domingo, 1 de febrero de 2009

Oremos para escuchar la voz de Dios en nuestras vidas

01/02/09
Predicador: Edinson Pinedo

Jueces 6:11-24
Que tremendo es cuando Dios habla y no soy yo quién toma mis decisiones.
Cuando Dios está contigo, eso permanece. Pero cuando tú tomas decisiones propias no son permanentes, no así cuando Dios trabaja porque es para hoy, para mañana y la eternidad.
Cuando declaras bendiciones construyes una plataforma, por ejemplo: “Yo declaro que voy a tener gente importante a mis lado”. Y esa bendición que declaras permanecerá eternamente. Tus generaciones aprenderán de ti, porque has trabajado construyendo una plataforma.
En este pasaje de la palabra de Dios vemos varios principios para aprender:
Gedeón era esforzado y valiente, porque Dios estaba con él. Pero hay gente que lo sabe, pero sigue llorando, pensando y sufriendo las mismas cosas y como si fuese peor, repitiendo las mismas acciones.
Dios está contigo para poder ayudarte. Pero por la naturaleza humana, sino veo no creo. Sin embargo como hijos de Dios creemos sin ver, y es allí que el resultado se manifiesta; el resultado es el producto de nuestro trabajo.
¿Cómo podemos conocer a Dios? Podemos conocer a Dios por los resultados de la oración, por voz audible y por revelación.
Somos negligentes sino escuchamos la voz de Dios. Tienes que aprender a escuchar la voz de Dios. Dios le dijo a Gedeón: “esforzado y valiente” y él quizás ni lo sabía.
En el momento que recibimos al Señor Jesucristo, él derrama dones, te revela el propósito por el cual estás en la tierra. Y comienzas a trabajar en base a ello y tu vida toma sentido y no vives por sólo vivir, es decir por ocupar un lugar en el espacio.
Estará solucionado tu problema cuando Dios te hable y te diga para que vives en la tierra.
vv 13 Dios le dice a Gedeón que es esforzado y valiente. Sin embargo Gedeón le pregunta por qué vivían en desgracia. La razón era porque se apartaron de Dios, adorando imágenes. ¿Qué es idolatrar? Es poner algo antes que Dios, por ejemplo, el trabajo, la familia, los estudios, la música, es decir algo que ocupa el primer lugar antes que Dios.
Debemos aprender a preguntar al Señor: “¿Te agrada Señor lo que estoy haciendo?” Tienes que alcanzar un equilibrio en tu vida, pero no vivas evaluando todo, porque sentirás culpa porque querrás ser más santo que los santos.
Cuando tú compartes con los necesitados, no es igual a sembrar. Porque no puedes sembrar en un pobre, pero no hay que dejar de lado los pobres porque tienen necesidades y Dios te lo devolverá, porque no es deudor de nadie. La acción de dar a un pobre es prestar a Dios. Por ello Dios mismo te lo devolverá porque el Señor no es deudor de nadie. Pero si siembras e inviertes en el Reino de los Cielos, Dios siempre te bendecirá, y no serás esclavo del trabajo.
Si tú eres honesto con Dios, no te hará escasear y no te faltará economía.
Tú no eres cualquier cosa para Dios, sino que te dice “esforzado y valiente”.
¿Cuándo puede haber una revolución en mi vida? Cuando no proveo para mi vida. Cuando ofrendo y diezmo. Cuando somos puntuales.
Cuando Gedeón le dice a Dios que son pobres, es porque había idolatría.
Cuando le eres puntual a Dios, los tiempos te alcanzarán porque Dios te dará más tiempo, no llegarás tarde al trabajo porque Dios te pondrá un colectivo temprano, o un compañero de trabajo en auto, ni te faltará tiempo para hacer un trabajo o cumplir una responsabilidad.
Dios controla tus tiempos y te alivia los tiempos pero encárgate de hacer la plataforma de oración, de declarar las bendiciones, para que Dios obre.
Dios es respetuoso de nuestro tiempo. Hazlo tú también con Dios.
Otro ídolo es cuando no alabamos y adoramos de corazón a Dios. Alabamos porque Dios hizo una obra en nosotros al salvarnos, al levantarnos, nos cambió la mente, la forma de mirar. Adorar es decir lo que es Dios en nuestras vidas: amoroso, majestuoso, inmutable, su amor nunca cambia.
Reconoce a Dios en tu vida, en tu familia, en tus hijos. El enojo, también es un ídolo, cuando nos enojamos fácilmente.
Haz tu diagnóstico con la palabra, para que Dios te limpie y derribe los ídolos que están en ti.
vv 14 Dios va a usar nuestras fuerzas para hacer milagros, alcanzar logros. Gedeón pone excusas a Dios, al ya haber escuchado de que Dios estaba con él. Gedeón no le gustaba esforzarse para que las cosas sucedieran; ponemos excusas a Dios para poner el hombro habiendo escuchado la voz de Dios.
vv 27-31 ¿Cuántos se enojan de la responsabilidad del tiempo? Hay gente que se enoja cuando le tocan el ídolo. La repuesta del padre de Gedeón fue que si el ídolo era un Dios, que se levante y que mate a su hijo. Si es un palo o un yeso, no te va hacer nada.
Otro de los principios que aprendemos es que una vez que derribamos un ídolo, se levanta la bendición.
A pesar de que Dios le dijo todo a Gedeón, éste le pide señales para saber si Dios está con él. Pero por qué le paso esto a Gedeón o por qué nos sucede a nosotros mismos. Porque no estamos seguros. Cuando tienes seguridad no dudas.
vv 37 Gedeón le pide señal a Dios porque era testarudo, pero lo positivo que aprendemos es pedirle señal a Dios para hacer algo. Pero no vivas de señales para que todo marche bien.
Gedeón sopló el cuerno para reunir al pueblo de Israel. A veces Dios nos va a enseñar cosas para ver Su gloria.
“Muchos son” le dijo Dios a Gedeón, para que no crean que ellos solos ganaron la batalla a los madianitas.
22000 se volvieron a sus casas porque eran miedosos, porque no eran decididos a trabajar.
Jueces 7:5-7
No es con tus fuerzas que luchas, sino con la fuerza de Dios en ti.
Cuando derribamos en nuestras vidas el ídolo que estorba, se abre la bendición para que, con lo poco que tienes, Dios te pueda enriquecer en tu vida y puedas ganar la buena batalla.


Vocabulario

Encina: Árbol de la familia de las Fagáceas, de diez a doce metros de altura, con tronco grueso, ramificado en varios brazos, de los que parten las ramas, formando una copa grande y redonda, hojas elípticas, algo apuntadas, a veces espinosas, duras, correosas, persistentes, verdinegras por la parte superior y más o menos blanquecinas por el envés, flores de color verde amarillento. Tiene por fruto bellotas dulces o amargas, según las variedades, y madera muy dura y compacta.

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