domingo, 9 de octubre de 2011

Dios tiene que ser el Señor que gobierna tu vida

09/10/11
Predicadora: Iris Juárez

En estos días el Señor me ha dado una palabra, y quiero que la tome de parte de Dios para que usted la ponga por obra.
Génesis 2:8-9
Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso para la vista y para comer. Pero a causa del pecado de Adán y Eva, todo cambió. Hasta antes que pecaran, tenían todo al alcance de la vista, ni tenían que trabajar. Pero inmediatamente luego de pecar, surgió la maldición sobre la tierra.
Génesis 3:17
Dios le permitió al hombre comer de todos los árboles, menos uno. Pero a causa de la desobediencia, surge el trabajo de manera legítima porque el hombre con el sudor de la frente comería el pan, el sustento diario.
Pero el afán y la ansiedad provoco que el ser humano trabaje de más. Por causa del exceso de trabajo estaba entrando el afán, que significa preocupación y aflicción, y junto a él, la ansiedad.
Hay que trabajar de manera ordenada para no quitar el tiempo dedicado a Dios.
Dios no quiere que tú no trabajes, sino que no afanes a Dios porque se pierde el gozo.
Te pregunto a ti: ¿Hace cuánto que no se te cae una lágrima en la presencia del Señor, tu Dios? ¿Cómo te estás gozando con las bendiciones que te da Dios? ¿Te estás gozando con tu familia? O ¿acaso lo que recibes se cae en saco roto?
Pero Dios está con aquél que confía y le da su tiempo a Él.
El afán segmenta tu vida. De una forma eres en el lugar en que te desenvuelves, y de otra en la Iglesia, y de otra pensando de qué manera o cómo vas a recibir lo que necesitas.
Mateo 6:25-34 
Cuando tú estás afanado no puedes recibir directivas del Cielo. A veces tomas decisiones solo, creyendo que tú lo sabes. Decides, piensas y actúas sin preguntar a Dios. Y este trabajo es personal.
En este pasaje de Mateo se repite tres veces que no te afanes para que no te salgas de los propósitos de Dios.
Una pregunta que te hago a ti: ¿Qué es la vida?
La vida es un regalo de Dios, porque tú no elegiste vivir esta vida. Por ello Dios dice que no te preocupes porque tu vida le pertenece a Dios.
El Señor Jesús nos compara con las aves porque ellas son alimentadas por Dios. Ellas tienen la plena seguridad de que tienen que trabajar para buscar el alimento. Cuando amanece ellas cantas, y están alabando a Dios. Porque Su palabra dice que todo lo que respira alaba a Jehová.
Si Dios dice que las aves son alimentadas por Dios, entonces cuanto más a los hijos de Dios.
También Jesús nos compara con los lirios que visten los campos, que ni Salomón con todo su gloria se puede comparar con la majestad de Dios. Pero depende para quién tú te vistes. Para agradar al ojo de quién te ve o para agradar a Dios con lo mejor que tú tienes.
Lee nuevamente el versículo 32. Dice que los gentiles buscan qué comer, beber y vestir. Pero también los gentiles miran lo que tú estás haciendo.
¿Te encuentras en las mismas condiciones que los gentiles afanándote?
En el rostro se ve la alegría y de igual manera, en tu rostro se ve para quién trabajas. Basta con solo esperar a que Dios obre.
¿A quién bendice Dios? Bendice a los que esperan.
Hay un tiempo para el trabajo y un tiempo para Dios. No puedes dar a Dios lo que tú no tienes.
¿Por qué te afanas?
A causa de la desobediencia ha venido la maldición. Es tiempo de ser diligentes y ponerse en el ejército de Dios.
Isaías 13:1-13 
El Señor pasa revista a Su tropa para la batalla. Está equipando a Su ejército.
Tienes que ser avisado y cuidadoso con los medios de información social, porque el enemigo los usa para destruir a las familias.
Tú marcas una diferencia con el mundo. No puedes ser que tú vayas con la corriente, engañándote. En los medios de información como la T.V. o la Internet se mueven espíritus, porque tú no sabes la suciedad que hay detrás de los hombres y las mujeres que son públicas.
Busca primero a Dios y Su justicia, y todo lo que quieres vendrá. Pero sucederá cuando tú te detengas y le digas perdón al Señor.
El que se afana es porque no tiene fe en el Señor, dice la Palabra. Y esto es porque no hay confianza en Dios.
¿Cuánto cuentas de las maravillas de Dios en tu vida? ¿Cuánto cuentas de los milagros que Dios ha hecho hoy en tu vida? ¿Lo has contado con alegría? ¿Cuánto de lo que tú tienes en el corazón, es decir lo que hace Dios en tu vida, lo cuentas con alegría?
Si lo cuentas con alegría es porque está a flor de piel.
La persona que realmente confía en Dios, siempre siembra y da al necesitado.
¿Qué es lo que te falta? Él te lo añadirá, pero primero busca a Dios.
Cuando dejes el asunto en las manos del Señor, podrás dormir.
Apocalipsis 3:15-16
Tú estás con Dios o no estás con Dios. No hay lugar para el medio. Dios tiene que ser el Señor que gobierna tu vida.
Nunca sirvas a Dios por obligación, sino por amor, y tendrás la recompensa.

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