domingo, 12 de julio de 2009

El proceso por el cual Cristo le da fuerzas al nuevo creyente o al hijo de Dios

12/07/09
Predicador: Edinson Pinedo

1 Pedro 2:1-2
Nosotros venimos a los pies de Cristo con un paquete de mañas. Y es así porque nuestro corazón fue formado por el sistema del mundo. Pero a medida que leemos Su palabra, nos afirmamos por medio de Su Espíritu, que es quién nos cambia. Por ello no debemos preocuparnos si un nuevo creyente nos contesta mal.
En nuestra vida cristiana tenemos que crecer con madurez, y para ello debemos crecer en espíritu, es decir ser llenos de la presencia de Dios, para así poder guiar a otros en los caminos del Señor. Esto es multiplicarse.
Si no te multiplicas tienes un problema porque hay algo que no te permite crecer y también multiplicarte. Hemos sido llamados al crecimiento y a la multiplicación en otras personas.
Las causas por las que no te multiplicas son porque no entendiste el evangelio o no naciste de nuevo.
Es tiempo de la multiplicación y debemos esforzarnos en la gracia.
2 Timoteo 2:1
Dios nunca nos presiona, sino es por obediencia al mandato de predicar. Tú tienes que tener paciencia, y cuando es el tiempo del Señor, te dará y también te dará la capacidad para administrarlo.
¿Por qué debemos consolidar? Consolidar es discipular, es tener firmeza en la fe.
Si tú te sujetas a la autoridad, serás bendecido por Dios. Cuando el objetivo de quién te discipula se cumple, Dios hará que tu objetivo también se cumpla.
Cuando un bebe nace en un hospital, le colocan un brazalete con el nombre, como señal de que vino al mundo y para que además no lo confundan con los demás niños.
Un recién nacido toma leche cada 2 o 3hs por medio de un biberón y otras madres le dan pecho materno.
Deberíamos hacer un listado con las personas a ser ganadas para Cristo. Todo lo que haces debe ser fructífero. Dios pone personas en tus manos, y estas personas tienen sentimientos y necesitan ser alimentados con la leche espiritual de la Palabra de Dios, y además necesitan ser atendidos con tu presencia, con un llamado.
Mateo 25:34-40
En este pasaje de Mateo, Jesús habla de niños que necesitan ser atendidos. Tú estuviste sin paz y en la Iglesia encontraste una familia. Consolidar es una responsabilidad de hacer discípulos en todas las naciones.
¿Qué estamos haciendo con los nuevos creyentes que necesitan de la presencia de Dios? Tú no convences a nadie, lo hace el Espíritu Santo.
Ora mañana por tu discípulo para que el entendimiento se abra y vea la luz de Cristo.
Dios te demanda ahora que prediques y que discipules, que el discípulo pueda disfrutar del papá o mamá espiritual; hacelo parte de la familia de Cristo.
Pon en práctica lo que Dios te dice. Si no lo pones en práctica es porque no le crees a Cristo. No te quedes con lo que eres, tienes que avanzar y crecer.
Hechos 9:10-19
Los Ananías (un creyente crecido) y los Pablos (un creyente recién nacido) son muy necesarios en la Iglesia. No juzgues a nadie por la apariencia (vv 13-14). Dios es el que cambia, no es la gente (vv 12).
Aquí en el libro de Hechos vemos que Dios se presentó en la vida de Pablo y tuvo que nombrar a alguien, Ananías, para que lo cuidase.
¿Estás dispuesto a ser usado por Dios?
Dios siempre va a respaldar a los Ananías. Pablo era un perseguidor de la Iglesia, presencio la muerte de Esteban; tenía autoridad para llevar preso a los creyentes.
Cuando Dios te manda, hazle caso.
No tienes que quedarte a no hacer discípulos que no escuchen la palabra de Dios, predicando de Jesús a otros. Utiliza bien la tecnología. Manda pasajes bíblicos por celular e Internet. Lo que uses puede ser para bien o para mal. Utiliza Internet para que el Reino de los Cielos siga avanzando. No hay excusas para hacer la voluntad de Dios.
¿Que hay en nosotros en estos momentos? Hay sociego .... porque no hay impedimento en la sociedad en que vivimos de predicar del Señor. En esta ciudad siempre habrá mujeres y hombres que esperan a Ananías.
Mírate al espejo y fíjate si ves a Dios. Si es así tú verás a Jesús en tu vida.
Otros conocerán a Dios cuando tú hables de Jesús. Y así sucederá, habrán Pablos para cambiar el sistema y su vida no será igual.
Tienes que explicar bien lo que es la salvación y lo que puede hacer Dios en la vida de otros. Le mostrarás el camino verdadero, quién es Dios, quién es Jesús y quién es el Espíritu Santo, la vida de Reino y por qué tú te bautizaste.
Esto traerá grandes resultados porque sabes que eres un hijo de Dios, y tú serás un hombre o mujer de Dios porque tienes todo claro.
La vida cristiana no es religión. La religión es el oprobio del pueblo. La vida en Dios es un estado de vida; es de aquél que no se avergüenza de llevar una Biblia contra su pecho. Si tú te avergüenzas de Dios, Él también lo hará.
Con Ananías podemos aprender lo siguiente. La consolidación es alcanzada por personas que tienen intimidad y escuchan la voz de Dios.
Las personas que no están consolidadas, no tienen claro su visión porque no hay nadie que les predique.
Cuando tú hables a otros del Señor, la escama de sus ojos se caerán. Nunca mires a una persona por su apariencia, mírale a través de Cristo. Profetiza sobre su vida. Mírale cambiado.
Asumir la misión de consolidar personas significa vivir como hijo de Dios, por eso debemos desear la leche espiritual no adulterada.



1 Pedro 2:1-2 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
1 Por lo tanto, dejen de hacer lo malo. No se digan mentiras, no sean hipócritas, no sean envidiosos ni chismosos.
2 Más bien busquen todo lo que sea bueno y ayude a su espíritu, así como los niños recién nacidos buscan desesperadamente la leche de su madre. Si lo hacen así, serán mejores cristianos y Dios los salvará.


2 Timoteo 2:1 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
El fiel soldado de Jesucristo
1 Hijo mío, Dios te ama mucho porque has creído en Jesucristo. Pídele fuerzas para soportar cualquier cosa.


Vocabulario

Gracia: (Del lat. Gratĭa). 1. f. Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene. U. t. en sent. Fig.
2. f. Atractivo independiente de la hermosura de las facciones, que se advierte en la fisonomía de algunas personas.
3. f. Don o favor que se hace sin merecimiento particular; concesión gratuita. f. Afabilidad y buen modo en el trato con las personas.
4. f. Habilidad y soltura en la ejecución de algo. Baila con mucha gracia

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