domingo, 26 de junio de 2011

Empieza a prepararte como soldado, atleta y agricultor

26/06/11
Predicador: Edinson Pinedo

2 Timoteo 2:4-6
El libro de Timoteo fue escrito en un tiempo muy crucial en la vida de Pablo, mientras esperaba el martirio.
Pablo había sido encarcelado por predicar el evangelio, pero en esta ocasión estaba preso por ser acusado de mandar a incendiar Roma. Pero en realidad había sido el emperador desposta de Nerón, con el propósito de reconstruir Roma.
Pablo en esta circunstancia escribe 2 Timoteo, y le dice a Timoteo que esperaba la muerte en la cárcel. Y le da una serie de instrucciones a su discípulo Timoteo. Antes de ello, lo elogia y alienta para que cuidara su propia vida.
Ningún soldado que quiere agradar a su superior se enreda en las cosas civiles, es decir en los negocios de la vida.
La palabra “ecletaia” significa “el trabajo que tienes que hacer en este momento no sea impedimento para servir al Señor, tu Dios;” porque lo que ha puesto en tus manos también es de Dios, y también te dará la capacidad para no dejar de servir al Señor.
El soldado está subordinado a escuchar la voz del jefe y listo para luchar.
Los negocios de la vida, de alguna u otra forma te esclavizan. Es decir que tus quehaceres diarios no ocupen todo tu tiempo. Y Dios que conoce los corazones, acomodará los tiempos para que no dejes de servir a Quién te ha llamado.
Un soldado de Cristo está vestido con la armadura de Dios para cumplir con firmeza, diciendo la verdad. Por lo que no habrá necesidad de defender tu vida porque la bendición está contigo.
Efesios 6:13
El hombre que tiene a Dios ha sido justificado y camina en justicia para no romper reglas, porque Dios dirige tu vida.
Disposición de llevar el mensaje de Jesús, caminando y siendo apresto, es decir rápido, más aún cuando el evangelio se ha distorsionado. Pero el Señor si sabe quién es quien. Por lo tanto irradiarás gozo y no defraudarás con tu testimonio, entre quienes vean tu testimonio de lo que ha hecho Dios en tu vida.
El soldado tiene el escudo de la fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Con la fe tú verás resucitar muertos, y cuando te encuentres en situaciones difíciles, Dios es Quién te sacará.
Los hijos de tus lágrimas no pueden perderse, porque nació en tu corazón con el clamor, y además ha sido concebido en tu corazón.
Tienes que crecer en medio de situaciones difíciles, y allí Dios estará contigo. Porque una vez pasada las pruebas, estas maduran tu carácter; y una palabra que sueltes provocará un milagro.
A ti no llegarán los dardos del enemigo, porque ante ti está el escudo de la fe. Hay oportunidades que se presentan en la vida, en las que habrá que tener discernimiento si es de Dios o no.
El casco de la salvación: tú tienes que saber que eres salvo y debes caminar sabiendo que Dios te salvó para cosas grandes en la tierra, además de llevar el mensaje de la salvación. El casco se llama salvación. El caso protege tu mente por la Gracia de Dios. Y ahora tienes la mente de Cristo. Porque Dios la cambió cuando recibiste a Jesús en tu corazón, y ahora tienes la mente de Cristo. No es que te lavaron la cabeza en la Iglesia, si no ha sido el poder de Dios que cambió tu forma de pensar, teniendo ahora anhelos nuevos, una forma diferente de vida, ya no pidiendo prestado para tus gastos de fin de mes, sino que ahora ahorras.
Si Dios cambia tu mente, aprenderás a administrar los recursos que están tus manos y a gastar de manera diligente tu dinero.
La Espada del espíritu, que es la Palabra de Dios. Sirve no solamente para tu propia vida, sino para los demás. Porque la Palabra de Dios cambia tu vida, es lámpara que alumbra tu camino.
Camina sobre la Palabra de Jesús, porque eso agrada a Dios. Y como consecuencia de ello, caminarás por un puente espiritual.
Cuando tienes miedo, es porque sacas la mirada de Jesús y te hundirás como le pasó a Pedro. Cuando se presenta Jesús en la barca, los discípulos dijeron que era un fantasma. Sin embargo Jesús dijo que era él. Entonces Pedro anhelo ir hasta Jesús si lo llamaba. A lo que Jesús le dijo que fuera. Pedro comenzó a caminar en la Palabra sobre las aguas. Pero cuando sacó la mirada de Jesús, se hundió.
La Palabra de Dios tiene que ser nuestra guía por dónde debemos caminar.
Oren en todo tiempo, manténganse alertas en oración. El soldado es un subordinado de Dios.
2 Pedro 2:20
Tu casa es la casa donde habita Dios. Cuando tú no permitas habitar a Dios en tu vida, se irá, y como consecuencia de ello vendrán a tu vida siete espíritus peores que no estaban antes de que conocieras y recibieras a Jesús en tu vida.
1 Timoteo 4:1 ; 2 Pedro 2:10
El Espíritu Santo dice que en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe, despreciando la autoridad de Dios, para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas propias del adversario.
La Biblia en 2 Timoteo 2:4 habla del atleta que no gana si no cumple las reglas de la competencia. Estas reglas son el dominio propio, mansedumbre, disciplina, amor y sumisión.
1 Corintios 9:25
Entrena con mucha disciplina para obtener un premio que dura para siempre. No vaya a suceder que luego de haber predicado a otros, tú te encuentres en la cuerda floja. El dominio propio te ayudará a no caer a la tentación del enemigo. La tentación es linda porque si no fuese así, nadie caería. Solo no puedes, sino con el dominio propio que viene por Su palabra.
Gálatas 2:20
Crucifica tu “yo” y los anhelos que a Dios no le son de agrado. Pregunta a Dios antes de ir a un lugar: “¿Es bueno al lugar que voy? ¿Estás allí Señor, al lugar que voy? ¿Qué le contestarías tú Señor a esta persona que me ha ofendido?”
2 Corintios 6:6
Se debe servir siendo manso y con humildad en el espíritu. Así se debe servir, con la bondad que Dios ha puesto en tu corazón, en tu casa, en el trabajo. Tienes que tener amor para poder amar a tu prójimo y para ganarlo para Cristo.
Efesios 4:2
Así tiene que ser el creyente. ¿Usted es paciente, tolerante, amable en amor con otros que no sean su familia?
Sin amor no podrás ayudar a nadie, ni ser de bendición. El que no ama a la gente, es porque no ha conocido a Dios. Ama a la gente para que tú puedas ayudar, predicar, para que los ganes para Cristo.
Dios te ha capacitado de amor para que prediques, no viendo las dificultades en el otro, sino más bien las posibilidades.
Tu vecino es una gran solución a muchas necesidades. Practica la sumisión para llegar a la meta, para conducirte bien en la vida. ¿A quién estás dejando legado? ¿A quién estás sirviendo a tu lado? Ora por un Timoteo para que reciba a Jesús en su corazón como salvador y Señor personal.
Efesios 5:21; Colosenses 3:12-15
El agricultor trabaja arduamente. Por lo que tiene derecho a recibir parte de la cosecha. Lo que habla aquí es que disfrutes de la vida, de lo que Dios ha puesto en tus manos. Habla de administración, de disfrutar el fruto de tu trabajo, porque hay gente que no lo disfruta, porque trabaja y trabaja para pagar impuestos y deudas.
Si trabajas y amas a Dios, disfrutarás de la bendición puesto los ojos en Jesús.
1 Corintios 3:9
Entonces la recompensa, como colaboradores del servicio a Dios, es la elevación de la vida espiritual. Si Dios está en primer lugar en tu vida, aprenderás a caminar y no tendrás necesidad de economía, porque Dios es tu prioridad.
Camina como hijo de Luz, buscando a Dios en el primer paso que das al entrar en tu trabajo. Declara bendición y Dios tomará las riendas de tu trabajo. Y las cosas serán diferentes porque Dios toma el control de tu familia, de tu vida espiritual y de tu trabajo. Dios tiene que estar en el primer lugar y las puertas de bendición se abrirán. Y como consecuencia de ello, Dios subirá el nivel de tu vida espiritual.
Mientras estés en desgracia, renegarás, te quejarás. Nunca hagas algo para que Dios te dé algo a cambio. Sino más bien, haz algo en adoración, glorificando a Dios, y la bendición llegará a tu vida.
Empieza a prepararte como soldado, atleta y agricultor. Dios necesita corazones listos que no renieguen, porque el Reino de Los Cielos ha descendido; está aquí en la tierra y eres un hijo de Reino. Dios no nos escogió para el fracaso, sino para el triunfo.

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