domingo, 17 de octubre de 2010

Aprendamos de nuestros mentores

17/10/10
Predicador: Edinson Pinedo

Josué 3:1-17
¡Que tremendo es cuando aprendemos de nuestros mentores!
Si usted es inestable en su vida cristiana, el que le sigue será igual, y no podrá hacer las cosas como deberían ser. Pero Josué fue discípulo de Moisés, aprendiendo todo de Moisés, y ahora le tocaba a él caminar con todo el pueblo.
Cuando usted valora la adoración y glorifica a Dios, la presencia de Dios vendrá; por lo que no saldrá de la misma manera como entró a la Iglesia.
La excelencia viene cuando buscamos a Dios.
Cuando Moisés envió a los doce espías, diez regresaron con noticias, pero la actitud, es decir su parecer, les traicionó. Sin embargo Josué y Caleb trajeron noticias con el parecer de Dios.
Números 13:1-20
Los que envió Moisés a reconocer la tierra, no eran cualquiera, sino doce príncipes, hombres de poder, valerosos, no eran cualquieras personas.
Dios le dice a Moisés que envíe a hombres de estrategia, hombres de guerra que siempre iban delante de los soldados, para que trajeran buenas noticias.
Estos doce no fueron porque Moisés les dió la orden, sino porque Dios le da la directiva a Moisés para que lo haga. Si Dios te envía, siempre lo que hagas te saldrá bien.
La misión estaba dada: para que reconocieran la tierra, para que planificaran cómo sería el lugar donde se moverían. Dios sabía que la tierra era buena, pero el Señor no atropella la decisión del hombre.
Si vas a viajar, tienes que mirar a dónde vas a viajar, o dónde está el barrio, y de igual manera si vas a ministrar, o trabajar. Son detalles que debemos conocer.
Todo esto sucede porque todo lo del mundo espiritual, se manifestará en el mundo natural.
Números 13:25-33
Los doce espías permanecieron 40 días para traer un informe a Moisés.
Cuando hay circunstancias difíciles, es justamente la oportunidad de ejercer fe; fe para matar gigantes, porque tienen que morir delante de los hijos de Dios.
¿Qué gigantes hay en tu vida que te atemorizan? ¿Se llama deuda? Dios quiere que enfrentemos a gigantes porque tenemos la capacidad para hacerlo.
Estos príncipes de 1,90mt de estatura se veían como langostas ante los gigantes, a pesar de que ellos siempre han estado al frente de la batalla.
Lo que has aprendido, comienza a ejercer, comienza a hablar de Jesús a otros.
Estos príncipes nunca hablaron con los gigantes, porque los veían de lejos y pusieron en boca de ellos algo que nunca dijeron: “ellos nos consideran langostas”. Como consecuencia del informe de los diez príncipes, toda la congregación lloró y el pueblo comenzó a dividirse por medio del chisme. Una parte del pueblo comenzó a anhelar el pasado y aún quisieron regresar a Egipto.
Números 14:1
Ni siquiera nadie del pueblo se levantó para pelear y ya estaban muriendo por anticipado. Y este no es precisamente el carácter de un cristiano.
La división trae malestar, sin embargo Dios quiere que guardemos la unidad. Dios está para ayudarnos y fortalecernos en medio del Jordán.
Volvamos a nuestro texto de Josué. ¿Por qué debían llevar el arca del pacto? Para que el pueblo no errara el camino y porque simbolizaba la presencia de Dios.
Cuando desobedecemos a la dirección de Dios, estamos dando vueltas y vueltas como cuando el pueblo salió de Egipto.
Son los últimos tiempos de la humanidad porque Cristo viene a buscar su pueblo.
Entonces el pueblo se santificó para poder ver las maravillas de Dios.
1 Corintios 1:1-2 dice que en Cristo estamos santificados, y las cosas corruptas no vendrán a ti.
Salmo 91
No habrá temor nocturno porque cuando caminas serás una antorcha, y todo lo que se acerca a ti será bendito, a causa de la Gracia de Dios.
Los santificados son llamados a caminar santamente, por lo que hay en tu corazón.
¿Cómo se logra la santidad? La santidad se logra por medio de la Palabra de Dios, la oración y la comunión entre los hermanos. No se puede hablar de las maravillas de Dios, sin antes no hay una santificación.
Dios tiene que ser una prioridad en tu vida para que lo demás vengan; el potencial que tú eres en Dios, y lo que tú estudias, trabajas, emprendas como consecuencia te saldrá bien. Sin embargo tú dices lo siguiente: “si me dan los tiempos, estaré con Dios.” Si no tenemos tiempo para Dios, así será tu vida. Porque de Dios depende todo. Con esta actitud no motivarás el corazón de Dios. Dios es grande y soberano. Tenemos que aprender a creer y confiar en el Señor.
El pueblo pasó seco el Jordán porque obedecieron a Dios, al santificarse para hacer las cosas correctamente.
Tu bendición no está de este lado, sino del otro lado del río Jordán. Tienes que pasar tormentas, olas gigantes porque crees en la Palabra de Dios.
Responde con tu corazón: ¿Cuál es tu proyecto en la vida? ¿Alcanzaste lo que te dijo Dios?
Habrá desánimo, problemas gigantes, pero lo que te dijo Dios, eso es lo que vale.
Dios te ha dicho que en ti la bendición está, porque eres Su hijo. Cuando te decidas a cruzar el río Jordán, las aguas se abrirán y pasarás en seco.

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