miércoles, 28 de diciembre de 2011

Casa de Dios y nuestra casa, deben ir juntas

28/12/11
Predicador: Daniel Enrique

Deseo compartir una palabra de parte de Dios.
2 Crónicas 7:1
Diga: “Mi casa es la casa de Dios”. Nuestra casa tiene que ser la casa de Dios.
A veces es difícil resolver conflictos en la casa. Sin embargo compartiré una herramienta que nos llevará a la victoria.
Toda persona en la que adentra el diseño de Dios en su propia vida, tiene que comprender que la Palabra de Dios es lo más seguro y es el diseño más precioso. Porque es el manual de vida. Por algo nos enseña los mandamientos.
Toda persona que quiere ver la Gloria de Dios tiene que poner a Dios en primer lugar sobre todas las cosas. La Biblia nos dice que este rey, llamado Salomón, todo lo que se propuso hacer en la casa de Jehová y en la propia, fue prosperado.
Si usted quiere ver una descendencia bendecida, tendrá que poner por obra esta Palabra. Antes que haga algo, lo primero deberá ser Dios para que en su vida haya cambio.
La casa de Dios y nuestra casa están en paralelo, y tiene que ser lo mismo.
Como varón de Dios, he visto pasar mucha agua por debajo del puente; he visto muchos hermanos en la Iglesia en victoria. Pero cuando tuvieron que regresar a sus casas o al lugar de trabajo iban derrotados porque Dios no estaba en primer lugar, por más que estuvieran 12 horas orando y alabando a Dios en el Templo.
Si pones a Dios en primer lugar, será necesario llevar a Jesús a nuestras casas para que sea el Señor de su propia vida. Desde ahora ya no tendrá problemas, sino situaciones para que Dios se glorifique en su vida y para que usted Lo conozca.
Le hago la siguiente pregunta: ¿Dónde se manifiestan los problemas? En su casa. Pero la Gloria de Dios se manifestará cuando Lo pongas en primer lugar.
Una cosa es cuando la gente adora a Dios en el templo y otro tipo de persona es cuando usted está en su casa.
¿Se imagina si el comportamiento dulce y amable que demuestra en la Iglesia fuese el mismo en su casa?
La casa de Dios no es este Templo, sino usted. Este Templo de ladrillos es una casa de oración. Y el Templo de adoración en espíritu y verdad es usted.
Dios quiere que seamos auténticos en la Iglesia y en la casa para que tengamos victoria, y no derrotas.
Usted tiene que ser un espejo para reflejar que Jesús vive en usted. Y primero se manifestará en la casa de adoración, es decir aquí mismo en la Iglesia porque usted sacrificará alabanzas de adoración.
Recuerde que Templo y casa van en paralelo.
¿Dónde usted tiene conflictos? En la casa. Cuando llega a la casa escucha de su cónyuge que no hay dinero, que hay escases, que no hay provisión, que los niños no obedecen. Pero que distinto es cuando calla para escuchar y luego dice que Dios tiene el control.
¿En dónde hablamos de enfermedad? En la casa y no en la Iglesia.
¿Dónde hablamos negativamente y los temores? En la casa. Cuando despides a tus hijos les dices que no se junten con tal, que no saluden a tal. Eso es ser religioso, eso es ser evangélico. Usted no es un religioso, sino un hijo de Dios. En lugar de sembrar temor en sus hijos, que distinto es que los despidas diciendo: “hijito te bendigo en el nombre de Jesús. Entonces ¿quién irá contra Dios?
Muchos matrimonios se corrompen porque el cónyuge dedica más tiempo en el Templo y no en la familia, ni con el mismo cónyuge, ni con los hijos. Porque primero está Dios, segundo el esposo como cabeza de la familia, luego la esposa, luego los hijos y luego la Iglesia.
Josué dijo una verdad al respecto: “Yo y mi casa serviremos al Señor”. La Biblia dice que el servicio jamás se separa del amor: “Amando a Jehová y sirviéndole.”
Pero ¿cómo servir a Dios? Sirviendo a Dios es hablar a la gente del amor de Dios. Y si no sabe versículos, cuente su testimonio de lo que hizo Dios en su vida.
La Palabra de Dios dice: “Busquen el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás será añadido.”
La mejor definición de justicia es: creer a Dios si o si lo que dice Su palabra.
Primero busca el Reino de Dios. ¿Cómo buscar el Reino de Dios? Edifica la casa de Dios, y Dios mismo proveerá para tu casa.
Cuando tu hables del Señor, Dios hará un milagro de sanidad, sanando tu cuerpo. Pero para ello tienes que aprender a creer y confiar en Dios.
Si como padre y esposo, Dios está en primer lugar, entonces serás un buen padre, marido, trabajador y alabarás a Dios con toda tu familia.
Aprende a hablar de que primero está Dios para que termines lo que empieces: anhelos, sueños y seas libre del temor.
Nunca examines una Palabra de Dios con tu mente para que no contagies a tu casa. Cuando escuches una Palabra de Dios, creela si o si. A veces estando en la Iglesia al escuchar una Palabra que no nos gusta, leemos una que si nos guste.
Jesús dice que su Padre está buscando adoradores en espíritu y verdad. Es decir no busca adoradores con la mente. Por lo tanto, cada Palabra recíbela y creala.
¿Para que sirve la casa de Dios? Sirve para orar.
¿Que sucedió cuando Salomón terminó de orar? Descendió fuego del Cielo.
¿Qué sucede cuando Dios desciende en Su casa? Consume el holocausto y los sacrificios, y la Gloria de Dios llena el Templo.
2 Crónicas 7:1
Este Dios verdadero se quiere manifestar en este tiempo para abrir todas las puertas. Dios no ha cambiado.
Ahora le pregunto a usted: ¿Que sucede cuando usted termina de orar? ¿Pasa algo?
Si no sucede nada, usted tiene que cambiar su mente por la mente de Cristo para absorber las bendiciones de Dios. Usted tiene que cambiar el nivel de oración, porque muchos anhelarán tener lo que usted tiene ahora: el Espíritu Santo.
En el Antiguo Testamento el Espíritu Santo venía y se iba; y hoy tú lo tienes en tu corazón. No tienes que vivir en derrota. Usted es la bendición de Dios en la tierra. Usted es la bendición de su cuadra.
Tú no tienes que buscar la bendición, sino El bendecidor porque la bendición está en usted.
Este diseño de 2 Crónicas 7:11 trae paz y tienes que llevarlo a tu casa. Porque la guerra no es tuya sino de Dios. Por lo tanto no tienes que luchar.
2 Crónicas 7:2-3
La gente solo reconoce a Dios. Venga a recibir diseños de Dios. Con la oración tiene que pasar algo. No dejes de orar hasta que Dios te bendiga, así como lo hizo Jacob cuando se encontró con Jesús.
Los hombre no hacen nada, sino el Espíritu Santo es Quién ministra la presencia de Dios. Por ello los sacerdotes no podían ministrar, sino el Espíritu Santo. Por ello es importante que usted se encuentre con Dios.
Más oración, más poder. No Le pongas plazos a Dios, sino más oración, más poder.
Adorar es arrodillarse y postrarse en la presencia de Dios. No cierre sus ojos para que pueda ver la Gloria de Dios. En ninguna parte de la Biblia dice que hay que cerrar los ojos. Nos enseñaron mal, justificando que es para no desconcentrarnos. Acaso ¿usted subiría a un automóvil en donde el conductor cerrara los ojos para conducir?
Pero el precio para ver la Gloria de Dios es que usted restaure su casa, porque Dios quiere manifestarse y traer Su gloria.
El libro de Ageo cuenta que el pueblo de Dios vivía cómodo pero la casa de Dios estaba abandonada.
Apocalipsis 5:10
Somos reyes y sacerdotes. En este tiempo hemos sidos sacerdotes pero no reyes de nuestra propia casa. Este diseño de Apocalipsis trae gobierno a tu vida. Pero ahora solamente alabas y no gobiernas tu propia casa en autoridad en el nombre de Jesús. Aún Jesús no gobierna tu vida.
Comienza a pensar: ¿Cuáles son las cosas que no honran a Dios en tu casa?
Cuando comience a separa las cosas que honran de las que no honran a Dios, el Señor no te desamparará.
¿Tu casa es digna para el Señor? ¿Cómo está tu testimonio?
Tienes que saber que no hay mayor espíritu que el Espíritu de Dios.
¿Por qué no hacemos oraciones dignas para que Su gloria se manifieste?
Usted no es evangélico, sino un hijo de Dios.
Evangélico es una denominación que llamaron los romanos. Un evangélico es un religioso.
Hay una forma para cambiar la historia de su vida: Propóngase hacer las cosas de Dios, y Dios le prosperará en su casa. Entréguele a Dios su vida para depender de Él. Dios tiene lo mejor para usted. No te preocupes como lo paganos que piensan en ropa, alimentos y viven angustiados. Confía a Dios tu casa.
Dios tiene el remedio para toda la humanidad.
Si Dios cierra los cielos para que no llueva, también tiene el control de tu vida.
Si estás en situaciones, es porque Dios te está llamando porque Él es bueno y justo. Muchos lo tienen por malo. Pero Dios es bueno y justo.
Si hoy tienes problemas, pestilencia que trae dolores, y que no llueve, solo hay una sola forma de cortar esto.
2 Crónicas 7:14
Humíllate, ora para que te conviertas de tus malos caminos, para que Dios te perdone. Y permanece atento cuando tú ores.
Entrégale a Dios tu vida y tu familia.

No hay comentarios: