¿Cómo derribar obstáculos en la vida?

20/05/07

Predicador: Edinson Pinedo.

Josué 7:1-13

Hay maneras para derribar obstáculos. No hay que derribar obstáculos de manera negativa, es decir reaccionando de manera negativa en medio de las circunstancias (vv6-9). Mediante este relato, Dios nos enseña a derribar obstáculos pero no de una manera negativa.

Dios a puesto una tierra delante de ti y tu tienes que conquistarla. Dios te ha dicho que tendrás paz, pero ¿Cómo lo voy a tener si no he pasado la prueba?

Dios le dijo a Josué que tendría que conquistar treinta cuatro ciudades y al cruzar el Jordán, la primera ciudad fue Jericó.

Además Dios le dijo: “No toquen nada porque es mío, y quien lo lleve vivirá una vida de maldición”, porque tocamos lo que es de Dios, lo primero.

Haí, la segunda ciudad conquistada, era de menor población; y un hombre, de nombre Acán, metió la mano y tocó la anatema de la primera ciudad.

De esto habla Dios de seguir firmes en medio de las circunstancias. Dios le dice a Josué que no llore porque pecó la ciudad, sino que investigue lo que sucedió (vv10-13).

Cuando estes mal pregúntate: “¿Por qué estoy así? ¿Así podré resolver el problema?”

Si no resuelvo la raíz del problema, los problemas seguirán brotando (vv11). Cuando pides a Dios que te ayude a resolver el problema, lo resolverá. Pero sino reacciono positivamente, la bendición no será positiva.

Al descubrir la raíz del problema, hay que cortarlo para ser victorioso en esa área del problema. Es esto lo que le enseña Dios a Josué (vv14-15).

Tenemos que revisar nuestra propia vida, de dónde surgió el problema que te atrapa y amarra, y como hijos de Dios nos impide que caminemos con libertad, y de esta manera no podremos dar paz a otros.

Es necesario renunciar; la vida del cristiano es por renuncia. Siempre es bueno llorar frente a la presencia de Dios para liberarse y ser acariciados, fortalecidos por Dios para seguir adelante, conquistando lo que Dios ha puesto en nuestras manos (vv9).

Todo obstáculo tiene que ser un desafío para crecer y deberás conquistar el Jericó que Dios te ha dado. Tengo que crecer más que mi obstáculo para no ser vencido.

¿Y cómo crecer? Sabiendo que Dios es mayor que mi problema, que es mayor que mis circunstancias.

Tu obstáculo puede ser un problema para dirimir. Vos decides deprimirte o crecer más.

No es que Dios te abandona, y si tu crees que así sucede, es porque no entendiste para tu vida el Salmo 23.

Para los cristianos tu problema es una oportunidad para crecer. Después de la prueba viene la paz, y podrás cosechar.

No hay que mirar a los enemigos, sino debes mirar a Dios para que te sostenga en la prueba.

Cuando tu estás listo, Dios va a derramar Su bendición para que continúes caminando en la vida de manera abundante.

¿Cuándo es el tiempo del Señor? Cuando tu estás listo, cuando comienzas a ejercer fe, cuando dices: “Dios está conmigo.”

Cuando tu estás listo, eso se llama madurez; de no ser así la inmadurez te puede matar, te puede apartar de los propósitos de Dios.

Cuando tu tengas proyectos para generar riquezas y se lo presentas a Dios, Él te apoyará.

Hay carreras que son de maratón y otras de velocidad. Tenemos que ver cómo estamos corriendo en 100mts. Tenemos que usar la velocidad para aprovechar las oportunidades. En otras no será necesario que te apresures, cuando la carrera es de resistencia (tengo que averiguar si estás equivocándote o no, para así no dañar a otros) y en otras carreras precisarás velocidad para tomar la bendición.

Todo obstáculo te va a desafiar a crecer, más que tu problema.

Cuando dices que “mi problema ha crecido más que yo” o el problema ofendió mi corazón, te deprimes. Dios no te puso para que estés depresivo, sino para superar las pruebas. La clave es atacar el punto débil del problema. Jericó tenía una falla, el punto débil del plan del enemigo: la prostituta de Rahab que escondió, entre los manojos de lino del terrado de su casa, a los espías secretos que había enviado Josué a reconocer Jericó (Josué 2; 6:17). Cuando quiebras el punto débil del plan del enemigo, entonces se caerá.

El enemigo no resiste la declaración de bendición. La bendición viene por mi declaración.

Dios te va a dar nuevos diseños, sabiduría cuando eres persistente.

Tenemos que descubrir el punto débil del enemigo y no soltarlo hasta destruirlo.

La oscuridad no soporta la claridad. Ambas no pueden estar juntas.

Nosotros tenemos que sufrir (es el único lugar que en la Biblia dice sufrir) por Cristo (Filipenses 4:13) y por las cosas que el enemigo nos envía.

Nosotros tenemos que resolver los problemas, y no aguantar los problemas.

Tienes que mantener tu corazón sano, no pongas a nadie en tu corazón. Ama a tu papá pero no lo pongas en primer lugar en tu corazón. Dios dice que quiere cambiar tu corazón de piedra por uno de carne, para que tenga fruto y germine la palabra de Dios. Todo el daño que te han generado son piedras, obstáculos y tenemos que quitar las piedras para crecer y dar vida. Así la gracia de Dios comienza a fluir en nuestras vidas.

Este es el tiempo de declarar nuestra bendición y de avanzar.

El único que tiene que vivir en mi corazón es Dios. “cuidaré al hombre espiritual con el ánimo de Dios”.

No permitas que el daño viva en tu corazón, sino quien viva sea el Señor Jesús.

Cuando tu te acercas a Dios por medio de alabanzas, Dios te hablará porque no quiere que te quedes allí donde estás.

Dios le habló a Moisés porque en el desierto ardía la zarzamora y no se hacia cenizas. Declara: “Estoy contento con un sueño más grande que mis problemas”.

El sueño que abraces esa será tu naturaleza.

No te quedes en el obstáculo, Dios te llamó para gobernar, para que crezcas y para que avances.

Existe el emprendimiento para Dios y no lo micro, no los microemprendimentos.

Vocabulario

Anatema: Lo que Dios había decidido que fuera destinado a la destrucción.

Dirimir (Del lat. Dirimĕre): 1. tr. Deshacer, disolver, desunir, ordinariamente algo inmaterial. Dirimir un cargo. 2. tr. Ajustar, concluir, componer una controversia.

Prevaricar: acción del que falta a los deberes de un cargo.