domingo, 22 de abril de 2012

Tú necesitas nacer de nuevo para que puedas escuchar al Señor Jesús

22/04/12
Predicador: Edinson Pinedo

Lucas 9:28-35
¿Cómo se conoce cuando una persona ha nacido de nuevo?
Cuando la persona confiesa con su boca de que Jesús es el Señor y lo recibe en el corazón, el Espíritu Santo avala la confesión porque fue sincera. Y la sangre de Jesús lo limpia de todo aquello que estuvo apartado de Dios. Pero si la confesión no fue sincera, es decir no fue genuina, el Espíritu Santo no avala esa confesión y apartas el propósito de Dios.
Cuando el Espíritu Santo da testimonio a tu propio espíritu no ofendes a Dios, dando una nueva dirección a tu mente para triunfar, avalado por Dios. Y a pesar de todo esto la persona hace lo contrario, entonces no quiere saber nada con Jesús.
En la historia de este pasaje vemos seis personajes: Pedro, Jacobo, Juan, Jesús, Elías y Moisés; después de la confesión de Pedro de que Jesús es el Señor.
Cuando Jesús sacó a sus discípulos de la ciudad y los llevó a Cesarea de Filipo y les preguntó qué dice la gente de quién es Jesús. Y luego les hizo la misma pregunta a sus discípulos.
El que encuentra a Dios, encuentra la paz y la vida, porque no necesita economía. Sino que la economía vendrá como consecuencia de haber buscado y encontrado a Jesús (Mateo 6:22-23) “22 El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz. 23 Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si a luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!”
Es decir que cuando encuentras a Jesús, a la Luz, encontrarás la dirección de Dios para administrar la economía que vendrá a tus manos.
Después del octavo día de que Pedro confesara de que Jesús es el Señor, el Mesías se fue a una montaña a orar, acompañado de Pedro, Juan y Jacobo a buscar la dirección de Dios. ¿Y qué haces tú para buscar la dirección de Dios? Tomas decisiones, y luego se las presentas a Dios.
Jesucristo necesitaba orar para tener la dirección del Padre y moverse. Y esa oración fue de humillación. Y cuando más se humillaba el Señor, más era glorificado por el Padre, y más poder tenía.
Tenemos que humillarnos cada día, y caminar como Dios quiere. Esto nos motiva a orar cada día. La oración nos dirige para ser sabios, para no errar en la decisión; porque allí está la dirección de Dios.
Jesucristo caminaba sabiamente porque tomaba la Gracia de Dios para caminar sabiamente, con gozo en el corazón y de manera equilibrada en este mundo, a pesar de los momentos difíciles.
Cuando oramos, provocamos que nuestro rostro resplandezca. Porque lo que la luz que hay adentro de tu lámpara, sale afuera.
2 Corintios 3:18
¿Cuándo se transformó el rostro de Jesús? Cuando oraba. Entonces cuando tú estes en la búsqueda de Dios, tu rostro resplandecerá.
¿Qué es transfigurar? Transfigurar es igual a transformar. La transfiguración es tomar otra forma de lo que uno es, o ha estado. Y esto proviene de adentro y se reflejará afuera.
Es así que cuando tú estás cansado, tu rostro refleja como si no hubieras dormido, y además se manifiesta en el estado de ánimo.
Lo hermoso de Jesús se reflejó afuera, y era la misma Gloria de Dios. El rostro de Jesús fue refulgente, fue algo que brilló. Fue un destello inmenso que estaba en el rostro de Jesús provocada por la búsqueda del Señor.
En cada persona está la Gloria de Dios. Y esa es la bendición de Dios.
El rostro de Jesús era refulgente, y en ese cuadro aparecieron Moisés y Elías con un aspecto glorioso hablando con el mismo Señor Jesús. Y hablaban de la partida de Jesús. Y esto fue lo que vieron sus discípulos, lo que Dios ofrecía a la humanidad, a la Iglesia representada por Pedro, Juan y Jacobo. Y es también lo que experimentaría la Iglesia en la presencia de Dios. Lo que estaban viendo sería un anticipo de lo que comenzaría a vivir la Iglesia; un estado celestial para aquellos que buscan y trabajan para Dios.
Moisés representa al antiguo pacto, es decir la Ley y la promesa de salvación que se cumpliría con la muerte de Jesús. La obra de Moisés fue tomada por Josué, cuyo nombre significa, Dios salva. Moisés hablaba a Jesús sobre el éxodo, es decir de la partida, de la salida para que sea librado de la cautividad de Egipto. Egipto representa el pecado. Dios sacaría a la humanidad de sus pecados, dándoles libertad y salvación para todo aquél que crea en Su nombre. Y se estaba cumpliendo en ese mismo instante (vv31) cuando Moisés hablaba con Jesús, y que incluía la resurrección en Jerusalén.
Cuando Jesús murió crucificado, el enemigo no sabía que iba a resucitar. Porque de lo contrario hubiera hecho lo imposible para que no muriera. El enemigo no sabe tu futuro, pero si tu pasado. Por lo tanto, a tu futuro lo puede adivinar, pero no saber con certeza.
Dios a puesto una autoridad en ti que no te imaginas, que es el dominio sobre el pecado (Génesis 4:7). Pero cuando sepas cuál es la autoridad que en ti reside, la historia de tu familia cambiará, así como la de tu nación.
Elías, el otro visitante ilustre, era el encargado de restaurar todas las cosas de Dios. Porque el pueblo andaba detrás de ídolos. Y Elías restauró la Gloria de Dios. Elías hablaba con Jesús de que se restauraría la adoración a Dios.
Malaquías 4:5
Elías era una figura para restaurar la adoración a Dios. Porque aquí en este pasaje se está hablando de Juan el bautista. El trabajo de Elías fue concluido por Eliseo.
Tanto Moisés y Elías estaban enfocados en la salvación y sería culminado por Jesús.
En ese cuadro de reunión entre los visitantes ilustres y Jesús, apareció una nube (vv34) y de ella una Voz decía: a él oíd. Pero los discípulos estaban como dormidos, y cuando se despertaron, vieron la Gloria de Dios.
Mientras duermes envuelto en tus problemas y en tus momentos difíciles, no verás la Gloria de Dios. Por la sencilla razón de que tus momentos difíciles serán mayores que Dios.
Sin embargo, cuando los discípulos vieron la Gloria de Dios, se despertaron y comenzaron a caminar en lo que Dios les encomendó hacer, la gran comisión.
En esa reunión, se estaba terminando el antiguo pacto y comenzaba un nuevo pacto. Lo que Dios estaba diciendo a los discípulos de Jesús era de que ya no debían escuchar a Moisés, y de que el trabajo de Elías ya había concluido. Ya no escuches la Ley, porque ahora vives por la Gracia de Dios. Ahora la Gracia está por encima de la ley. La humanidad viviría por Gracia porque Jesús cumpliría todo lo que Dios mandó hacer al hombre y éste no lo había podido cumplir todos los días.
Y todos que creyesen y confesaren con su boca de que Jesús es el Señor y salvador, serían salvos. Es decir que por medio de Jesús, nosotros cumplimos la Ley. Esta es la Gracia, el favor inmerecido que por amor a Su nombre, Dios nos otorgó.
Además Dios estaba diciendo que la adoración en un lugar geográfico había terminado. Ahora la adoración es en espíritu y en verdad, es decir todos los días y en todos los lugares. Porque el propio cuerpo carnal sería en adelante, el templo para contener la Gloria de Dios, Su Espíritu Santo.
¿Estás listo para escuchar la voz de Jesús?
Jesús te ha dado vida y en abundancia. Tienes que aprender a tomar determinaciones en tu vida. Revísate si has nacido de nuevo en el espíritu.
En este momento especial del día, Dios quiere que Le busques en total oración para que puedas escuchar a Su amado hijo Jesús.
Tienes que despojarte de la manera de vivir. ¿Has nacido de nuevo?
Dios es poderoso para guardarnos de caídas.
Dios es poderoso para llevarte a la victoria en Cristo Jesús. “En” significa unido a Jesucristo, juntamente con Cristo.

No hay comentarios: