domingo, 15 de febrero de 2009

El favor de Dios está sobre nuestras vidas

15/02/09
Predicador: Cesar Viola

Deuteronomio 8:11-15
Si declaras que eres bendecido y tienes aflicción u opresión, la pregunta es ¿por qué el hombre hace su propio camino?
Existen dos tipos de caminos: uno excelente de donde fluye toda la bendición. Este es el camino de Dios, en el cual se encuentra Su voluntad, para que cumplamos Sus mandamientos, decretos y estatutos. El otro camino es donde no se encuentra Dios.
Nahum 1:2-6
La palabra dice que Dios es celoso y vengador para sus enemigos. Es justo y no tendrá por inocente al culpable. Nahum suelta esta profecía en Nínive porque sucedían hechos aberrantes que no agradaban a Dios, recibiendo el nombre de ciudad sanguinaria.
Conocemos a un Dios bueno y lo que más Le interesa es que nadie toque a Sus hijos.
Para que tu vida se torne una bendición, deberás seguir al Señor.
Nínive no era impedimento para el Señor, porque no era nada, por más fortificada o amurallada que se encontrase. Dios no miró sus muros, sino miró la condición de sus habitantes.
El profeta exhortó a este pueblo a que no se salgan de los propósitos de Dios, porque la ciudad sería destruida a causa de la maldad.
Aunque andes en circunstancias o valles, la palabra de Dios se cumplirá. Dios no miente cuando te habla. Lo que te dijo se cumplirá en tu vida.
Los muros de la cuidad eran como nada para el Señor. ¿Habrá algo imposible para Dios? ¿Cuál es el muro que tiene tu vida? Estas murallas caen ahora como polvo, en el nombre de Jesús. El Señor es bueno (VV 7).
¿En qué Dios hemos confiado hasta el momento? El Señor conoce a los que en Él confían.
La llave para que el Señor suelte Su poder es que haya personas que confíen en Dios.
Nínive eligió estar fuera de la voluntad de Dios. El Señor es celoso para los que le aman. No va a permitir que nadie te toque. Pero como condición debes confiar. No debemos honrar al Señor de boca, sino con todo tu ser.
El Señor quiere que no nos apartemos de Su camino y que confiemos en Él.


Vocabulario

Agosta: acción y efecto de cavar. (La palabra quiere decir que Dios forja los ríos.
Bondad: (Del lat. bonĭtas, -ātis) 1. f. Cualidad de bueno. 2. f. Natural inclinación a hacer el bien. 3. f. Acción buena. U. m. en pl. Agradezco tus bondades. 4. f. Blandura y apacibilidad de genio. 5. f. Amabilidad de una persona respecto a otra. U. como fórmula de cortesía. Tenga Vd. la bondad de venir. Tuvo la bondad de llamarme.
Collado: (Del lat. collis, -is, colina, altura) 1. m. Tierra que se levanta como un cerro, menos elevada que el monte. 2. m. Depresión suave por donde se puede pasar fácilmente de un lado a otro de una sierra.
Hender: (Del lat. Findĕre)1. tr. Abrir o rajar un cuerpo sólido sin dividirlo del todo. U. t. c. prnl. 2. tr. Atravesar o cortar un fluido. La flecha hiende el aire. El buque hiende el agua. 3. tr. Abrirse paso rompiendo por entre una muchedumbre de gente o de otra cosa.
Ira: 1. Pasión del alma, que causa indignación y enojo. 2. Apetito o deseo de venganza. 3. Furia o violencia de los elementos. 4. Repetición de actos de saña, encono o venganza.
Pedernal: (Formado sobre el lat. Petrĭnus) 1. m. Variedad de cuarzo, que se compone de sílice con muy pequeñas cantidades de agua y alúmina. Es compacto, de fractura concoidea, translúcido en los bordes, lustroso como la cera y por lo general de color gris amarillento más o menos oscuro. Da chispas golpeándola con otra roca o con metales 2. m. Suma dureza en cualquier cosa.
Tardo: (Del lat. Tardus) 1. adj. Lento, perezoso en obrar. 2. adj. Que sucede después de lo que convenía o se esperaba.

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