domingo, 3 de julio de 2011

Dios quiere que Le conozcas más

03/07/11
Predicador: Iris Juárez

Juan 15:1-7
Jesús es la planta de uva, Dios el labrador y nosotros los frutos; y por tus frutos, tus resultados, tu comportamiento y manera de ser, te conocerán como hijo de Dios.
Si conocieras más a Dios, tu vida sería diferente.
2 Pedro 1:3-9
Dios nos dio todo lo que pertenece a la vida y a la piedad por Su divino poder, por medio del conocimiento de Aquél que nos llamó.
Algunos de nosotros no hemos recibido preciosa y grandísimas promesas, pero las podemos recibir por el conocimiento de Dios.
Dios nos saco de la corrupción e inmoralidad, a causa del apetito desordenado por placeres deshonestos, para darnos promesas y ser partícipes de las cosas de Dios.
Hay cosas que soltará Dios en ti. Este conocimiento vendrá por el oír Su palabra.
Tienes que conocer más a Dios. Hay cosas que Dios derramará para bendecirte, pero hay cosas que tú tienes que hacer. El Señor quiere que Le conozcas más, y te bendecirá en la medida que conozcas a Jesucristo. Para ello tendrás que ser diligente, es decir cuidadoso, exacto, activo, pronto, ligero en el obrar, marchando, no quedándote quieto. Para ello tienes que tener fe, virtud, afecto fraternal, amor.
Hebreos 11:1
Este pasaje quiere decir que cuando hablamos de fe, hay algo que esperamos y además hay una convicción de lo que no vemos. Cuando hay fe no hay duda, porque hay certeza y seguridad de parte de Dios, y nadie te detendrá porque es Dios Quién te lo dijo. Y esto sucederá cuando conocemos a Dios. Si no es así, lo que querrás hacer con tus acciones será manipular a Dios cuando no tienes la certeza para cambiar o esperar de parte del Señor.
La virtud es la honestidad e integridad, es decir que tú eres o te conduces de igual manera en todos los lados.
El conocimiento hace referencia a la persona entendida, es la que no reacciona en forma violenta. Lo contrario a una persona con conocimiento es la persona necia. Es esa persona a la que le dan un consejo y hace lo que quiere; no entra en razón porque no espera en Dios, más bien es arrebatada, y así también son las consecuencias.
El dominio propio es cuando tú tienes señorío sobre tu vida, tus pensamientos, emociones, decisiones, control de ti mismo. Por ejemplo: cuando te enojas, es allí cuando tienes que ser diligente para provocar el cambio.
La paciencia es la tolerancia, tranquilidad, resignación, humildad, mansedumbre, que no reaccionas ante la injusticia. Una persona con paciencia es la que hace algo por amor.
Salmo 32:8-9
¿Seré yo Señor como el caballo o el mulo sin entendimiento de lo que hago? Dile a Dios: “Ayúdame Señor”. Pero de nada sirve que le pidas a Dios que te ayude, si no le das el lugar para que tome el control de tu vida.
La piedad es la compasión, lástima, es la persona que sufre y piensa por los demás.
¿Por qué es importante el dominio propio? Porque sin el dominio propio viene el llanto por tomar malas decisiones.
Génesis 12:1-5
Sara no conocía a Dios porque a quién le había dado la promesa de que tendría un hijo fue a Abram.
Pero en todas estas cosas está Dios y quiere ayudarte. Todos los días está el Señor y tus frutos tienen que ser en cada momento, cuando tomas decisiones, cuando vayas a una plaza, y cuando hagas fila en el mercado.

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