domingo, 5 de julio de 2009

¿Cómo será la venida del Señor?

05/07/09
Predicador: Edinson Pinedo

El Señor nos dice que habrá señales antes de su venida. Hoy en nuestros días el mal se ha multiplicado y es insoportable, así como en los días de Noé. (Mateo 24:7)
Jesús vendrá de la misma manera que se fue. (Hechos 1:9-11)
Hoy vemos como el mal se está entronando en el mundo.
Mateo 24:36-39 - Mateo 24:4-13 
Cuando Cristo venga, todo ojo le verá; no vendrá en secreto. Es decir será visible para todo ojo; pero tú tendrás que estar bien para irte con él.
Apocalipsis 1:7
También la tierra temblará cuando Jesús hable, porque vendrá como Rey.
Juan 5:28
Será una voz más fuerte que un trueno. No será una voz para llamarnos hacia el arrepentimiento, sino para buscar y juzgar Su pueblo.
Hoy es el día admirable de salvación para recibir a Jesús como Señor y salvador y no mañana, porque mañana puede venir el Señor debido a que no se sabe la fecha, ni la hora de su venida.
El quiere que estemos preparados cuando venga.
Mateo 25:1-13
El Señor nos quiere encontrar orando, buscando a Dios y dando a otros lo que Dios ha puesto en nuestras manos.
En la vida cristiana le pedimos a Dios pero nunca nos ofrecemos a nosotros mismos. Para eso tenemos que salir de nuestra cultura (como Abraham), de nuestra forma de ser para así tomar la cultura de Dios.
Si Dios te dio una empresa, te tiene que encontrar trabajando y no quejándote; sino trabajando para que Su reino se establezca en la tierra. Tenemos que hacer la voluntad de Dios.
Si trabajas para Dios eres empleado. Si trabajas con Dios tienes intimidad y dirección. Cristo vino para que seamos amigo de él y para que crezcas.
Dios estará contigo si no rompes una ley establecida en la tierra. Guarda tu integridad para con Dios y se fiel en lo pequeño.
Nuestros oídos oirán Su voz y aún los muertos del sepulcro. No será una voz para exhortarnos para ser salvos, sino para llevar a Su pueblo.
Marcos 1:15
Vivimos en tiempos cumplidos. Sólo tú tienes que tomar lo que Dios te ha dicho. Es un tiempo de gracia, un tiempo de oportunidades de ser lo que Dios quiere que seamos en la tierra. Somos la sal de la tierra, para sazonar, dar sabor, para preservar y para sanar.
La gente va a mirar en ti y anhelará lo que tú tienes; tu sociedad en la que vives. Tu sociedad es el reino de Dios que ofreces con tu testimonio y tu vida.
La voz del Señor será de mando y tendrás que obedecer si o si.
1 Tesalonicenses 4:16
El arcángel batalla contra huestes espirituales para que tu oración llegue a Dios.
La voz del Señor será imperativa, no pasiva y todo será conmovido y no tendrás alternativa. Pero como somos de Él, Su voz no dañará nuestros oídos.
Mateo 25:31
Cuando venga no habrá necesidad de sol y luna; el resplandor del Señor bastará. Pero aquellos que no recibieron a Jesús serán enceguecidos. Tú no lo serás porque tienes la naturaleza de Dios en tu vida.
2 Corintios 5:17
Cuando vienes a los pies de Cristo, Dios repotencia lo que tú tienes y la gloria de Dios siempre estará contigo.
Mateo 16:27 
Los ángeles estarán con el Señor y entonces pagará a cada uno por sus obras. En este tiempo tenemos que apurarnos en cumplir la gran comisión en la tierra; y lo vas a saber por intimidad, predicando el evangelio completo, no sólo las bendiciones y la herida de Cristo; los momentos difíciles ya están aquí.
Hoy con el temor de las enfermedades, la gente no produce nada, y todo se dirige hacia el caos. No tenemos que callar, predica el evangelio.
1 Tesalonicenses 5:2
La venida del Señor a la tierra será de repente; así como el ladrón que entra a robar. El ladrón no avisa al dueño de la casa que entrará a robar. El Señor quiere que avances en fe y que no actúes con la razón.
Cuando tú resucites serás como un ángel incorruptible, sin pecado, con el amor de Dios. Pero para llegar a eso deberás cumplir con el propósito que Dios te ha encomendado, como hombre y mujer que le adoren en espíritu y verdad.
Mateo 25:1-13
Todos seremos reunidos delante de Él en Su trono de gloria, y seremos juzgados de acuerdo a nuestras obras.
2 Corintios 5:10 
Tú no estás trabajando en vano porque Dios paga bien. Dios siempre se anticipa a lo grande que vas a ser, porque Dios paga bendiciéndote; porque no hay justo mendigando y desamparado. Dios paga no sólo con economía sino con salud, con días buenos. Pero en el día final será el mejor pago.
Hay diferentes coronas y cuando te presentes ante Dios ofrendarás las coronas de las personas que ganaste para Jesús y le discipulaste bien.
Dios te ha puesto para gobernar, avanzar y desarrollarte, porque el futuro nos espera como gobernadores de naciones.
No seas tibio, eres frío o caliente porque si eres tibio, el Señor te vomitará.
Apocalipsis 1:7 
La expresión “Si, Amén”, significa: “no hay duda que así será la venida del Señor.”
2 Tesalonicenses 1:7-9 
Mateo 24:30 Cuando el Señor venga, ya será tarde para arrepentirse.
Mateo 25:41  Tú eres un bendito.
Será motivo de gozo para aquellos que amaron Su venida.
2 Timoteo 4:8 
Tenemos que esperar al Señor trabajando como si fuera el último día de tu vida, glorificando a Dios. Dios te llamo para ser fructífero y para llevar fruto. Esto es motivo de gozo.
Filipenses 3:20 - 1 Pedro 4:13
Gózate en medio de las pruebas, de la desilusión. Da gracias porque Dios sabe como tratarte y te ama.
Mateo 25:34
Todo viene por esfuerzo; es el tiempo de avanzar y orar.
Cuando tú te vas a dormir, ¿Qué haces? ¿Cierras la puerta para que el ladrón no entre? Así tienes que cerrar la puerta al enemigo. Tú eres una puerta y tus ojos la ventana por donde entra la luz. Tienes que aprender a cerrar la ventana para que la luz del mundo no entre, sino que salga de tu interior la luz de Dios.
Es tu tiempo de oración, de búsqueda, de inversión en la gente, en el reino de Dios, entregando un folleto, predicando con tu testimonio de vida de lo que ha hecho Jesús contigo. Es tiempo de clamar y buscar la presencia del Señor.
¿Qué sucederá cuando el Señor venga?
Juan 5:25-29 
Todos van a resucitar, los buenos y los malos para ser juzgados por Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:21-24 
Vamos a resucitar con cuerpos glorificados porque Jesús es la primicia de Dios.

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