domingo, 19 de febrero de 2012

Todos estamos invitados en beber de la presencia de Dios

19/02/12
Predicador: Cesar Viola

Te pregunto a ti: ¿Qué significa la presencia de Dios?
A veces nos movemos motivados por conceptos. Pero a veces no entendemos o dimensionamos lo que significa la presencia de Dios, porque no tenemos el discernimiento de la profundidad de lo que es la presencia de Dios.
Una cosa en cantar una alabanza y otra muy distinta es prepararse, desarrollando el talento y saber para quién cantas alabanzas. Estoy seguro que puedo cantar pero no lo haría con la misma preparación que Diego. De igual manera estoy seguro que Diego podrá armar un mueble, pero no lo hará con la misma excelencia si yo lo armara. Es por ello que hay que tener apertura de corazón.
¿Sabes tú por qué la Iglesia no está llena de gente escuchando la Palabra de Dios? Porque no hay profundidad de la presencia de Dios. No hay un anhelo por la presencia de Dios, por predicar, en cantar en la presencia de Dios.
El libro de Santiago tiene cinco capítulos, de los cuales tres hablan sobre la lengua. ¡Cuan importante es cutivar la presencia de Dios! ¿Por qué es necesario dominar la lengua? Porque si la lengua no es refrenada puede provocar la quema de un bosque.
Entonces, ¿cómo vivenciar la manifestación de Dios? Es necesario entender como creyente, que no puede haber dos condiciones en un hijo o hija de Dios; de alabar y con la misma boca maldecir. Porque con la boca no te puedes presentar ante Dios con una fe fingida. Yo puedo estar lleno de la presencia de Dios. Pero si lo permito, puedo opacar la presencia de Dios. El problema se presenta cuando muestro algo que en realidad no tengo, que no es genuina la presencia de Dios. Tenemos que entender que existe Alguien que conoce el corazón, es decir la intimidad de mi ser. Y ese Alguien es Dios. Con esto quiero afirmar que puedo predicar por gracia pero no por el mover de la presencia de Dios. La lengua es un instrumento sin control que manifiesta la presencia de Dios. Y Dios está interesado en que tú estés respaldado por Su presencia.
El libro de Isaías, en el capítulo 61 profetiza la venida del Señor Jesús.
En Marcos 1:1 Jesús cumple lo que venía preanunciando Isaías.
Mateo 9:16-17 
¿Qué es el Reino de Los Cielos? Seguramente que podrán dar definiciones. ¿Cuántos pueden dimensionar lo que es el Reino de Los Cielos?
El Reino de Los Cielos es el gobierno de Dios por medio de Jesucristo, y tú eres el templo del Espíritu Santo.
El odre es una vasija de cuero de cabra para contener vino. Si se pone un vino nuevo en un odre que contiene un vino viejo, éste se rompe y se derrama.
Dios nos habla acerca del vino y el depósito de éste. Es necesario un odre nuevo, un depósito nuevo para poder poner un vino nuevo. Y de igual manera, si pongo un remiendo nuevo en una tela vieja, entonces algo sucederá.
Para entender lo nuevo de Dios, la vasija tiene que estar preparada para contener algo tan preciado.
Esther 1:1-7
Comienza el relato de una historia de un rey pagano, llamado Asuero. Había hecho banquete para mostrar las riquezas de la gloria de su reino y el esplendor. Pero este libro no habla de Dios, sino de un rey pagano. Pero si tú sacas esta expresión de que el rey quien muestra el esplendor de su gloria y la magnificiencia de su poder. Estaban convidados todos al banquete. Pero la Palabra de Dios que daba de beber en vasos de oro. Un vaso puro, capaz de contener todo. Eran de oro puro pero no todos los vasos eran iguales.
Dios quiere pureza y nos muestra que todos no somos iguales. Lo que no significa que esas diferencias no haya pureza en los envases. Ese envase tiene que ser puro; y es lo que muestra Dios.
¿Qué era este vino real? Habla de dos tipos de vinos, el vino para los cortesanos y el vino para la realiza. Esto depende de la generosidad del rey para que sea derramado el vino real, es decir el mejor vino. Este vino real represena la presencia de Dios, lo que es de alta estima.
Este rey pagano convido a todos que bebieran, y no hizo expeción de persona.
Y lo más importante está en el versículo 8, nadie fue obligado a beber. Mira que interesante de la invitación: había una caballerosidad de parte del rey. La apertura de la bendición es para todos porque ninguno está obligado a beber. ¿Sabes qe en el libro de Efesios 1 dice que Dios nos ha dado todo? ¿Sabes por qué? Porque la oportunidad de ser llenos la tenemos todos, pero depende de nuestro esfuerzo y no de Dios.
En el versículo 9 en adelante relata que la reina se revela contra el rey porque desobedeció. Pero con la autoridad que tenía el rey, le plació reunirse con consejeros.
Para anhelar el vino real depende de ti, no de Dios. Porque es menester de Dios llenar, derramar de Su presencia. Cuando entiendas las Escrituras, tu motivación será diferente, y no será por costumbre. La Mano de Dios siempre está sobre Sus hijos, a pesar de que en el libro de Esdras no se menciona a Dios.
Tú no estás obligado a anhelar la presencia de Dios. ¡Qué diferente es tener discernimiento y anhelar ser inundados por la presencia de Dios.
Cuando Cristo habla en el libro de Mateo de la renuncia, del arrepentimiento, es porque en las vidas hay una oportunidad para la dimensión del Reino de Los Cielos.
Jesucristo nunca obligó, sino que siempre convidó.
Si pudiéramos ser llenos de la presencia de Dios, en la Iglesia no cabería tanta gente. Cuando la luz de Jesús inunda las personas, invita a la vida para contener la presencia de Dios, contener el vino real de acuerdo a la generosidad del Rey.
Todos estamos invitados en beber de la presencia de Dios, a beber de Su vida.

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