compras de manera desmedida utilizando tarjeta de crédito, Dios lo probará con fuego. Pero si has hecho un negocio, Dios lo probará con Su fuego, y si es oro lo multiplicará.
Al final el que gana es el Señor, porque Jesús vive en ti.
Al finalizar el día, tú podrás evaluar tu día. “¿Señor, probaste mi obra? ¿Hubo heno y hojarasca?”
Inspecciona en tu corazón: ¿Cuál fue el resultado de tú declaración sobre el versículo?
Sumérgete en las circunstancias porque Cristo tiene el control de todo.

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