domingo, 27 de julio de 2008

Cristo vino para que tú tengas una mente diferente

27/07/08
Predicador: Edinson Pinedo

Génesis 1:26-31 2:7-17
Dios quiere que estemos alegres de las bendiciones que ha puesto en nuestras manos. Por ello el Salmo 100 dice “cantad”. El salmista hace una invitación para que alaben a Dios, “venid ante Su presencia y regocíjensen.”
Hemos nacido bien, pero la mala información que hemos recibido ha influenciado en nuestro andar diario.
Tú puedes tener información de cómo es la relación con Dios, pero una cosa distinta es vivir la experiencia con Dios. Tener una experiencia con Dios es maravillosa.
¿Quién te ha enseñado planear tu futuro? ¿Quién te enseño que tienes que trabajar para vivir? Si la palabra de Dios dice: “cree tan solamente”.
Isaías 59:1-7
Lo que dice Isaías en este pasaje es: cuando tú oyes la voz de Dios, tienes que hacer lo correcto. Pero cuando oyes la palabra incorrecto, en tu cabeza tienes huevos de áspides. Los huevos de áspides es toda la información que hemos recibimos hasta nuestros días; y esta información ha sido de pobreza.
Tu destino es el destino de Abraham, y Dios te dice como Abraham: “serás padre de una nación.” Tienes que orar no para cambiar Argentina, sino para restaurar el Reino de los Cielos en Argentina, es decir una nación dentro de otra nación.
Estos huevos de áspides nos hacen actuar pero no como deberíamos actuar. Fue la manera en que Eva escucho a la serpiente e hizo lo que escucho, y empezó a incubar huevos en su mente.
Pensamos de la manera en que pensamos porque pensamos mal. Porque tenemos aún huevos de áspid que no nos permite glorificar a Dios.
Si realmente amaríamos a nuestros hermanos, la nación cambiaría.
Efesios 6:10-20
Pablo habla del cristiano armado, de toda la protección que tiene para la guerra. Esta protección es por delante pero no de atrás, porque los hermanos son los que cuidan las espaldas.
Nosotros tenemos al Cristo de la gloria; el líder es perfecto porque el prefecto vive en mi corazón, porque el Espíritu de Dios está en mi.
Liderazgo es lo que hace el líder. Tenemos que cuidar las espaldas de los hermanos, no permitas que nadie hable mal de tu hermano, de tu Pastor.
Todo lo que se oye es un huevo depositado en nosotros. El Señor dice: “Tengo para ti cosas nuevas que nunca ha subido a tu mente”; es decir el huevo correcto para que sea gestado y nazca a través de nuestras acciones.
El huevo correcto empieza a gestarse por medio del arrepentimiento. El arrepentimiento es un cambio de mente, es decir tu forma de mirar las cosas; y es el Espíritu Santo el que hace cambiar el temor al fracaso y al futuro, y tu fe comienza a cambiar.
Tenemos que aprender a caminar en los propósitos y diseños de Dios.
Jesús ha venido para que tengamos vida en libertad y en abundancia. Jesús cuando estuvo en la tierra rompió los moldes de la enseñanza. Jesús multiplicó el pan y los peces para que veamos que en nuestra mente están las matemáticas y para que veamos que Dios no es matemáticas, ciencia o física, sino acción, es accionar en fe.
La enseñanza fue no mirar lo que tienes en las manos sino lo que Dios mismo ha derramado en tu mente para que el Reino de Dios crezca y avance. Cuando tienes la mente de Cristo, Dios mira por lo que Él hizo en tu vida, lo que tu tienes de Él y es por ello que las cosas suceden.
“Yo nunca te enseñe matemáticas y geometría” dice el Señor, y tú no puedes medirlo, meterlo en templos porque es soberano. Dios es Espíritu y puede estar en tu espíritu y renovar tu mente y esos huevos de áspides caen para renovar la mente de Dios. Lo que Dios dice, lo cumple. ¡No dudes! Si ha dicho que te prosperará, ¡lo hará!
La palabra iniquidad (vv2) es algo que te ha desviado de tu camino, y ese alguien que lo ha hecho fue el enemigo.
Hay un camino que Dios ha diseñado para ti. Si alguien se desvía del camino de Dios es un inicuo. Iniquidad es trastornar a otra persona. Dios a través de Cristo nos quitó todo iniquidad, así dice el Señor: ”Yo soy el camino y la verdad, y nadie viene al Padre sino es por mi”.
Dios permite muchas veces que haya iniquidad en nuestros caminos para que nuestra fe crezca.
Éxodo 1:6-14
Dios nos ama y porque nos ama muchas veces, dentro de Su soberanía, permite que Su pueblo aprenda a depender de Él y no de José, de sus leyes, de las provisiones del hombre, ni del salario.
Tienes que aprender a depender de Dios, de Su gloria, de Su presencia, para que cada cosa que hagas lo hagas para la Gloria de Dios; y allí está la bendición, y las puertas se abren.
Cristo vino para que tú tengas una mente diferente, para romper la información que ha puesto el enemigo en tu mente. Cristo va a romper esas estructuras que intentan destruir la Iglesia pero la Iglesia es indestructible. Cristo resucitó para que tú también resucites. No naciste para ser mediocre, sino para gobernar en la tierra conjuntamente con Jesús.


Vocabulario

Arrepentirse: (Del lat. re, intens. y poenitēre). 1. prnl. Dicho de una persona: Sentir pesar por haber hecho o haber dejado de hacer algo. 2. prnl. Cambiar de opinión o no ser consecuente con un compromiso.
Aspid o áspide: (Del lat. aspis, -ĭdis, y este del gr. ἀσπίς). 1. m. Víbora que apenas se diferencia de la culebra común más que en tener las escamas de la cabeza iguales a las del resto del cuerpo. Es muy venenosa y se encuentra en los Pirineos y en casi todo el centro y el norte de Europa. 2. m. Culebra venenosa propia de Egipto y que puede alcanzar hasta dos metros de longitud. Es de color verde amarillento con manchas pardas y cuello extensible.
Inicuo, cua: (Del lat. Iniqŭus) 1,adj. Contrario a la equidad. 2. adj. Malvado, injusto.
Iniquidad: (Del lat. iniquĭtas, -ātis). Maldad, injusticia grande.


Génesis 2:3-5 3
3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Mateo 14:15-35
15 Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer.
16 Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. 17 Y ellos dijeron: No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. 18 El les dijo: Traédmelos acá.
19 Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. 20 Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, doce cestas llenas. 21 Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.

Jesús anda sobre el mar - (Mr. 6.45-52; Jn. 6.15-21)
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. 23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. 24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. 25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar. 26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. 27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis! 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. 33 Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Jesús sana a los enfermos en Genesaret - (Mr. 6.53-56)
34 Y terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. 35 Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos;

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