domingo, 25 de octubre de 2009

Confiesa quién es Jesús en tu vida (I Parte)

25/10/09
Predicador: Edinson Pinedo

Mateo 16:13-20
En este capítulo, Dios nos habla y nos muestra expresiones, las bendiciones y además nos dice que hay esperanza en Cristo.
El hombre está buscando algo en la vida y es así que Cristo nos encontró antes que nosotros.
Jesús estaba con sus discípulos en la región de Cesarea de Filipo, es decir fuera de Jerusalén.
El hombre ha monopolizado el evangelio, metiéndolo en templos. Pero no es para que sea monopolizado en templos, sino para que le llevemos a las plazas, al trabajo, al ámbito en el que te desarrollas. Tenemos que adorar en espíritu y verdad; y cuando sucede disfrutamos el fruto de nuestro trabajo. Y la gracia de Dios se extiende y se rompen los monopolios. Porque lo que atas en la tierra, será atado en los cielos.
Entonces Jesús saca a los discípulos de su lugar, de su hábitat y los lleva a Cesarea de Filipo para que vean la realidad fuera de la puerta de la ciudad. El asunto del evangelio es afuera de Jerusalén, es decir del lugar donde tú te desarrollas. Jesús los lleva a la puerta de Jerusalén para que vean que había homosexualidad y adoración a la diosa Diana a través del sexo. Y Jesús pregunta: “¿Quién dice los hombres que es el Hijo del Hombre?” La palabra “Hijo del Hombre” se refiere al Mesías prometido que ahora está presente.
Daniel 7:13-14; Mateo 8:28-34
Aquí, en estos pasajes, Jesús libera a endemoniados, sana a enfermos y en esas circunstancias estaban los fariseos. A Jesús lo que le interesaba era la opinión de la gente y no de los escribas.
“Hijo del Hombre” significa Cristo encarnado. Para que el hombre sea salvo; tuvo que morir un hombre. Era necesario que Dios se encarnara en hombre para morir por la humanidad, para justificar, quitar pecado, y para hacernos libres de nuestros pecados; porque Dios estaba lleno de ira contra el hombre, a causa de que había pecado.
Gálatas 4:4
Pablo llama a Jesús “nacido de mujer”, es la misa expresión en Job 14:1 Lo que está diciendo acá es que Dios vino como hombre. Hebreos 5:7
Jesús fue humano porque tuvo sed y miedo, pero no pecó. Él no quiso morir pero no se hacía su voluntad sino la del Padre. Por ello nosotros debemos cumplir el propósito por el que estamos en la tierra, porque no estamos para ocupar un espacio, sino para producir y generar cambios en la vida de la gente.
Por ello Jesús investiga el sentimiento del pueblo acerca de él, sin interesarle la opinión de los escribas.
Juan 7:41-42
vv 48-49 Muestra el desprecio de los fariseos hacia el común de la gente porque ellos sabían la ley al pie de la letra. Vemos que la gente estaba dividida con su opinión, porque aún Jesús no se había presentado como el Mesías. A Jesús le interesaba el testimonio de lo que él hacia. A ti te van a conocer por lo que eres y no por lo que dices.
Cristo restaura lo que se había perdido para ponerlo en lugares públicos (Mateo 5:14) para que alumbre a todos. Somos la luz de este mundo.
Mateo 16:13-14
La gente pensaba que Jesús era Juan el Bautista o un profeta.
Mateo 14:1-2
Herodes también pensaba que Jesús era Juan el Bautista.
Isaías 61:1-2
Otros decían que Jesús era el profeta Jeremías, porque tenía dirección de Dios. Por ello Jesús investiga para saber la opinión de la gente, entonces él pregunta: “¿Y vosotros quién decís que yo soy?” ¿Cuaĺ será tú repuesta si no conocieras a Jesús? gauchito gil, la difunta correa.
Mateo 16:15-16
Los discípulos estaban siendo instruidos para ser aptos para instruir a otros.
2 Timoteo 2:1-2
Es la misma expresión de Pedro.
Jesús quería que se multipĺicarán y consolidarán, dando fundamento. Cuando tú aprendes a ser consolidado, no te será difícil consolidar a otros. Jesús quería que ellos mismos tuvieran un conocimiento fundamental de Cristo. Por ello es importante el arrepentimiento, que significa un cambio de mente.
Mientras Cristo no haga una obra en ti, tú seguirás igual porque no hay conocimiento de Dios.
Salmo 127:1
Pregúntate a menudo: ¿Quién digo yo que es Jesús?
Tú no puedes saber quién es Jesús sino habita el consuelo contigo (el Espíritu Santo), si no está en tu ser, en tu vida y no lo conoces.
En una discusión cuando hay argumentos no habrá problemas porque hay ideas. Cuando se acaban los argumentos se utilizan las fuerzas, por ello hay guerras. El perdedor siempre utiliza las fuerzas. Pero en Cristo Jesús siempre hay esperanza porque los argumentos se renuevan todos los días, porque hay esperanza.
Se alegró Jesús con la repuesta de Pedro. El Señor le dice a Pedro: “Bienaventurado porque no te lo reveló sangre ni carne, sino el Padre.” (Mateo 16:17)
Al que tiene al hijo, tiene revelación y dirección de Dios. Cuando tú caminas por revelación, no te vas a equivocar.
Tienes que orar y preguntar: “¿Señor estás de acuerdo que yo me case, que me ponga de novio en este tiempo, que emprenda tal empresa, que vaya a tal lugar?”
Aprende a tener revelación y dirección en todo lo que tienes que hacer para ser conducido por el buen camino.
La repuesta de Pedro alegró el corazón de Jesús porque hablo del Padre y del hijo. Jesús le dice a Pedro: “Te falta algo hijo de Jonás.” Jonás representa al Espíritu Santo. El Espíritu Santo tiene que obrar en tu vida y es quién te dará dirección.
Juan 15:26
Sobre la palabra dicha tú estas haciendo una plataforma para caminar. “Y yo edifico en ti”, dijo Jesús a Pedro. El nombre Pedro significa pedazo de piedra.
Salmo 1:1
Si tú andas en cosas buenas serás bienaventurado porque accionas, porque no estás quieto, no esperas a que te golpeen la puerta.
Si tú reconoces que Jesús es el Mesías, tú tienes que demostrar con las acciones y tienes que caminar.
Mateo 5:1-11
Bienaventurado es la misma expresión del Salmo 1:1 marchando, accionando, andando.
Por eso dice bienaventurado son los mansos, los caballos de la caballería romana que están marcando el paso.
Por eso Pablo le dice a Timoteo: “esfuérzate en la gracia”. Bienaventurado es marchando.
Si tú eres pobre y Cristo vive en tu corazón y además estás marchando con Cristo, vas a dejar de ser pobre.
Nadie ha podido refutar las palabras de Jesús. Se diligente con lo que Dios ha puesto en tus manos. Administra tu tiempo, administra tu economía, y todo lo que ha puesto Dios en tus manos.
Bienaventurado los que lloran porque habrá consuelo para que sigas marchando. Cuando tú pasas por pruebas es para que tú sepas en dónde estás parado y para que te conozcas a ti mismo.

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