Cruza tu vereda porque hay Cornelios que te están esperando

09/02/09

Predicador: Edinson Pinedo

Hechos 10:1-22

Hay verdades que son vitales para nosotros y realidades que hay que reafirmarlas.

Si obedecemos al Señor en Sus negocios, es decir en ganar almas para Cristo, nos irá bien a todos. Pero hay una condición: guardar sus mandamientos.

Tenemos que esforzarnos en la gracia de Dios para que las cosas sucedan, y no sean vanas. Hay verdades que hay que reafirmar:

Mateo 6:33

Busca antes que nada el Reino de los Cielos, así como hemos aprendido a orar ante de comer, antes de trabajar; porque el trabajo, la ropa y la comida vienen por añadidura. ¿Cuándo viene la añadidura? Cuando hago bien las cosas.

En Lucas 6:46 Jesús nos dice que no le podemos llamar Señor, si no hacemos lo que Dios nos ordenó hacer. Hacer lo correcto. ¿Qué es hacer lo correcto? Hacer lo correcto es que seamos fieles con Dios, que le busquemos en oración, que prediquemos el evangelio.

Todos los días Dios está con nosotros, si haces lo correcto. ¡Es una promesa del Señor!

Expresa a otros, que no conocen de Jesucristo, las bendiciones y las victorias del Señor en tú vida.

Expresa palabras de bendición: “Gracias Señor porque prediqué Tu palabra. Gracias Señor porque me levanto bendecido en el nombre de Jesús. Me declaro bendecido y conectado con Dios. Conectado con Dios tengo luz.”

Así se construye tu plataforma diaria para caminar sobre ella. Estas son verdades que tenemos que reafirmar.

vv16 Hay miles de Cornelios que te están esperando con los corazones blandos, listos para recibir al Señor. Esa es nuestra oportunidad, y para eso no hay que poner excusas para prosperar.

Somos una estafa para el Reino de los Cielos si ponemos a Dios en 5to plano. Porque es Dios quien te da trabajo, familia, comida; y pones excusas. Las excusas hacen mucho daño a la Iglesia, y aún ponemos excusas. Al poner excusas miento. ¿Qué gano con mentir? El Reino de los Cielos es para aquellos que están dispuestos a recibir del Señor; no es para los religiosos.

Cornelio, a pesar de ser un hombre con poder, era jefe de una compañía militar romana; no se corrompió con el poder, sino que era piadoso, temeroso, sacerdote de su casa, intercesor, dadivoso, abierto al mundo del espíritu. Pero a este hombre le faltaba una cosa: recibir a Jesús en su corazón. Necesitaba escuchar el evangelio, palabra fresca de Dios.

Lo que tú siembras es lo que cosecharás, porque Dios conoce tu corazón.

Cornelio necesitaba entrar al Reino de los Cielos a pesar de tener todo, necesitaba la salvación, al Señor en su corazón, porque necesitaba confesarlo. La vida del creyente es por confesión. Por confesión Dios hizo al mundo.

La gente religiosa es lenta para responder porque pone excusas, aplazando los tiempos.

vv13 Cornelio tenía la capacidad de repuesta inmediata. En cambio Pedro le quedó expuesta lo que llevaba adentro.

Nosotros expresamos lo que hay adentro del corazón, cuando nos enojamos, cuando no estamos de acuerdo. Somos el producto de nuestra confesión. ¡Confiésate en victoria y bendecido!

Pedro no amaba a otras personas que no fueran de su familia. Los cuadrúpedos del lienzo representaban a los no judíos, a los que no creían en Dios y a las mujeres. Los judíos al orar, daban gracias a Dios por no ser gentil, por no ser mujer y por no ser perro. De esa forma oraba Pedro. Dios trata a Pedro para que lo que él consideraba inmundo tenía que renunciar para aprender a amar. Los cuadrúpedos están hambrientos de salvación.

Comienza a tener tu vida en orden para dar el consejo correcto porque hay sed y hambre de Dios y tú tienes la palabra justa porque la vida de Dios está en usted. Eso es bendecir, crecer y avanzar.

Debemos aprender a responder rápido como Cornelio y no de manera lenta como Pedro. Dios le dijo a Pedro: “mata y come”. No menosprecies a nadie.

Vocabulario

Añadir: (Del lat. *inaddĕre, de addĕre, añadir) 1. tr. Agregar, incorporar algo a otra cosa.

2. tr. Aumentar, acrecentar, ampliar.

Centurión: (Del lat. centurĭo, -ōnis) En la milicia romana, jefe de una centuria.

Centuria: (Del lat. Centurĭa) 1. f. siglo (período de 100 años). 2. f. En la milicia romana, compañía de 100 hombres.

Compasión: (Del lat. compassĭo, -ōnis) Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias.

Extasis: (Del lat. tardío ex[s]tăsis, y este del gr. ἔκστασις) 1. m. Estado del alma enteramente embargada por un sentimiento de admiración, alegría, etc. 2. m. Rel. Estado del alma caracterizado por cierta unión mística con Dios mediante la contemplación y el amor, y por la suspensión del ejercicio de los sentidos.

Piadoso, sa: (Del ant. piadad, piedad) 1. adj. Benigno, blando, misericordioso, que se inclina a la piedad y conmiseración. 2. adj. Dicho de una cosa: Que mueve a compasión o se origina de ella. 3. adj. Religioso, devoto.

Medroso, sa: (Del lat. vulg. *metorōsus, der. de metus, temor, infl. por pavorōsus) 1. adj. Temeroso, pusilánime, que de cualquier cosa tiene miedo. 2. adj. Que infunde o causa miedo.

Temeroso, sa: 1. adj. Medroso, irresoluto. 2. adj. Que recela un daño. 3. adj. p. us. Que causa temor.