domingo, 13 de junio de 2010

¿Jesús es el gobernador de tu vida?

13/06/10
Predicador: Carlos Vaca

Cuando Dios te habla por medio de Su palabra, tienes que responderle.
Ruth 1
La Biblia dice que si Jehová no edifica la casa, el esfuerzo de quién la edifica es en vano.
¿Estás edificando tu casa con Dios? Si no es así, entonces es en vano.
¿Cuántos estamos dispuestos a sujetarnos a los mandamientos de Dios?
En este pasaje de la Biblia podemos ver la historia de la familia de Elimelec y Noemí con sus dos hijos.
Todas las familias sin excepción pasamos por problemas. Internamente en la familia de Elimelec y Noemí había un problema.
Veamos el cuadro de los nombres. Elimelec significa “Dios es mi Rey”. Es decir que de este varón se esperaba que estuviera sujeto y dependiera de Dios.
El nombre Noemí significa “carácter placentero, graciosa”.
El nombre Mara significa “amargada, de carácter agrio”.
Con relación a los hijos, Quelión significa “espíritu débil, falto de ánimo”.
Mahlon significa “persona enfermiza”. Es decir que los hijos de Elimelec y Noemí uno era apático y el otro enfermizo. Pero gracias a Dios tenían una mamá agraciada.
Fuera de la familia, es decir en el ámbito externo, había una crisis. En chino la palabra crisis está conformada por dos vocablos, uno significa crisis y la otra oportunidad. La crisis que reinaba en Belén de Judá, que significa casa de pan, era hambre. Fue un castigo de Dios a su pueblo, en el cual no llovió por tres años.
Jueces 21:25
Por entonces los habitantes de Belén hacían lo que les daba la gana. Había anarquía en la sociedad. Entonces ¿de dónde salen los ladrones y asesinos? De mi casa, porque el núcleo de la sociedad es la familia y en ella se refleja la sociedad y por consecuencia la sociedad se refleja en la casa. Todo lo que pasa afuera está saliendo de mi casa. ¿Está Dios gobernando la casa? ¿Está Dios dirigiendo la casa?
El peligro de la crisis es continuar por la línea, por la que en ese momento Elimelec era un hombre débil y enfermo y afuera de su casa había hambre. Por lo tanto hay pánico y busca una pronta solución en base a las circunstancias. El líder de la casa tuvo que buscar una solución.
¿Dónde vivían Elimelec y Noemí? En Belén, que significa casa de pan. Elimelec buscó una solución sin pedir la dirección de Dios. La crisis fue la oportunidad de Elimelec para ejercer fe al levantar oración para que Dios enviara ayuda. Sino que hizo lo contrario, tomó sus cosas y se fue a Moab.
Proverbios 3:5-8
Es cuestión de hacer las cosas correctas. Elimelec pudo ejercer fe al postrarse y orar para preguntarle a Dios “¿Qué hago?”
Los que buscan a Jehová no le faltará ningún bien, dice el Salmo 34:4-5
Hebreos 2:1
Cuando quitamos los ojos del Señor nos hundimos. Fue lo que le pasó a Pedro que al ver a Jesús caminar sobre las aguas, él también quiso hacerlo. Comenzó a caminar pero al ver las circunstancias y sacar la vista en Jesús, se hundió. Pero como Pedro no decimos “Señor ayúdame” sino que por orgullo no dependemos de él en todo. Pide la dirección de Dios en todo. Si buscas una casa, pregúntale a Dios “¿Es esta la casa que quieres que compre?” “¿Cuál es Tu voluntad?” “¿Qué quieres Dios que yo haga?”
Cuando tienes hijos, te agrada que tu hijo te consulte para recibir dirección. ¿Cuánto más Dios?
Elimelec perdió la oportunidad de ejercer fe al decirle “Yo creo en ti Señor”. “Señor tienes el control de todo y no haré nada que no me digas”.
El Señor cerró los cielos en Belén por tres años y tres meses para castigar a Israel.
Cuando Dios indica, Él provee y vamos a encontrar la provisión de Dios.
El creyente no se muere de hambre porque Su palabra dice “no hay justo que quede desamparado y muera de hambre”.
Lo que hace Elimelec es irse con su familia al campo de Moab, un lugar prohibido por Dios porque no le agradaba.
Se fue a Moab por un tiempo pero se murió e hizo pecar a sus hijos al permitir que se casaran con mujeres maobitas: Orfa y Ruth.
Sus hijos eran apáticos y enfermos pero eran buenos para las mujeres.
Ante la crisis, la muerte de su esposo y la de sus hijos, Noemí cambió dejando de poner lo correcto y empieza a echarle la culpa a Dios y se amarga. Ella era una creyente porque reconoce a Dios como Todopoderoso. Por ello al entrar a Belén pide que no le llamen Noemí sino Mara (vv20). Ella conocía la Palabra, conocía al Dios Todopoderoso porque estaba en su cabeza pero no en su corazón. Ella dice que se fue de Belén llena (vv21). Había perdido al esposo y a sus dos hijos, y la culpa se la echaba a Dios.
Malas decisiones generan tragedias, por eso es importante volver los ojos a Dios.
Noemí estando en Moab se entera que había llegado el tiempo de la ciega en Belén y por eso decide volver junto a Ruth. Orfa decide volverse a su pueblo tras sus dioses paganos. En cambio Ruth permaneció junto a Noemí.
¡Qué gran bendición sería que lo bueno se pegara a una persona! Pero no sucede así sino que en las relaciones interpersonales se pega lo malo. Sin querer, sin anhelarlo lo malo se pega en la personalidad. La amargura se les pegó a Noemí y Ruth.
¡Qué bueno sería que la sabiduría se pegara en la persona! Pero a Ruth se le pegó la amargura.
Noemí había decidido regresar al lugar donde había pan. La palabra del Señor dice que quites la amargura para que puedas recibir la bendición de Dios.
Orfa regresa a su pueblo. El nombre Orfa significa “terca, obstinada”. Es la típica persona que dice: “yo soy así y nunca me van a cambiar”.
2 Corintios 5:17 Pág. 1652
¿Qué es lo que espera el Señor de nosotros? Un cambio, que te dejes gobernar, que te dejes formar el carácter de él en ti.
¿La gente puede percibir que tú eres cristiano? Allí estaba Orfa quién decide regresar a su vida antigua. A Jesús le costó morir por ti. ¿Te rendirías a él para que dejes el “yo” y seas “él”?
Gálatas 2:20
Pablo dice: “ya no vivo yo, sino Cristo vive en mi”.
Por gracia somos salvos y no por obras para que nadie se gloríe.
Día tras día pide la dirección de Dios.
La actitud de Ruth agradó a Dios y fue honrada. La hizo descendencia de Jesús. En Mateo 1 usted puede ver la mención de Ruth en la genealogía de Jesús. Dios traspasó la prohibición que había puesto al pueblo maobita.
Romanos 12:2
No te dejes moldear por este siglo, sino transfórmate por medio de la renovación de tu mente para que veas la voluntad de Dios.
¿Cuántos de ustedes quieren que Jesús sea el Señor de sus casas y de sus vidas?
¿Qué es lo que habló el Señor en este día?
Es hora de entregar tu hogar y tu vida al señorío del Señor.

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