domingo, 15 de abril de 2012

Dios quiere que tú recuperes la diligencia para que Le sirvas

15/04/12
Predicador: Edinson Pinedo

Juan 11:1-44 
El enemigo no descansa en nada para hacernos declinar en nuestra fe en Dios. Y esta es la razón por la que hay que estar firmes en el Señor, porque Él está para bendecirnos porque nos ama. Tú tienes que saber si has nacido de nuevo como Hijo, Hija de Dios.
El Espíritu Santo da testimonio a tu espíritu que naciste de nuevo.
Ahora, ¿cómo opera esta salvación?
Cuando recibes a Jesucristo haciéndolo con fe, creyéndole que te puede salvar, y que la sangre que derramó en la cruz del calvario, fue para lavar tus pecados.
El Espíritu Santo ve esta confesión y si es sincera, la avalará y la sangre de Jesús viene a ti, te lava y te hace nueva criatura. De esta manera, Dios legaliza tu confesión y por lo tanto, limpia tu vida y entras a una vida de salvación.
Pero si la confesión fue hecha por la boca solamente, para que Dios te bendiga ese momento, es decir no fue sincera, entonces la sangre de Jesús no limpiará tu vida porque el Espíritu Santo no avaló tu confesión.
Cuando pasas a ser Hijo, Hija de Dios, pasas a ser amigo, amiga de Dios.
Las Escrituras dicen que el Espíritu Santo da testimonio a tu espíritu que eres Hijo, Hija de Dios.
En el capítulo 11 del libro de Juan, hay enseñanzas para ser aprendidas y caminar correctamente con el Señor.
Lázaro se encontraba en una situación difícil. Sin embargo se había constituido en amigo de Jesús. Y su hermana María, era la misma mujer que había derramado el alabastro en los pies de Jesús.
Descansar en el Señor no es quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada, sino es seguir activado, confiando y buscando al Señor. Por la desesperación de la situación de enfermedad de Lázaro, le recriminaron al Señor Jesús que si él hubiera estado aquí se hubiera salvado. Pero la expresión empleada cuando dice: “al que amas” no es la misma que dice Juan 3:16. Porque la expresión de Juan 3:16 es el amor de Dios individualmente para cada uno de nosotros.
En cambio el término “amor” en Juan 11 es recíproco, porque había cultivado una amistad entre Jesús y Lázaro.
Lázaro estaba enfermo y no fue sanado inmediatamente. Hay algo que tienes que aprender y es que la enfermedad no es para muerte. La palabra muerte significa “separado de”. Nunca la enfermedad es para muerte, sino que sencillamente duermes y te despiertas en una realidad más allá conjuntamente con el Señor Jesús.
La enfermedad así como las pruebas deben ser motivos para acercarnos a Dios. Pero cuando te encuentras desesperado haces cosas que no corresponden delante de los ojos de Dios.
El día que recibiste a Jesús, Dios te llamó amigo, amiga. Porque tú naciste con el objetivo de que el Evangelio siga expandiendose sobre la faz de la tierra. Toda aflicción es para la gloria de Dios. Cuando Job se encontraba postrado, la esposa le dijo que por qué no maldecía a Dios para que se muriera y dejara de estar moribundo. En esa situación Job meditó y se pregunto: ¿solo debería alabar a Dios cuando me encuentre sano?
Toda aflicción es para la gloria de Dios, así como el gozo y la alegría; porque tú dependes de Dios e incluso cuando respiras y cuando caminas.
El problema es que tú quieres la gloria, el aplauso, el elogio. Sin embargo Dios utiliza la gente para que tu autoestima siga creciendo. Pero todo lo que haces de hecho y de dicho es para la gloria de Dios. Cuando Dios toca a un hombre o a una mujer, toca a la familia para que sea salva. La salvación no es por mérito humano, sino para la gloria de Dios.
Todo lo que te sucede en situaciones de enfermedad, pruebas, gozo, paz, alegría, es para la gloria de Dios. Recuerda, todo lo que te sucede es para glorificar a Dios.
Romanos 8:28 
A esta altura de tu vida, ¿ya sabes cuál es el propósito por el cual vives?
¡Levántate! para que tú Le sirvas y camines en fe sobre la faz de la tierra.
En el versículo 3 dice que Jesús se demoró dos días para ir a donde estaba Lázaro. Es decir no fue inmediatamente cuando recibió la noticia de la enfermedad de Lázaro.
Jesús amaba tanto a Lázaro como a sus dos hermanas. Aquí la palabra “amaba” es la de Juan 3:16, que no es igual a los primeros versículos de Juan 11. Podemos ver el amor de Dios hacia todo el mundo, diciendo que Jesús amaba a toda la humanidad para la salvación.
Jesucristo prefirió quedarse para que la prueba produjera alabanza y honor al Señor.
Dios quiere que aprendas a confiar y depender delante de Él, y nunca te vayas de Su presencia renegando.
¿Amarás solo a Dios cuando te bendice?
Dios tiene Sus propósitos en las demoras. Una semana antes los judíos quisieron apedrear a Jesús en Judea. Y sin embargo él quería volver. Así en la Iglesia, algunos están desilusionados porque fueron tratados mal y dicen: “mejor me voy.”
Tienes que aprender a amar al que no te ama. Porque allí está el mérito. Sino ¿qué mérito hay amar al que te ama?
Jesús regresó a Judea con el peligro de ser linchado por los judíos.
Las palabras de Jesús en el versículo 9 al afirmar que el día tiene 12 horas, tiene como propósito enseñar a sus discípulos que tenían que trabajar mientras dure el día.
Juan 9:4-5
Es necesario que tú tengas una vida íntegra, para que cada día Su presencia te limpie y así Dios pueda hacer una obra en ti. Entonces la vida del hombre es como el día con sus diferentes horas. Horas para estar activo en lo que Dios ha puesto en ti, disfrutando y avanzando. Así Dios ha determinado edades para que aproveches el tiempo.
Dios ha determinado tiempos para que tú sepas cuando actuar y cuando no apresurarte.
Dios ha determinado que tú tengas un estado de vida delante de Él. Este estado de vida es el que verá la gente en ti, en cómo alabas, en cómo glorificas a Dios, y verá tu forma de proceder.
Dios ha determinado oportunidades para que tú Le sirvas, siendo empresario, maestro, empleado. Y esto te llevará a que seas diligente. Ser diligente es hacer administraciones con el tiempo, disfrutando de la bendición. Pero también Dios quiere que tú seas preparado para los peligros de la vida, para que planifiques en Dios. Y aún muerto, Dios te resucitará y no declinarás en tu fe. Y además Dios alegrará tus días para que cumplas los propósitos por los cuales estás en la tierra. Porque la gente sin propósito, Dios se los lleva.
Salmos 119:105
La Palabra  de Dios es lámpara a tus pies para que no tropieces.
Después de lo que sucede en Juan 11:35, Jesús llora.
Dios en este tiempo está queriendo resucitar los Lázaros dormidos, y a los que han perdido la Luz, que ha provocado que tu relación con Dios esté muerta.
Dios no quiere que mueras sino que recuperes la diligencia, cumpliendo tu ministerio delante del Señor.
Tú mismo has sepultado a Lázaro y Jesús quiere resucitar tus sueños, tus deseos de vivir, y de adorar al Señor.
¿Qué áreas de tu vida han sido afectadas por momentos difíciles?

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