domingo, 17 de mayo de 2009

La revelación (los secretos del Señor) de parte de Dios para con Sus hijos

17/05/09
Predicadora: Iris Juárez

2 Timoteo 2:4-7
El vv 5 habla de un atleta que no es coronado sino compite según el reglamento. La preparación del atleta es de acuerdo al reglamento. Es decir que me voy a preparar de acuerdo a la palabra y a la voluntad de Dios. Si tienes algún compromiso, debes hacerlo de la mejor manera. A quién más se le da, más se le demandará. Hay cosas que debemos dejar por compromiso con el Señor.
Lucas 12:47-48
Tú tienes que prepararte para una carrera en donde tienes que ver el resultado antes de comenzar. La meta es estar en la presencia de Dios. Tú tienes que comenzar a caminar comenzando por el final.
Hebreos 12:1-6
Nosotros estamos en una carrera en la que tendremos que dejar en los pies de Cristo el peso que llevamos encima de las circunstancias (la falta de trabajo, la falta de economía, los problemas familiares) y del pecado que nos asedia. Al hacer esto nos permitirá que seamos ganadores. Cada día tenemos que pedir al Señor que nos libere del pecado.
En la carrera tendrás que dejar el peso del pecado y correr con perseverancia para llegar a la meta, poniendo tus ojos en Jesús. La fe y el gozo deben acompañarte en la carrera.
Génesis 37:5-11
Dios te puede hablar por medio de la palabra escrita o por un sueño, revelando así Sus planes en tu vida.
Dios le habla a José dos veces. Cuando sucedas tú tienes que creerle. Al hablarle de reverencia, Dios le está diciendo a José que sería gobernador.
José era odiado y menospreciado por sus hermanos. José se vio como Dios quería: rey.
Acá empezó a tallar la fe. La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. (Hebreos 11:1)
La realidad puede decirte una cosa, pero Dios ve una cosa diferente a como quiere que estés.
José comenzó a mirarse como gobernador y a partir de allí empezó a caminar.
Los hermanos comenzaron por tirarlo al pozo y no alcanzó de salir de esa situación que lo llevaron como esclavo para venderlo.
Pero eso no era la realidad, sino que caminaba encadenado como esclavo declarando que era gobernador; y lo compro Potifar porque había algo en ese hombre y comenzó a ser preparado para gobernar en la casa. Allí la mujer de Potifar lo sedujo. De la casa paso a la cárcel.
En el pozo, casa y cárcel, José estuvo adentro. ¿En qué parte estaba siendo tratada la vida de José? Adentro, en su corazón. Puede ser que José haya querido huir (Salmo 55:6-7).
A José las circunstancias no lo desanimaron, ni se suicidó. No se desanimó porque creía en la palabra que Dios le había dado y en Su promesa.
Pero hubo un momento en la cárcel que los cerrojos cayeron y salió a tomar la victoria que Dios le dio.
Génesis 41:15-16
José salió limpio de la cárcel a cumplir el propósito que el Señor tenía para su vida. José salió de una manera diferente; no salió con culpa ni condenando a nadie.
José se dejó llevar por las manos del Señor. José no tomo las cosas para sí mismo, sino miraba al Señor.
Salmo 55:1-23
José estuvo adentro siendo tratado por Dios. Usted y yo hemos sido llamados por Dios para que salgamos afuera de la Iglesia.
El salmista estaba abatido por quién estaba a su lado, pero la salida fue clamar a Dios porque la salida viene de Dios puesto mis ojos en Jesús.
José salio de la cárcel para reinar.
Pregúntese: ¿Qué hubiera hecho José humanamente con sus hermanos? Vengarse. Pero José no hizo eso.
Génesis 42:23-24
José era el gobernador de Egipto y Dios le ayudó administrar alimentos. Jacob mando a Egipto a sus diez hermanos a pedir alimentos. José estaba tan cambiado que sus hermanos no lo reconocieron, y además tenía un intérprete de hebreo.
Cuando José vio a sus hermanos haciéndole reverencia, lloro. Pero no lloraba de bronca, lloraba de amor al ver el cumplimiento de la palabra.
Génesis 43:30
José Le creyó a Dios y fue movido al amor del Señor.
Génesis 45:1-8
Es el momento que José se da a conocer con sus hermanos. José lloró de tal manera que se escuchó hasta el lugar en que se encontraba Faraón.
Génesis 50:15-21
José les daba ánimo a sus hermanos porque el maltrato fue necesario para que el plan de Dios sea cumplido. José le dice a sus hermanos: “¿Puedo a caso ocupar el lugar de Dios?”
Muchas de nosotros a veces ocupamos el lugar de Dios: reaccionamos, nos enojamos y no aceptamos disculpas. Agradece las pruebas para que las puertas de la cárcel se abran, y Dios cumpla Sus propósitos. Mira al Señor Jesús como actor consumador de la fe. Tienes que mirarte por lo que eres.
Hechos 20:23-24
A Pablo no le fue fácil la carrera y también comenzó por el final. No hizo caso a las prisiones y tribulaciones. Su motivo fue servir al Señor. En esta carrera debemos empezar por el final. Hebreos 12:1-6
La palabra “testigo” hace referencia a la galería de testigos de fe que nos miran. Pon tu mirada en Jesús. José fue el prototipo de Jesús, su mirada iba al objetivo.
Si tú perseveras en la carrera en fe con confianza y gozo, mirándote como el Señor te ha dicho para que muchos sean salvos, por tu determinación de servir.
Tu mirada y objetivos deben estar en el Señor. Tienes que cumplir con el plan del Señor.
Tu ciudadanía está en el cielo y hoy en la tierra eres extranjero.
¿Estás haciendo lo que el Señor te ha dicho sobre tu vida? ¿Vivirás siempre en ruina y enfermo? Dios nunca te ha mentido ni te ha abandonado.
José primeramente aprendió a reinar su vida, sus pensamientos. Supo dominar su carácter; morir así mismo para vivir para el Señor.

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