jueves, 29 de diciembre de 2011

Hay un milagro en tu casa

29/12/11
Predicador: Daniel Enrique

No hay ningún Templo en la tierra que podrá albergar a tanta gente que vendrá a este Templo.
Génesis 1 relata que todo lo que iba haciendo Dios era bueno. Y cuando creó al hombre dijo que era extraordinariamente bueno.
La casa de Dios y nuestra casa deben ir juntas. Repita conmigo estas palabras: “en mi casa hay un milagro y lo voy a descubrir”.
2 Reyes 2:19
Para poder encontrar el milagro, alguien tiene que llevar la unción del Espíritu Santo en su vida a tu casa.
La unción es la capacidad que Dios nos da para hacer las cosas que humanamente no podemos hacer.
Eliseo llega a una ciudad y los profetas lo reciben y les comenta que la ciudad es bella, así como Dios la ve. Pero terminan contándoles lo que realmente sucedía en su corazón.
Tienes que saber que el rostro es el espejo del alma.
El agua de la ciudad es amarga y la tierra estéril, prosiguieron los profetas.
Usted tiene que ver y hablar de acuerdo a la Palabra de Dios y no a lo que ve. Nunca vea lo que la gente le quiere hacer ver.
Si no hay agua, no hay vida ni progreso. Si la tierra es estéril, la economía está quebrada. El que encubre no prospera, pero el que confía en Dios es liberado y apartado del mal. Dios desea que seamos transparentes.
Muchas personas dejaron de venir a la Iglesia y hasta no tienen a quién confiar lo que les pasa en la casa.
Hoy no sabes en quién confiar y vives todos los días luchando. Pero hay alguien que te dice que no te ha fallado y su nombre es Jesucristo, quien ha derramado su vida en la cruz del calvario. Si confías en Jesús, serás como el monte de Sión que no se mueve.
Cuando hablo de ser transparentes, me refiero que usted tiene que cuidar su propia casa porque allí vive el Espíritu Santo.
Jesucristo te ha hecho libre, no para ocultar lo que te pasa, porque en la Iglesia hay que demostrar de que estás bien, porque nadie más que tú sabes las cosas que pasan puertas adentro de tu casa. Pero hay que cambiar la mente para ser transparente y avanzar.
¿De qué sirve que Córdoba esté linda si la gente está triste y amargada, siendo que Dios es un Dios de familia?
vv20 Cuando Dios quiere hacer algo en tí, te dejará nuevo. Por eso el Apóstol Pablo dice que todo aquél que está en Cristo, nueva criatura es.
La palabra “nuevo” significa novedad de vida, fresco.
“Traedme una vasija nueva”, dijo Eliseo. Tu corazón tiene que ser nuevo para que derrame Su gloria. Dios te dice: “hijito mio, hijita mia no te pido la casa, el automóvil, ni que diezmes más, sino tu corazón.
Dios pide tu corazón porque está quebrajiado, sin vida. Pero hay alguien que está aquí para hacerte nuevo y su nombre es Jesucristo, el Hijo del Dios viviente.
Dios te pide tu corazón, y cuando tomas la decisión, lo cambiará por uno nuevo.
“Traedme sal”, dijo luego Eliseo. La sal en la Biblia significa pacto.
Para que recibas tu milagro, es necesario que vayas en contra de tu propio pensamiento, de tu propia lógica.
Tal vez su gran realidad es que todo está difícil en su casa. Pero en su casa hay un milagro.
Eliseo tiró la sal en los manantiales y dijo: “Jehová sana estas aguas”.
vv21-22 Tal vez en su hogar el espíritu de muerte le está dando duro con pensamientos de suicidio. La palabra “muerte” significa separado.
El vv22 es lo que tiene que hacer porque usted tiene el poder para cambiar, porque Jehová vive en usted. Y Dios espera que usted hable, es decir que suelte la palabra que hace falta en su casa. Esto es lo que usted hará cuando llegue a su casa: “enemigo aquí marco una raya y no pasarás más esta puerta. Porque hoy un hijo de fe se levanta.”
Usted tiene que saber que es un ungido de Dios, y todo aquél que pase por la puerta de su casa, se chocará con la presencia misma de Dios.
No vaya con su mente, porque razonará la palabra.
La vasija que pidió Eliseo estaba en la casa. La sal que pidió Eliseo estaba en la casa.
¿Había un milagro? Si.
Lo que faltaba era un ungido, y tuvo que pararse en fe para la gloria de Dios.
Dios comienza a cambiar la trayectoria de tu vida, porque quién te da las fuerzas es Dios.
2 Reyes 4:1 Pág. 488
En este pasaje nos encontramos con una mujer viuda y un acreedor que llama a la puerta. Está llamando a la puerta para arrancar algo desde sus entrañas: sus dos hijos para tomarlos como esclavos.
Renuncia a la forma de vida que tienes y aún tu forma de alabanza, porque tú eres un milagro de Dios.
2 Reyes 4:2
¿Qué tienes tú en tu casa? Fue lo que preguntó Eliseo. Cuando estás bloqueado, empiezas a ver nada, solo cosas negativas e incluso ni cambio. La viuda no miró realmente lo que tenía de valor en la casa, sino que ella miraba al acreedor y se encontraba desesperaba. Pero llega un ungido a su casa y le pide que declare lo que tiene en la casa. Tienes que saber que Dios no te dará algo si no hablas lo correcto.
Eliseo le pide a la viuda que pida abundantemente a los vecinos y que se encierre en el dormitorio para que tengan intimidad espiritual con Dios para que vea lo que está esperando. La repuesta está en tu casa, y usted y el Señor uno son. Esto significa que su calidad de vida es alta porque es un hijo, una hija de Dios. Es por ello que las madres de hoy ponen a sus hijas por nombre Zoe.
La palabra “zoe” significa calidad de vida más alta que un ser puede llegar a tener.
Es hora de que tú vuelvas a tener intimidad con Dios. Eliseo le dice a la viuda que se encierre con sus hijos. Además le pide que ella tiene que hacer un esfuerzo extra al levantar la vsaija y no los hijos.
El aceite cesó cuando ya no hubo más vasijas para llenar. La mujer pagó sus deudas al acreedor.
¿Dónde estaba el aceite? En la casa.
Tú eres el milagro para tu casa. Nadie se llevará tu descendencia, porque el milagro está en tu casa.
Elías fue enviado por Dios para que vaya a ver a una viuda. Ésta buscaba dos ramas porque lo único que tenía eran dos puñados de harina. Cuando el Señor te pide algo, es porque algo hará en tu vida. La viuda tuvo sustento hasta que paso la hambruna.
¿Dónde estaban los dos puñados de harina? En la casa. Solo faltaba un ungido.
Llévate a Jesús a tu casa y él cambiará todo lo negativo de tu vida.
Lo poco que parece para ti, es suficiente para que Dios haga un milagro.

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