domingo, 20 de julio de 2008

Gestionando en el espíritu

20/07/08
Predicador: Edinson Pinedo

2 Timoteo 2:1-7
Nosotros somos cuerpo, alma y espíritu.
Cuando la Biblia habla del corazón, hace referencia al centro de la persona: el espíritu; es decir que con corazón no se refiere al órgano que bombea sangre.
Dios se mete en el espíritu de la persona, que recibe a Jesús como Señor y salvador personal.
Dios es Espíritu, no es alma. Dios no se mete en el alma de la persona, porque no hay compatibilidad con el hombre. Sino es por medio del Espíritu Santo que obra en el espíritu del hombre.
Dios al meterse en nuestro espíritu, lo cambia así como todo tu ser; mezclándose tu espíritu y el Espíritu Santo. Por ello en la Biblia dice que: el que toca al ungido toca la misma niña de los ojos de Dios. Usted no tiene que tocar al líder porque allí está Dios.
En el alma radica el liderazgo. Pero ¿qué es el liderazgo? Es lo que hace el líder.
Para tocar el liderazgo del líder debe haber una mejor propuesta para hacer avanzar al otro.
Dentro del alma del hombre está la voluntad, emociones o sentimientos y la mente.
Tu voluntad te dice: “no siento ir a la Iglesia”, pero el Espíritu de Dios que mora en ti te dice: “alaba a Dios, alma mía”.
Cuando el hombre viene a los pies de Cristo sucede un cambio del espíritu hacia afuera (es decir en el cuerpo y en las actitudes).
Tu forma de pensar cambia porque tu espíritu invade al alma, cambiando irresponsabilidad por responsabilidad. El espíritu alinea el alma y el cuerpo.
Nosotros tenemos que ayudarnos, tenemos la guía de Dios adentro.
Somos Sus hijos ungidos, y Dios nos llamó para cambiar. La unción ya está adentro tuyo, sellado por el Espíritu Santo.
Dios tiene que ver cambios en la Iglesia porque Dios quiere crear un jardín en la tierra. La grandeza de Dios está en nosotros. Comienza a esforzarte: a venir a oración, ir los viernes a la Iglesia, a llegar a tiempo en el trabajo, a ser responsable porque para eso hemos sido llamados.
Cuando el Reino de Dios se introduce en el reino de la naturaleza, no tenemos que ser iguales, tenemos que cambiar. En el Reino de los Cielos no hay medicina.
Gestionar es lograr; administrar lo que has logrado con diligencia lo que Dios ha puesto en tus manos.
Cuando Abraham fue llamado por Dios fue apóstol (apóstol significa enviado) y le dice que será padre de muchedumbres. Le creyó y empezó a trabajar en ello.
Abraham fue diligente porque le creyó a Dios y gestionó en el mundo del espíritu para trabajar y para que se cumpliera la promesa de Dios. Cuando Dios te habla es para que seas diligente.
Abraham creyó y salió de sus costumbres paganas, de su parentela, de su cultura para abrazar la naturaleza de Dios.
La idea de Dios es que surja el pueblo de Dios en la nación Argentina.
(vv1) Abraham aprendió a gestionar la gracia de Dios.
No queda otra alternativa que esforzarse para que la gracia de Dios fluya, esforzarse en el Señor. Esforzarse es revestirse del poder de Dios en tu espíritu, renunciando a tu forma de ser.
Cuando aprendes a gestionar en el mundo del espíritu, es decir hechas mano del Espíritu Santo, algo se ha depositado en ti, es decir un rol dentro de la Iglesia, tienes que llevarlo, es decir gestarse. Estamos en el Reino de Dios y no debemos venir de cualquier manera. Tienes que reproducirte porque Dios ha puesto un embrión en ti y tiene que gestarse. Empieza a trabajar en lo que Dios te ha dicho.
(vv6) Este labrador que menciona la Biblia, no es un asalariado, sino que disfruta de su trabajo. Tú no debes trabajar para tus empleados.
Sin gestión no puedes saber en que tener fe. Sin diligencia no puedo saber en que tener fe. La gestión activa tu fe para cosas más grandes. Aprende a gestionar en el Espíritu Santo para que la palabra que te dio Dios no quede truncada. Ora para que Dios abra tu mente.
El encarga (es un gestor) participa en la administración. Dios ha encargado en tus manos un negocio, pero en primer lugar aprovecha la palabra en comunión con Dios. Empieza a administrar lo que Dios ha puesto en tus manos.
(vv2) Nunca te metas a trabajar con un desconocido, sino con personas fieles, que cuida tus espaldas. Tenemos una naturaleza nueva que tiene que suprimir a la naturaleza vieja. Aprende a disfrutar del trabajo para que endereces tus caminos.


Vocabulario

Apóstol: (Del lat. apostŏlus, y este del gr. ἀπόστολος, enviado) cada uno de los doce principales discípulos de Jesucristo, a quienes envió a predicar el Evangelio por todo el mundo.
Gestionar: (De gestión) hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera.
Niña del ojo: La pupila es un orificio situado en la parte iris para el paso de la luz. Se trata de una abertura dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de iluminiación que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo. También es llamada "la niña del ojo".
El tamaño de la pupila está controlado por dos músculos: el esfínter de la pupila que la cierra y el dilatador de la pupila que la abre. Su diámetro es de entre 3 y 4,5 milímetros. En la oscuridad puede llegar a ensancharse hasta los 5 a 9 mm. En cualquier grupo humano hay, sin embargo, una considerable variación en el tamaño máximo de la pupila. El reflejo fotomotor de la pupila se examina con una linterna durante la exploración neurológica. Este reflejo, donde participan los nervios craneales II y III, consiste en la constricción de la pupila como respuesta a la iluminación. Cuando penetra la luz en un ojo, las dos pupilas se constriñen al unisono (reflejo consensual) por que cada retina envía fibras a las cintillas ópticas de ambos lados. El músculo esfínter de la pupila está inervado por fibras parasimpáticas, mientras que el músculo constrictor de la pupila está inervado por fibras simpáticas

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