domingo, 5 de febrero de 2012

Tienes que dejar huellas y buen testimonio

05/02/12
Predicador: Edinson Pinedo

Mateo 26:6-12
Aquí habla de un perfume que es derramado por una mujer sobre Jesús, estando los discípulos como testigos.
Alabastro es el nombre que recibe el carbonato de calcio; es una piedra de yeso natural empleado para la elaboración de pequeñas vasijas. Esta piedra es como un vidrio transparente opaco. Eso es el alabastro.
El alabastro era un crisol, una pequeña vasija en la que se colocaban los perfumes. Y esta mujer lo rompió para derramarlo en el cuerpo de Jesús.
Lucas 7:36-38
Esta mujer besa los pies de Jesús y lo unge. Piense en lo siguiente: ¿cuándo una persona da un beso a alguien? Cuando tiene afecto por otra. El beso es un símbolo de afecto, del amor que Dios derramó en una persona. Pero sucede cuando el beso es sin malicia en la vida cotidiana. Entonces la mujer besa los pies de Jesús como devoción, nacida dentro del corazón. Esta devoción cristalizó el amor que llevaba adentro de su corazón. Dios está buscando este tipo de adoradores, que dirigan la adoraciòn hacia Él.
Si realizas un acto de caridad, un acto de amor hacia tu prójimo, es porque no te engañas a ti mismo. Distinto sería que con tu boca digas que amas a tu prójimo pero con tus actos no lo demuestras al no poder perdonar al que te ofendió.
La actitud de esta mujer fue la de cristalizar lo que había dentro de su corazón. Yo me imagio que Jesús estaba contento porque no podía rechazar el amor que no viene con doble intenciones o con malicia. Esta mujer sabía que este perfume era solamente para su Señor.
El perfume está en tu interior enfrascado y tiene que salir demostrando amor, aún por aquellos que no te aman. Porque en cada uno de nosotros el amor de Dios ha sido derramado. Todos tenemos la imagen de Dios y hay actitudes que demuestran amor. Todos tenemos la imagen de Dios porque el enemigo no destruyo totalmente la comunión del ser humano con Dios. Todos tenemos conciencia de Dios. En algún momento acudimos a Él.
El ser humano es como un automóvil chocado que tiene una parte destrozada. Y es llevado al taller para que sea arreglado. Pero el maestro del taller hace de nuevo a toda aquella persona que lo recibe.
La parte dañada del ser humano es la comunión con Dios, de poder entender que todo es de Dios; que no hay secularismo en la vida cristiana. Es esta la razón por la que el cristiano dice voy a mi trabajo secular. Pero lo que debe saber ese hermano o hermana, es que el trabajo te lo ha dado Dios, y por lo tanto tienes que cuidarlo. Y tienes que trabajar, no para tu jefe sino que tienes que hacerlo como para Dios. El trabajo en la vida del ser humano es honroso.
Y si tú eres una persona cristiana y tu cónyuge fuese incrédulo. ¿Qué dirías? ¿Que tienes un cónyuge secular? ¿Que tienes hijos seculares? Claro que no.
Desde que tú recibiste a Jesús como Señor y salvador personal, como consecuencia tu familia recibe la bendición. Y es por ello que no tienes un cónyuge secular.
Muchas veces no damos lo mejor de nuestro tiempo a Dios, ni para leer Su palabra, ni para orar. Porque todo se ha restringido al trabajo y al “yo” personal. Nuestros pensamientos tienen que estar ligados a los pensamientos de Dios, porque Él vive en nosotros.
Comienza a mirar a tu familiar como una posibilidad para que corra el evangelio, y no como un estorbo en tu caminar diario con Dios. Entonces cabe preguntarse ¿cómo puedo ver a una persona como una posibilidad? Declarando.
El besar los pies de Jesús es una muestra de dependencia; es la verdadera adoración, la de postrarnos en la presencia de Dios; descubriendo el corazón en Su presencia. Tienes que reconocer que la vida de pecado nos acerca a los pies de Jesús, porque has fallado y necesitas el perdón para que muera esa área y surga un fruto digno. Si no estás dispuesto a morir al carácter, a tu forma de ser, a cómo usas el tiempo, no tendrás una vida de adoración. Pero para ello tienes que vivir con esa predisposición para escuchar la Palabra de Dios los días domingo; lo que Dios tiene para ti. Congrégate porque tendrás una intimidad con Dios. Pon el nombre de Dios en alto, humillándote a sus pies. Estar a sus pies es entender la verdadera obra de la cruz.
Esta mujer derramó lo mejor ante Dios.
Marcos 14:1-5
Y Jesús estaba allí ante la reprensión de los discípulos. Tienes que orar para que los pobres vengan a los pies de Cristo, para que dejen de ser pobres porque se encontrarán con un reino, el Reino de Los Cielos.
La idea de derramar aceite en la cabeza de Jesús es romper el corazón para una adoración total. Cuando hablamos de derramar el corazón en la presencia de Dios, estamos hablando de la personalidad, la voluntad, la mente y los sentimientos del ser humano en adoración delante de Dios, sin que nadie te diga que lo hagas.
Le adoras porque has visto los cambios en tu vida, porque entiendes que es del Señor, porque has tenido un encuentro con Dios. Nadie te presiona para amar a Dios.
Pero el amor no viene por inercia, sino porque lo practicas. Si no practicas tu evangelio, morirás porque toda planta que no es regada se marchita. ¿O cómo crees que un futbolista mejora su tècnica? ¡Practicando!
Pero hay otra parte, la cual es tu responsabilidad, que es la de adorar a Dios. ¿Cuántos se emocionaron con tu casamiento? ¿Cuántos de ustedes fueron hinchas de un equipo de fútbol y han gritado, y hasta se emocionaron con la conversión de un gol?
Entonces ¿porque no vienes con la misma pasión a adorar a Dios y a escuchar una Palabra de parte de Dios? No sucede lo mismo porque no dejas que el Espíritu Santo tome el control de tus emociones para que adores a Dios.
Dios te muestra esta, tú responsabilidad, pero eres tú quién tiene que activarlo. ¿Y cómo activo mi responsabilidad de adorar a Dios? Practicando con lo que Dios te ha dado, glorificando y bendiciendo el nombre de Cristo Jesús. Tienes que adorar a Dios con toda la mente, sabiendo lo que haces. Entonces las cosas cambiarán. Lo que hizo la mujer fue romper lo exterior para sacar lo interior.
El perfume no dará su fragancia si no rompes el alabastro en el lugar en donde estás.
El alabastro se rompe renunciando al mal caracter, el resentimiento, la mentira, muriendo al yo personal, a tus argumentos de que siempre tienes razón. Es morir aunque tengas razón. Si aún dudas es porque tienes que morir en esas áreas para que tu perfume sea derramado en la cabeza de Jesucristo. Cuando tu perfume se rompa, Dios te dará autoridad porque la cabeza significa autoridad.
Juan 20:15-16
Esta misma mujer que se postró a los pies de Jesús, lloraba porque había seguido a Jesús hasta que fue cricificado. Ella fue al sepulcro y al ver que el cuerpo de Jesús no estaba, creyó que había sido robado. Pero Jesús al verla le dijo: ¡María! Y ella respondió: ¡Maestro!
Cuando agradable es escuchar tu nombre por alguien que te ama. ¿Tú crees que Jesús se olvidará de aquellas personas que le adora sin restricciones y aún sin restricciones de gastos?
Cuando el amor es recíproco no se puede olvidar. No adoremos a Dios por temporadas como los negociantes, en donde hay periodos altos y periodos bajos. Nosotros como cristianos debemos adorar a Dios por siempre.
La Iglesia ha sido creada para glorificar, alabar a Dios juntos en espíritu y verdad. Tenemos que adorar a Dios en la casa, con los amigos, en familia; y no solamente en la Iglesia. Dios mira lo que tú haces y cómo te comportas, porque Él está vivo.
No te tienes que alegrarte de Dios solo cuando cumples años. Esta mujer de Mateo 26 estaba sentada a los pies de Jesús. El calzado marca el camino, marca tu destino y define tu futuro.
Jesús generó muchos discípulos y discípulas pero había una especial: María de Betania, porque dió lo más preciado que tenía al romper el alabastro y derramar su perfume. Aprende a romper el perfume para que tu adoración no sea escasa.
Lucas 10:38-42; Juan 1:41-44; Juan 1:18
Hay tres declaraciones de esta postura de postrarse. Tú tienes la capacidad de perfurmar un lugar.
¿Cómo está tu adoración por Jesús?

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