viernes, 9 de enero de 2009

Consolidando la gran cosecha

09/01/09
Predicador: Edinson Pinedo

Marcos 1:35
Jesús se levantaba de temprano para orar. Oración es estar con el Padre celestial para recibir dirección. La oración es la unión común que tienen Padre e hijo para poder hablar. No podemos estar sin orar, porque sino no hablamos con el Padre celestial.
Mateo 28:19
La encomienda de Jesús es: “Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
Salmo 139:1-5
Es una declaración de bendiciones para profetizar sobre vidas que no conocen al Señor.
Consolidar es ayudar a los nuevos creyentes para que crezcan espiritualmente y para que no vuelvan a las tinieblas.
¡Nunca te olvides de donde te saco el Señor! ¡Nunca te olvides los beneficios de Dios para tu vida!
Dile a Dios: “Señor pon una compasión en nuestras vidas. El Señor me ha auxiliado, me ha ayudado. Alabanza para tu nombre Señor Jesús. Bendice mis hermanos, háblales a sus corazones, porque Tú lo vas hacer. Señor aquí estoy, te quiero mi Señor Jesús.”
Hechos 9:10-20
Ha llegado el tiempo de cosas nuevas.
Compromiso = responsabilidad = y debe ser una normalidad, pero hoy lo tomamos como una grannnn.... esfuerzo. ¡Defínase ya! ..... para terminar con la irresponsabilidad, con llegar tarde.
El niño no difiere entre la responsabilidad y la irresponsabilidad, hay que madurar para hacer las cosas bien. No hay otro camino que el discipulado para la formación y exigencia.
Lo segundo es la plataforma de la oración como lo hizo Nemías para depender de la dirección del Espíritu Santo y no creer que yo manejo el mundo espiritual por medio de estructuras mentales.
Tercero: hacer que las personas discipuladas vean al Espíritu Santo por revelación, por discernimiento. Porque por soberbia no escuchamos la voz de Dios para tener la dirección correcta. Es necesaria una profunda comunión con el Espíritu Santo.
Cuarto: Estar dispuesto hacer lo que Dios quiere. Dios prueba tu carácter hasta que punto tú respetas. El sentimentalismo siempre querrá llevarte a lo contrario de los propósitos de Dios. Debemos desarrollar la cultura del “heme aquí”. Si no defines lo que estas haciendo, estas jugando; y el propósito se retrasa.
Persevera y obedece para que la Gloria de Dios se manifieste en tu vida.

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