domingo, 5 de septiembre de 2010

Es necesario despojarnos de la vieja naturaleza para poder ser imitadores de Jesús

05/09/10
Predicadora: Iris Juárez

1 Corintios 11:1
La palabra cuando la escuchamos tiene que obrar en nosotros por medio del cambio. Tiene que haber un cambio en nuestras vidas.
El Apóstol Pablo nos alienta a imitar a Cristo. Imitar significa seguir el ejemplo. La palabra de Dios nos lleva a imitar a Cristo.
Filipenses 2:5-11
Haya también este sentir en ti de no aferrarte a nada de este mundo. Jesús no se aferró a Su majestad ni a Su potestad. Siendo Dios no se tomo de este derecho de aferrarse a Su riqueza y autoridad sobre todo el universo. Sino que se despojó, se vació de Dios para ser hombre, siervo que significa esclavo. Se despojó de Su forma pero no de Su naturaleza divina. Esto hizo Dios por ti y por mí para liberarnos del pecado que traemos de Adán y Eva.
Jesús estando en la tierra, se sujetó a la autoridad para que tú puedas ser libre.
Mateo 17:24-27
Este es el carácter de Cristo, del cual yo debo ser imitador de él: manso, sujeto a la autoridad, obediente.
Jesús no tenía que pagar dos dracmas del impuesto para ingresar al templo. Pero para evitar ofender, pagó lo que a él no le correspondía por ser hijo de Dios y no extranjero.
Jesús se despojó de Dios para tomar la forma de esclavo. Esto habla de la humildad.
Pero ahora vamos a ver la actitud contraria a la de Jesús.
Isaías 14:11-14
El enemigo quiere ser como el Altísimo. Pero Jesús no se aferró a su nobleza. Hay orgullo y vanagloria en el corazón del enemigo.
La Palabra nos dice que debemos ser libres de todo aquello que no es compatible con Jesús. Para imitar a Jesús antes hay que morir de nosotros mismos, hay que despojarse para ser como Jesucristo es, mirando lo que hizo Jesús. Lo que él hizo me ayuda a cambiar. Si ahora el Señor te dice: “¿Qué es lo que más quieres? ¿Estás dispuesto a despojarte de lo que más quieres?”
Jesús entregó todo y obedeció en todo hasta en la cruz. Jesús se despojó de todo por amor a ti.
Hay tres cosas que debemos aprender de Jesús: despojarse, la humildad y obediencia.
Job perdió todo lo que tenía y además se enfermó, pero nunca perdió la fe en el Señor.
¿Pero por qué nos atamos a las cosas de la tierra?
Job 1:1-22
Cuando Job perdió todo, ¿tuvo lo misma actitud que nosotros cuando perdemos algo? No. Job adoró a Dios.
Dios nos enseña que no debemos aferrarnos a las cosas materiales. Cuando se pierde lo material y se llora mucho, nos muestra que estamos aferrados a ello, porque dónde están los tesoros, es allí donde está tu corazón.
En Efesios 5 Dios nos enseña como conducirnos en la vida y aprender a cerrar nuestros oídos.
¿Cómo reaccionar ante la injusticia? ¿Cuál es la reacción?
Jesús tuvo que soportar injusticia y lo llevaron al madero con testigos falsos y fue con la boca cerrada.
Isaías 53:1-8
Todo lo hizo por amor a nosotros. Afligido y angustiado, Jesús enmudeció y no abrió su boca. Ante una injusticia, enmudeció.
Debemos seguir el ejemplo de Jesús. En eso que enmudecía, Jesús perdonaba; sin embargo nosotros ante una injusticia, enmudecemos, pero el corazón se estrangula y sale la ira, el enojo por los ojos, por los pelos, por la cara.
La humildad que había en Jesús, lo llevaba a perdonar diciendo: “Padre perdónalos, no saben lo que hacen”.
¿Qué hacemos nosotros ante la injusticia? Vamos en contra de quienes nos aman.
Job no conocía a Jesús pero conocía a Dios. Pero con esa humildad y obediencia, tú eres la consecuencia de lo que Jesús hizo y es.
¿Cuál es tu carácter? ¿A quién te pareces? ¿Al carácter del que eras antes? O ¿Al que te salvó un día? Jesús fue humilde.
No es usted quién cambia a su esposa, esposo, padre, madre, sino Jesús.
Imita a Jesús, despojándote de lo que traías de la vieja naturaleza; y sobre todo ten paciencia.
¿Cuántos desean despojarse de algo, del cuál se aferran acá en la tierra?

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