sábado, 2 de agosto de 2008

El alma, la frontera de los reinos de Los Cielos y de la tierra

02/08/08
Pastor: Fernando Orihuela

Cuando Jesús tuvo hambre y probó la soledad “porque cuanto todos me dejaron”.
Cuando prueba lo que es el cansancio y la tristeza “mi alma está triste hasta la muerte” (Mateo 26:38). Cuando Jesús resucita no es el mismo que descendió. El que regresa a los Cielos no es solamente Dios, sino también hombre.
Hoy día la divinidad contiene algo de la humanidad.
Cuando Jesús le dice a sus discípulos de que nos conviene de que él se vaya para que venga aquél que es clave. Y sus discípulos le respondían “tú eres el clave, no te vayas quédate con nosotros”. A lo que el Señor respondió: “Porque aquél cuando venga, yo también vendré”.
Cuando Dios hace al hombre toma tierra para formar su cuerpo y sopla sobre su nariz para darle espíritu. En medio de esto está el alma, la frontera entre ambos reinos.
La clave para entender el mundo espiritual es que el cuerpo habla un idioma que el espíritu no entiende y viceversa (Gálatas 5:17). Pero el alma es bilingüe. El alma surge para entender al espíritu y al cuerpo.
Tan importante es esto que Adán es llamado alma viviente (1 Corintios 15:45).
Cuando el enemigo mira a Adán, lo que más le asombra de él es el alma porque gracias al alma, Adán podía tener acceso a la esfera espiritual y natural, y entender ambas. (Génesis 3:8 – Génesis 2:19).
El botín que busca el enemigo en el hombre es su alma. Si él logra tomar el alma de Adán, él también tendrá acceso al mundo natural. El enemigo no puede hacer nada que el hombre no le permita hacer.
“Alzad vuestras cabezas puertas eternas y entrará el Rey de Gloria” (Salmo 24:7). Resulta que tú eres una puerta, y por ti puede entrar el Rey de Gloria o el enemigo.
Si bien nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino espiritual. Habrá carne que será cortada para que el mundo espiritual sea desatado (Efesios 6:12).
Antes de que caiga Adán, el cuerpo le hacía consciente del mundo natural, y el espíritu del mundo espiritual. Note en que división queda el alma; justo en la intersección de ambas. Eso demuestra que el hombre era consciente de ambos mundos.
La capacidad para entender el mundo espiritual está en tu alma. Noticia: Tu alma fue lo que el pecado daño. El pecado es más o menos así: el enemigo toma el alma y pervierte al traductor. Por lo tanto el espíritu dice “positivo” y el alma le traduce al cuerpo: “negativo”. El pecado adulteró al traductor, de tal manera que el cuerpo (que fue creado por Dios para alinearse a la autoridad del espíritu) ya no puede hacerlo, sencillamente porque no le entiende.
Todos los problemas del cristiano están en su alma: que no quiere perdonar, que no puede olvidar. Note que es un trabajo en el alma. En cambio el espíritu es práctico: “Cree en Jesucristo, tú y tu casa serán salvas.” Es así de fácil.
El problema no es la conversión, el problema es la transformación porque para que haya una transformación es necesario que haya un cambio de mente. ¿Y dónde está la mente? La mente está ubicada en el alma. Hay una parte de la mente que está en el espíritu, es la que tú utilizas cuando de repente te vienen versículos que humanamente no recuerdas. Y allí se cumple lo que Jesús dice: “Yo pondré palabra en tu boca”. Es allí donde Dios te pone diseños, conceptos preciosos. Tú eres los cielos. ¿Por qué? Porque los cielos de los cielos no lo pueden contener pero si tú, porque en ti están los cielos de los cielos; por eso la alabanza dice “que los cielos levanten la voz”.
El cuerpo es consciente del mundo terrenal. El espíritu es consciente de Dios. Y el alma consciente de sí mismo.
Así Adán podía comer de un árbol cualquiera, como del árbol de la vida. Aún después de pecar Adán puede hablar con Dios porque las funciones de su espíritu no son anuladas (Génesis 3:9-10).
Jacob se metió en una lucha tipo “catch” sin precedentes, al estilo mejicano. Pregúntense: ¿qué tan espiritual era Jacob? Creo que no hay hermano que haya despojado a su propio hermano de su heredad, que haya engañado a su padre y en este momento sea prófugo para ser librado del “hermanicidio”.
Pero muchas veces ni nosotros sabemos para que Dios nos creó.
El Salmo 8:5 dice que el ADN de Dios estaba en Adán. ¿Puedes entender eso? Literalmente Adán reflejaba la Gloria de Dios en su propia naturaleza.
La Biblia dice que Adán le puso nombre a los animales. No puedes gobernar algo, si el algo no te entiende. Toda la creación estaba sujeta a él, le entendían. Jacob descubrió eso con su tío Naban. Entendió las leyes del reino espiritual.
Tú has sido hecho un poco menos que un dios.
Cuando Adán peca, los reinos se separan. Cuando una persona le roba a otra, ésta no quiere ver a la primera. Cuando tú te enfadas, no lo quieres ver. Se separa el cuerpo del espíritu y el alma queda bajo un yugo. El enemigo sujeta el alma y gobierna sobre el mundo natural.
En Génesis 3:9 Dios le dice a Adán “¿Dónde estás tú?” Note la pregunta, no es “¿qué has hecho?” El pecado de Adán lo separa de Dios. (Isaías 59:2 – Romanos 7:22-23)
El libro más profundo de Pablo es Romanos porque enseña muchas cosas, y entre ellas toca la dicotomía entre cuerpo y espíritu.
Entonces cuando viene Cristo, una de las cosas que viene hacer es restaurar el diseño original. El primer ser viviente se llamo espíritu viviente y el postrero alma vivificante.
Entender el diseño original es clave para tener autoridad para resolver un problema en el reino espiritual.
Los problemas de Argentina son esencialmente espirituales que tienen eco en el mundo natural.
En el momento que Adán peca pierde la autoridad que le había dado Dios para legislar. Pierde la autoridad delegada por Dios. Él entrega las llaves de gobierno al enemigo, porque a quién le obedeces, te sujetas. Así toda la creación sufre porque no solamente él se ve afectado; sino también el huerto del Edén que estaba en el paraíso se separa de la dimensión terrenal. El Edén estaba en la tierra porque estaba en un lugar físico y porque además existen los nombres de los ríos Eufratés, Tigris; se separó de la misma manera que el alma se separó de cuerpo y del espíritu.
Generación tras generación el hombre ha sido reducido a esto: tiene un cuerpo, que es una máquina maravillosa. El cuerpo fue diseñado por Dios para ser eterno. Hace seis meses unos científicos acabaron de descubrir algo sorprendente.
¿Qué son las células madres? Son básicamente células formativas, quiere decir que de una célula madre se puede sacar una célula ósea, nerviosa o cualquier tipo de célula. Se han realizado pruebas para restaurar articulaciones en personas que han tenido un daño severo. Entre los casos había una persona que no tenía la articulación del hombro y no podía soportar la prótesis. Entonces ellos han descubierto un vendaje como una curita que la ponen sobre lo que le queda del hueso y le cierran la herida.
Esa curita básicamente son unas enzimas que le dicen al hueso regenérate, y a los seis meses tiene una nueva articulación.
Pensó alguna vez porque el enemigo se puso a pelear por el cuerpo de Moisés cuando murió. Resulta que Moisés ya estaba en proceso de glorificación cuando él se va 40 días con el Señor. Cuando Moisés recibe las tablas de Dios, el pueblo comienza a creer de una manera tal que cuando el baja resplandecía.
Pedro explica que cuando mueras, tú serás transformado para ser revestido de inmortalidad. Moisés caminó tan cerca de Dios que cuando muere el enemigo estaba muy interesado en saber que le había pasado.

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