domingo, 20 de noviembre de 2011

Toma para tu vida la profecía que Dios te ha dicho

20/11/11
Predicador: José

Apocalipsis 4:8
Habla de los cuatro seres vivientes que cantan día y noche, alabando a Dios Todopoderoso. Dios viene a buscar a hombres y mujeres que Le adoren en espíritu y verdad.
La palabra que compartiré con ustedes es Jueces 4:6
A veces escuchamos palabras proféticas como: Yo te haré un gran varón o mujer de Dios. Pero esta profecía del pasaje de Jueces, que es un mandato, suena como pregunta: “¿No ha entregado Dios tus enemigos?”
Entonces, ¿qué hay que hacer? Hay que creerle a Dios y no poner excusas a Dios. Usted sabe que cada vez que viene a una reunión, Dios le bendice.
Todo depende de creer la profecía. Creer a pesar de que el panorama sea desfavorable. De ti tiene que salir fuego y tu anhelo se cumplirá, porque sabrás que lo que te dijeron es parte de Dios.
Hágase esta confirmación: ¿no está vencido el enemigo? Entonces hay que disfrutar de la vida. Para cada caso o paso en tu vida hay una Palabra de Dios. Dios te ha capacitado, y te ha dado potestad porque escrito está.
Tú tienes que saber que el enemigo está vencido, y tienes que creerle a Dios.
A veces estás en la casa y no crees a Dios. ¿Cómo se ve esto? Por ejemplo: te duele algo y ya es una excusa que vale más que creer en Dios. Otras veces vienen tentaciones de pensar mal del hermano, en lugar de decir y anhelar que Dios le prosperará, porque tu hermano te bendice un montón. Pero cuando tienes la oportunidad, hablas mal de tu prójimo. Tienes que anhelar ver al enemigo derrotado.
Cuando los espías fueron a ver la tierra prometida, solamente dos de ellos, Josué y Caleb creyeron a Dios. Y para el resto de los espías vieron imposible que Dios les fuera a dar la tierra porque habían gigantes.
Mateo 11:28
Muchas veces he dicho que es difícil orar en la madrugada, y mucho más en invierno. Pero tanto en la guerra como en la batalla es neceasrio estar tomado de Dios. Y en ese tiempo de batalla, es cuando e convierte en una necesidad; y es por ello que el Señor Jesús dice que su carga es fácil y ligera.
La enfermedad más grande del cristiano es creerse algo, pero en realidad somos pequeños siervos. Nunca prediques algo de lo que no sabes, sino antes no lo has aprendido. Eso que has aprendido, eso predica, eso comparte con tu hermano en Cristo o con quien no conoce a Jesús. Cuando estes por decir una mentira o algo no debido, automáticamente el Espíritu Santo traerá una Palabra a tu corazón.
Al que cree, todo le es posible. Si crees, ya eres victorioso.

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