domingo, 12 de febrero de 2012

No respondas a quien te agrede, ve a la Iglesia y lleva la ofensa delante de Dios

12/02/12
Predicador: Samuel

El Señor Jesús es digno de toda honra y alabanza. Por amor entrego su vida para que tu vida desordenada y en desobediencia a Dios, sea restaurada la comunión con Dios. El alma y no el cuerpo tienen vida eterna. De no ser así, estamos corriendo a muerte eterna. Lo que nos hace libre de la muerte eterna es la fe puesta en Cristo Jesús.
Isaías 36:1-22
Reinaba Ezequías en Jerusalén, y el rey de Asiria, Senaquerib tomó todas ciudades de Judá y envió a un varón comandante en jefe con 185.000 hombres de guerra a sitiar Jerusalén, y se presentó de manera vanidosa ante el mayordomo del palacio del rey Ezequías, el escriba y el canciller, diciendo que el gran rey, el rey de Asiria tenía un mensaje para Ezequías. Pero todos sabemos quién es el Rey de reyes y Señor de señores.
En el mundo natural se establece en nuestras vidas situaciones complejas, en donde el enemigo sitia nuestras vidas. El enemigo envía a nuestras vidas a sus representantes para hablar pensamientos negativos, y hasta de depresión: “acá está tu fin”.
Este fue el atrevimiento de Rabsaces, el enemigo, afirmando que también venía de parte de Jehová para destruir a Jerusalén.
El primer milagro de Jesús en la vida del hombre es generar fe para que se apoye en Dios. Porque Dios tiene más de lo que el pensamiento limitado del humano puede imaginar. Pero las cosas de Dios es solo para quienes Lo aman y buscan.
Rabsaces vino a Jerusalén a angustiar, socavar, debilitar, entorpecer la fe de Su pueblo. Lo que Dios habló permanece para siempre, porque es fiel para siempre. Podrá cambiar la tecnología, los gobiernos, pero la Palabra de Dios es si y amén.
El enemigo es pícaro y audaz para golpear el entendimiento del creyente, para hacerlo dudar y perder la confianza en Dios. Pero si esto sucede, nuestra posición estará en desventaja frente al ejército enemigo. El enemigo intenta provocar pánico, temor, incertidumbre, duda. Es la táctica que utiliza el león para cazar. El león ruge para un lado y para otro, y el rebaño comienza a escuchar y atemorizarse. Como consecuencia de ello comienza a correr de un lado para el otro, sin saber a dónde va.
El león ruge en tu vida con chismes, rumores y problemas. Pero si hay amor, unidad, convicción en fe, teniendo certeza en lo que se espera, el enemigo no podrá entrar al rebaño.
El Rabsaces comienza a agredir con temores e incertidumbres sobre quienes guían al pueblo. ¿Y quién es la persona encargada de guiar la Iglesia? El Pastor, la Pastora.
Rabsaces le pide al pueblo una supuesta paz con el mismísimo enemigo, con el ocultismo, la avaricia. Pero son mentira las palabras del enemigo, porque éste no produce paz. Jesús es el rey de paz.
El enemigo utiliza tácticas para convencer a los que están en la Iglesia para volverlos a los caminos de perversión e inmundicia. La táctica consiste en cegar al decirles que trabajen sin compromiso y disfruten de la bendición del fruto del trabajo hasta que sean llevados a otra tierra reinada por los vicios y en donde se consulta al ocultismo, en lugar de poner la fe en Cristo Jesús. En la tierra de Asiria sería esclavos para que trabajasen para el rey. Gracias a Jesús, su Palabra alumbra el entendimiento para creer y esperar el tiempo del milagro de la liberación.
Lo mejor que sucedió fue la actitud que tuvo el rey Ezequías, y es justamente lo que tienes que aprender: fue a buscar ayuda a Dios.
Cuando tú tienes problemas, ¿a quién acudes para que te ayude? ¿Al vecino? ¿Al panadero?
Isaías 37:1-38
Lo bueno del rey Ezequías fue buscar ayuda en la casa de Dios. Dios te dice que no temas a las blasfemias del enemigo.
Luego el rey de Asiria, Senaquerib recibe un rumor de que el rey de Cus había salido para luchar con él. Entonces Senaquerib hace una carta y se la envía a Ezequías diciéndole que no se deje engañar por Dios cuando le dijo que Jerusalén no caería en manos del rey de Asiria. ¿Y quién le contó que Ezequías fue a orar ante Dios? ¿No era que Senaquerib iba de parte de Dios a destruir a Jerusalén?
Ezequías toma la carta y se dirige a la casa de Dios para orar y leerla delante del Señor y clamar para que sea librada toda Judá. Ezequías ora y espera en Dios.
El Señor utiliza al profeta Isaías para decirle a Ezequías de que en esta ciudad no entraría el rey de Asiria.
Tienes que saber que Dios te ampara, te cubre por amor a Él mismo.
El enemigo vino al pueblo a intimidar al pueblo de Dios con palabras agresivas contra Su siervo. Dios quiere de ti consagración y santificación.
Cada creyente en Cristo Jesús, como congregación, está respaldado por el ejército de Dios. Trae as cartas ante Dios, trae todo aquello que te preocupa y no te deja pensar con claridad frente a Dios. Tú te tienes que parar en firmeza y no le respondas nada a quien te agrede. Ve a la Iglesia y lleva la ofensa delante de Dios, las palabras que son insultos y agresión de que el Señor no puede librarte del enemigo porque éste dice que es creación de la mano del hombre: es yeso, madera.
Tienes que saber que Dios está sobre tu vida, porque puedes ver, oír y está para bendecirte porque todo lo que existe es de Dios. Y si necesitas oro y plata, pídela a Dios con fe, y Dios te lo dará.
El relato finaliza cuando sale el ángel del Señor hacia el campamento asirio y mata 185.000 soldados. De esta manera, Senaquerib regresa a Nínive. Y un día mientras adoraba a su dios Nisroc, es asesinado a filo de espada por sus hijos.
Dilo con tus palabras: “Dejo las acusaciones, el diagnóstico médico, todo lo que me aflige. Aún en medio de este problema, yo creo en ti Señor, de que Tú tienes el poder para librarme.”
No importa la cantidad de enemigos que vengan a tu vida a pararse frente de ti, Dios quiere auxiliarte.

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