jueves, 31 de julio de 2008

El lugar Santísimo

31/07/08
Pastor: Fernando Orihuela

Hebreos 9
El libro de Hebreos une lo terrenal y espiritual de manera práctica.
Hebreos 8:4-5 En el vv 5 dice toda la información que había recibido Moisés sobre la construcción del tabernáculo, el santuario espiritual, era una copia de algo que ya existía. Dios le mostró el modelo del santuario espiritual, es decir que existía previamente; por lo que Moisés lo vio.
El Señor se lo llevó a Moisés sin respetar el protocolo de la muerte, porque el Señor se entusiasma.
Luego de 40 días, Moisés bajo del monte con un diseño del tabernáculo porque no solamente Dios le dijo como tenía que hacerlo, sino que además lo vio.
En el libro de Éxodo muestra como Dios da espíritu de entendimiento a los orfebres y artesanos para que entendieran a Moisés cuando este les explicara como era el tabernáculo. Pero no solamente le entendieron a Moisés sino que lo recibieron en su corazón, porque era mucha información: medidas, detalles, colores, tejidos, bordados.
El tabernáculo era una estructura móvil, así lo muestra Éxodo. Ese era el sentido de utilidad. En Canaán el tabernáculo pasa a ser una estructura física, conservando el diseño original.
En Hebreos 9:8 dice que los hebreos tienen una devoción por la estructura mosaica, por las estructuras porque les hace sentir confiados. Porque la naturaleza humana precisa tener control para sentir estabilidad de las emociones.
En el vv 7 dice que al tabernáculo sólo podían entrar el sumo sacerdote con sangre.
En el vv 8 ¿Cuándo se manifiesta el lugar santísimo? “Cuando Cristo muere”, sucede para que el velo (que separaba el tabernáculo terrenal del celestial) se rasgara. Pero ¿qué hicieron los sacerdotes? Cocieron el velo. ¿Por qué? Porque el hombre tiene miedo a pasar por el velo, a pasar a lo desconocido en donde no tiene control, en donde no tiene estabilidad.
El tabernáculo tiene dos partes: el lugar santo y el lugar santísimo.
En el lugar santo, la parte que estaba afuera, estaba todo ordenado: los tiempos de entrada, cómo entrar y con qué entrar.
En el lugar santísimo, la parte de adentro, es Dios quien controla, en donde hay un pan hecho por el maná, y afuera hay un pan hecho por el sacerdote. En el lugar santísimo está gobernado por la soberanía de Dios, en donde es sobrenatural.
Nuestra vida en Dios es similar a la de esos tiempos. Los sacerdotes de la época de Jesús era gente buena y preparada desde niño para este proceso. Pero no entendieron algo; Hebreos dice que el tabernáculo era una estructura temporal, los sacerdotes amaron más las fotos que la realidad. ¿Cómo es esto? Cuando un hijo está lejos de su familia, para estar en contacto, le envía a su madre fotos por correo electrónico. Pero cuando este regresa, su madre le reclama las fotos, y el hijo le dice que “para que las quiere si ya estoy a acá”. A lo que la madre le responde: “pero... ¿y las fotos?”.
Todo lo terrenal es temporal. Esa es la verdad. Entonces ¿por qué debemos amar lo terrenal? La ley es para que la cumplamos, no para que la amemos.
vv 9 Ya estando Jesús en la tierra, reforma el culto de adoración a Dios. A partir de allí el Señor introduce al escritor del libro de Hebreos a la descripción del mundo terrenal y el tabernáculo celestial.
En Juan 4 Jesús le dice a la mujer samaritana que El Padre está buscando adoradores .... Pero ¿Cómo?... si en Israel hay alabanza permanentemente.
Cuando oramos, hay que saber dirigir la oración. Hay que saber la dirección de nuestra oración, es necesario saber quién está detrás de la circunstancia. En el conflicto del campo (argentino en marzo de 2008) ¿quién lo provoco? ¿El agro? ¿El gobierno?... ¿No se pusieron a pensar que los bloqueos de las rutas lo haya dispuesto Dios?
Habrá habido música permanentemente en Israel, pero en el propósito divino no era adoración, no es adoración correctamente.
Podemos estar orando en el tabernáculo terrenal y no en el tabernáculo celestial. No basta con hacer lo correcto, hay que hacerlo correctamente.
En el tabernáculo terrenal sólo tenía acceso el sumo sacerdote, por lo cual la gente dependía de un tercero para saber la voluntad de Dios. Hemos crecido con gente acostumbrada a ministrar del lado del velo cocido.
Hebreos 9:11 Jesús entró con su propia sangre al lugar santísimo. Esto lo hace para alinear la creación (el mundo terrenal) con la creación original (el mundo espiritual). Todo lo que hace el evangelio apunta a la salvación. Jesús no habla de la salvación en la Biblia, sino del Reino de los Cielos.
El velo trajo un problema. Es voluntad de Dios que lo veas cara a cara, no en el tabernáculo terrenal, pero si en el celestial.
Hebreos 10:19-22 dice “hay libertad para entrar al lugar santísimo”. Está diciendo acerquémonos al lugar santísimo.
El intercesor es la persona que sabe orar en el lugar correcto y en el momento correcto, y sabiendo quién es él (el intercesor).
El lugar santo es el alma del hombre. Tú abres la puerta de tu alma a la gente que tu quieres, puedes decir “lo amo como a mi hijo” pero no es tu hijo.
El lugar santísimo es una representación del espíritu. Es muy difícil que dejes entrar a una persona, que es el sumo sacerdote. Hasta que el velo no se rasgue, tu espíritu no entiende lo que hace tu alma.
Tu espíritu está mucho más atento y no recibe información por oír, sino que se conecta con el Espíritu Santo. Recibe impresiones, imágenes visuales.
El espíritu aprende de una manera diferente que el alma, que es en donde está tu ser consciente.
La gran lucha de los hijos de Dios es que nuestra alma entienda nuestro espíritu. ¿Y cómo se hace? Rasgando el velo de tu alma. El velo interior está entre tu alma y el espíritu, y es sustentado por estructuras, ¡por los paradigmas!.... (Las normas de comportamiento aprendidas e incorporadas en nosotros desde niños hasta el día de hoy).
Dios habla más al corazón que a la mente.
La revelación viene después de la obediencia porque primero la determinación de la acción pasó por tu corazón, antes que por tu mente.
El punto del velo es que: “hablamos de lo que entendemos.”


“El problema (del humano) es que estamos demasiado enfocado a lo palpable, a lo visible. El mundo espiritual es más real que lo físico. De hecho lo físico es una imitación de lo espiritual.”
Pastor Jesús Adrián Romero.

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